Oña, compungido por la última curda, justifica este nivel de irresponsabilidad y de ... cómo decirlo.... irrealidad en la cual vive la gran mayoría de los argentinos, que en vez de estar terriblemente asustada por las boletas de luz, gas y agua que le van a llegar algún día con un aumento que va a dejar al corralito del Mingo (que todavía opina: habla de lograr "una buena organización economica". ¡Qué grande, el Mingo!) reducido a algo más insignificante todavía que los tuits de Fer Iglesias en que, claro, la gente no sabe: "Es probable que mucha gente no haya tomado conciencia sobre el impacto que le significará la quita de subsidios: seguro, la mayoría ignora cómo puede ser alcanzada por la medida. A quince días del anuncio, el Gobierno sigue sin definir nada menos que el verdadero núcleo del nuevo sistema".
Obvio, y la culpa de que la gente no se de cuenta de que se le viene la noche luego de haberse embriagado durante estos 8 años de desmanejo y despilfarro es del gobierno. ¿De quién otro puede ser? Y por si le cabe alguna duda a algún adicto de esta dictadura enfiestada, el reemplazante del Colorado Kirschbaum redunda en que el aumento sí o sí va a ser enorme: "Analistas privados calculan que el 70 % de los usuarios de luz, gas y agua perderán los subsidios. Puede terminar en un porcentaje semejante u otro, pero parece evidente que el número debe ser necesariamente grande , si el objetivo oficial consiste en corregir el fuerte desequilibrio de las cuentas fiscales".
Necesariamente. No hay otra, claro. Entonces, ¿de qué estamos hablando? ¿De ajuste? ¡No! De ajustazo: "Hay más para el mismo boletín. A la factura ya abultada por la quita le cargarán el IVA; Ingresos Brutos, en algunas provincias y tasas municipales, en unos cuantos lugares.
Por mucho que se busque disimularlo, esto representa, llanamente, ajuste sobre ajuste . Y con un ganador nítido: el Fisco nacional".
Ya no alcanza para adevertirle a nuestra querida comunidad que este gobierno montonero de izquierda ahora es de derecha y ortodoxo, en cuestión de semanas nada más. Del intervencionismo galopante pasamos al ajuste envidia de Rajoy y Cameron. Así, sin solución de continuidad. Y como no nos creen que se viene un ajuste espeluznante, redoblamos la apuesta y lo multiplicamos por 2: ajuste sobre ajuste. Si luego, nada de esto sucede, y la expresión de la reestructuración de los subsidios no redunda en aumentos desmedidos, presentaremos a los que se den como lo que dijimos que iba a suceder, y listo. ¿Total?
jueves, 1 de diciembre de 2011
Clarín no puede creer que la gente no salga a la calle para protestar por el ajuste que se va a venir
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