Si uno compara las crónicas de Clarín y La Nación sobre el pronunciamiento del Procurador General de la Nación sobre la cautelar que defiende a Clarín de tener que desprenderse de 200 medios en todo el país para adecuarse a la ley (de Medios) verá que la del diario de los Mitre-Saguier es más defensora de los intereses del Grupo de Ernestina y Magnetto que la mismísima que aparece hoy en el Instrumento.
Por lo tanto, el texto deja de ser una crónica informativa para pasar a ser una columna de opinión, aunque esto no es aclarado al lector desprevenido. Se confunde información con opinión, y ésta refiere a la defensa de los intereses comerciales, financieros y económicos de un Grupo que supuestamnete no integra. Nunca esos intereses son explicitados a las audiencias para seguir operando bajo el paraguas de la falacia del periodismo independiente y objetivo.
"Sin embargo, hay algunos puntos que Righi omite contestar en su dictamen. El primero es que si la demanda que entabló Clarín para que se declare la invalidez del artículo 161 se demora no es por sólo culpa de esa empresa sino porque el Gobierno hizo sucesivas presentaciones y planteos de incompetencia. En otras palabras, la empresa se quedaría sin cautelar y su demanda contra la ley de medios tampoco avanza porque la obstruye el Estado.
Righi tampoco contesta otro argumento central de la Cámara: el tribunal había dicho que el Estado no sufre daño si se demora la aplicación de la ley de medios, mientras que Clarín sí sufriría un perjuicio grave si es desarmado como grupo y es obligado a vender radios y canales", termina declamando La Nación, en un texto que además no lleva firma (ya podríamos casi considerarlo como una editorial).
Clarín apenas si se enoja onda alumno que en vez de admitir su error acusa a otro de hacer algo nada que ver con lo suyo: "En su dictamen -que no es vinculante para la Corte- el procurador habló de la posibilidad de un “resarcimiento económico”, aspecto que no fue mencionado por el Grupo Clarín en su demanda. Tampoco habló Righi de la concentración de medios bajo el amparo oficial".
Mientras tanto, los trabajadores (aún de estas dos empresas paraperiodísticas) no se engañan: "Un estudio realizado por la consultora Ibarómetro entre periodistas de medios de comunicación de todo el país revela la mirada autocrítica de los trabajadores respecto de su profesión: el 32% de los consultados cree que el periodismo hoy está “condicionado” y el 76,3% acepta que los medios influyen mucho en las opiniones y la conducta de la gente.
El trabajo, realizado entre 240 trabajadores de diferentes diarios, radios y canales de televisión de diferentes edades, buscó estudiar las miradas de los periodistas en relación al vínculo entre política y medios y reveló que el 75% acepta que la libertad de expresión está condicionada por los intereses de las empresas de medios.
Por otra parte, existe una generalizada adhesión a la Ley de Medios: no sólo el 80% se manifiesta a favor, además un 76% considera importante que sea implementada en forma plena". (Fuente)
Ah, ¡y el Hugo ahora rubio y de ojos celestes! Casi me olvidaba...
Laborda presta los servicios arduos de empezar una lenta campaña para desnegativizar al líder sindical: "Hasta antes de su mensaje en Huracán, la imagen del líder camionero seguía siendo mala en líneas generales. De acuerdo con un sondeo de la consultora Equis, de Artemio López, en el área metropolitana, Moyano exhibe una imagen positiva entre el 16,2 por ciento de las personas consultadas y una opinión negativa entre el 46,7 por ciento. Claro que, según el mismo encuestador, que no oculta sus simpatías por el kirchnerismo, la imagen del conductor cegetista mejora en la clase trabajadora: entre los empleados de comercio, ostenta el 49,1 por ciento de percepción positiva contra el 28,7 por ciento de opiniones negativas".
¿No es hermoso? Un datito más: ahora Moyano no fue quien bloqueó las plantas impresoras de los dos diarios, sino que fue usado (casi obligado) por el gobierno K: "Moyano aportó cierta moderación en la negociación salarial en el último año, brindó apoyo sindical a las movilizaciones en defensa de los Kirchner y fue utilizado por el oficialismo como una suerte de grupo de choque en casos puntuales, como en los bloqueos a las plantas impresoras de Clarín y La Nación".
¡Manteca, nene!
martes, 20 de diciembre de 2011
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