martes, 27 de diciembre de 2011

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Clarín: "-¿A qué género corresponde lo vivido entre octubre de 1973 y marzo de 1976? Usted cita la obra existencialista Esperando a Godot...
-¿A quién esperaban? Esperar a Godot es esperar que venga algo de afuera a solucionarte la vida. Perón llegaba y todo se arreglaba para siempre. Entonces, es una tragedia, griega o no, es un drama existencialista, pero sobre todo una tragedia. Hegel dice, la tragedia no es la lucha de lo bueno contra lo malo, sino de lo justo contra lo justo. Es una tragedia, en la que se enfrentan, no la verdad contra la verdad, sino más bien el error contra el error, o, si querés decirlo así, se enfrentan demasiadas verdades de una totalidad que ya no tiene totalizador.
-Perón ya no es el padre eterno...
-No, porque el padre eterno es el que no elegía, sino el que armonizaba. Ahora este padre elige a la derecha del movimiento, claramente, se juega, se particulariza. Si el totalizador deviene particularidad, ya no hay quien totalice el desastre, el desorden. Entonces es un desorden sin totalizador, ¿quiénes totalizan?, los militares del 76, a través de la muerte.
-¿Cuándo es que los peronistas se permiten criticar a Perón? Hasta Cristina lo critica...
-Bueno, supongo que para muchos peronistas lo de Cristina debe haber sido una suerte de permiso. Aunque Cristina dijo eso para enrostrarle a Moyano que a diferencia del primer peronismo ahora hay derecho de huelga. Pero desde Alfonsín hay derecho de huelga, desde que vivimos en democracia. Además habló de la Constitución de Sampay, lo dice medio distraída, para no nombrar a Perón. Esto lo hizo con mi beneplácito, porque una de las esperanzas que deposito en el gobierno es que avance más allá del peronismo. Yo a muchos amigos antiperonistas les digo, no se equivoquen, si ustedes quieren que el peronismo deje de ser el peronismo, la más habilitada para hacerlo es Cristina Kirchner, porque si el PJ realmente se moderniza, se va a ir diluyendo, no es que lo vaya a eliminar".

Debate: "-Se habló mucho del kichnerismo como recuperación-continuidad-herencia de algo llamado "setentismo". ¿Cuánto de eso hay?
-Hay mucho de eso. Sobre todo, durante la primera etapa de Néstor. Cristina va camino de hacer algo verdaderamente superador. Llamaría al primer kirchnerismo como la etapa superior del camporismo. Incluso, con algunos nombres de ese período. Están Esteban Righi, el Canca Gullo, Jorge Bernetti, más Juan Manuel Abal Medina, tan brillante como su padre. Además, es en ese momento que se recupera la idea de la juventud. Esa idea queda más clara al final de su vida, pero es en ese momento cuando empieza a despuntar. No nos confundamos: Cámpora pensaba hacer un gobierno keynesiano. En el capitalismo las cosas son claras: o neoliberalismo o keynesianismo. No se puede inventar mucho más, por el momento. Ahora, hay que tener verdadero coraje para hacer keynesianismo. Cuando Cristina dice “no voy a importar ni un clavo”, lo está haciendo. Y está haciendo gelbardismo, también.
 -Antes dijo que el primer kirchnerismo retoma los bríos del camporismo, pero que lo de Cristina era algo superador. ¿En qué sentido?
 -Tengo una hipótesis: Cristina va a ir más allá en muchas cosas; incluso, más allá de lo esperado. En términos democráticos, por ejemplo, cuestión con la que el peronismo, hay que decirlo, no se llevaba muy bien. ¿Cómo hubiera solucionado el primer Perón el conflicto con Clarín y La Nación? Los hubiese intervenido, como intervino La Prensa. Nadie hubiera podido decir por radio las barbaridades que hoy dicen de Cristina o que dijeron contra Kirchner, o contra cualquiera que apoyara al kirchnerismo, entre los que me incluyo. La democracia está incorporada al kirchnerismo y al respeto de los medios, también, más allá de lo que puedan decir. Con Clarín está dando una lucha. No va a intervenir o clausurar el diario. Nada de eso. Lo que hace es promover leyes que democraticen la prensa, que combatan la figura del monopolio. Cristina lo dice bien: gobierno nacional, popular y democrático. Lo democrático, en el peronismo, es nuevo.
 -Es una definición fuerte.
-Lo es. Los gobiernos peronistas eran nacionales y populares. Así fue en los cuarenta. Y, en los setenta, la democracia no tenía prestigio. No lo tenía para la JP, ni mucho menos para los otros, que nunca le tuvieron aprecio. Me hace gracia cuando dicen defender la democracia desde el diario La Nación o desde la Sociedad Rural. Mucha gracia. Esto que ofrece el kirchnerismo, es un cambio en esa tradición.
 -Hay sectores sociales opositores que no tienen representación política. Y buscan emergentes para expresarse. El “campo” lo fue en su momento. También la inseguridad. ¿Qué canales de expresión pueden darse?
 -Ahora están las corporaciones, lisa y llanamente. Y se van a jugar a la inflación como válvula de escape. Las corporaciones económicas no son nacionales, no les interesa el mercado interno ni la construcción de un país democrático. Esa gente está guiada por la codicia. No les importa el país, que haya patria o nación. Voltearon a Alfonsín e intentaron desestabilizar a Cristina. Pero con Cristina no van a poder. Lo que tiene que tener éste o cualquier gobierno es caja para frenar a las corporaciones. Cristina lo sabe; Alfonsín no la tuvo. Y eso lo van a tener que entender muchos. Porque para tener caja, que en términos políticos quiere decir contar con un Estado fuerte y solvente, algunos van a tener que desprenderse de los subsidios que tenían. Y van a tener que gravarse las acciones y la renta financiera, las importaciones suntuarias…
 -Se habla de un supuesto giro a la derecha, de un punto de inflexión y de entidades empresarias más a gusto con esta etapa que los dirigentes sindicales. ¿Qué le parece esa evaluación?
 -¿Un giro a la derecha? No, eso es político. Un giro a la derecha es lo que anhelan esos personajes. Cuando se hace política se negocia con todos, pero hasta cierto punto. Perón lo decía en sus términos: “en política, hay que darle al adversario el cincuenta por ciento, pero uno tiene que quedarse con el cincuenta por ciento más importante”. Eso está en Conducción política. Por supuesto, en cierto momento te encontrás que estás negociando con la derecha. Y ahí te viene toda la izquierda boba y te vuelve loco, porque a la izquierda de algo siempre se puede estar… En verdad, no están a la izquierda, están en otra galaxia. En política, a veces, hay que dar dos pasos. Dar tres o uno, es un error. Si se dan tres es posible que no puedas sostenerlo y que se convierta en un retroceso. Si se da uno, es que no hubo voluntad suficiente. Ahora, el que da los dos pasos, y los dos pasos adecuados, está convirtiendo la política en posibilidad, en el sentido heideggeriano.
-Cosa que a veces se confunde con posibilismo.
-Eso no es posibilismo. Porque el que negocia está abriendo un horizonte de posibilidad, que es lo que define a la existencia. Hacer política es abrir los caminos de la posibilidad, precisamente. Lo que llamo “la creación de lo posible”. Y eso se crea haciendo política. Para los filósofos, la política la hacen los sujetos. Y los sujetos que hacen política son sujetos constituyentes. Y el sujeto que hace política lo hace a través de la praxis. El hombre es el centro de la política, y no una porquería arrojada al costado de la estructura. Ahora, para eso se necesita conducción política y buena administración de tiempos. Cristina los tiene".


La Nación: ""Es muy incómodo adherir a un gobierno de dos gobernantes multimillonarios que están comandando un gobierno nacional, popular y democrático, y que te hablan del hambre". Esto no lo dijo ningún dirigente opositor, sino un intelectual cercano al Gobierno como el escritor José Pablo Feinmann, durante una entrevista que mantuvo con lanacion.com, en la octava y última entrega del ciclo "Pensar la Argentina que viene".
En la charla, incluso, el autor de libros como "Ultimos días de la víctima" y "El Flaco" se expresó en estos términos sobre su reconocida adhesión al oficialismo: "No soy kirchnerista. Si usted me pregunta qué soy yo, cuando me definen como un intelectual K, yo digo: 'Sí, sí, cómo no, Kant, Kierkegaard, Kafka'. No me insulten, no me tomen el pelo: ¿cómo voy a ser kirchnerista?"".

2 comentarios:

Ernesto dijo...

Cual es la fecha de la nota de Clarin?

Sergio Villone dijo...

Hoy.

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