martes, 13 de diciembre de 2011

El Momo reemplaza a De Ángeli: "Vienen por todo"

Les llegó la hora. Y la mentira es la misma: "Quieren cerrar diarios". Como cuando con la Ley de Medios, decían que se iban a cerrar canales y que no íbamos a poder escuchar el tema musical que quisiéramos. La victimización de los lobos no les sentó bien a Clarín y La Nación, a los cuales les cuesta admitir que el 23O también se votó por democratizar el acceso al papel de diario a un precio justo e igualitario para cada medio gráfico del país.
Hoy habrá dictamen en el Congreso y dentro de días será sancionada esta ley que también significa un duro golpe al monopolio que durante décadas disfrutaron Clarín y La Nación, con la venia del Estado bobo, en desmedro de cada uno de los otros diarios y otras revistas del país.
Como si no se les ocurriera otra cosa, ambas empresas paraperiodísticas reaccionan con su arsenal desgastado.
La Nación: "Un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, sin siquiera haber escuchado la opinión de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) , se apresta hoy a declarar de "interés público la fabricación, comercialización y distribución de papel para diarios".
El tratamiento de la iniciativa, que representa un serio peligro para la libertad de expresión, fue habilitado por la presidenta Cristina Kirchner mediante el decreto 2021 que convocó al Congreso nacional a sesiones extraordinarias.
Constitucionalistas y varios legisladores coincidieron en afirmar que el Gobierno busca someter la producción de papel a un "régimen regulatorio muy intervencionista, que viola la Constitución y los tratados internacionales".
Para el constitucionalista Gregorio Badeni, "declarar de interés público la producción de papel equivale a considerarlo un servicio público impropio, para restringir la actividad de los particulares. Viola el artículo 32 de la Constitución, que prohíbe dictar leyes contra la libertad de imprenta y, también, la Convención Americana".
Su colega Daniel Sabsay recuerda que la citada convención "prohíbe expresamente establecer restricciones indirectas al papel para diarios". Y el jurista Juan Sola, desde otra óptica, remarca que "la Suprema Corte norteamericana estableció que una regulación que persigue menoscabar el valor de una empresa es de carácter expropiatorio. Es autoritaria y no indemniza".
¿Se acuerdan cuando estos "constitucionalistas" (¿no hay otros?) también salían por todas las señales del Grupo diciendo que la Ley de Medios violaba todos los pactos preestablecidos, además de la Constitución? Lo que sorprende es la redundancia de los argumentos que ya no convencen a nadie, en vez de explicitar los intereses de estas empresas en Papel Prensa y cómo afectaría el perder el monopolio sobe el insumo. Inconfesable, ¿no?
Clarín también busca escudarse en Badeni para que diga las cosas que él no puede, sin aclarar que es abogado defensor de la empresa: "“El Gobierno quiere controlar la producción y distribución de papel, como tuvimos hasta 1955, cuando se regulaban los insumos de los medios gráficos, las cuotas de papel que se podían importar y a qué empresas se les asignaba el papel”, aseguró el constitucionalista Gregorio Badeni.
El proyecto que impulsa ahora el Gobierno es para premiar a los medios “adictos” y castigar a los “críticos”, del mismo modo que hace el kirchnerismo con la distribución arbitraria de la publicidad oficial. Para Badeni, “toda restricción a la libertad de prensa y de expresión genera en la sociedad una reacción muy fuerte. El Gobierno pretende avanzar sobre Papel Prensa porque fracasaron todas las medidas que quiso adoptar sobre esta empresa”, afirmó".
Para colmo de males, sus empleados en el Congreso tienen menos poder de incidencia que Batista en la selección argentina. Y como hace La Nación, citar a Adepa es como que Daniel Vila use de fuente a América.
Toda esta discusión, que Clarín y La Nación ya saben que tienen perdida, se da en un contexto de denuncias por parte del Estado (ahora no bobo) del desmanejo de la empresa por parte de los socios privados.
"El proyecto de ley para declarar la producción, distribución y venta de papel para diarios de interés público suscita un fuerte rechazo en algunos sectores de la oposición y en los medios cuya posición dominante se ve amenazada por la igualación de oportunidades en el acceso al vital insumo. Daniel Reposo, titular de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) explicó en diálogo con Tinta Roja (Radio Nacional, conducido por Cynthia Ottaviano) los detalles de la denuncia radicada en las últimas horas contra los representantes de Clarín y La Nación en Papel Prensa.
–¿En qué consiste la denuncia contra los directores privados de Papel Prensa?
–La denuncia es por asociación ilícita y es integral por todos los hechos que han sucedido en Papel Prensa. Clarín y La Nación tienen el 73% de las acciones, el 27% restante lo tiene el Estado Nacional. Han hecho un manejo irregular de absolutamente todo lo que es la gestión en la compañía y eso es lo que ponemos en un marco para que un juez en primer término disponga la intervención de modo que el interventor gestione, genere inversiones, y por sobre todas las cosas para que deje de haber ilícitos dentro de la sociedad. Hace pocos días hubo una asamblea que fue declarada irregular, no obstante, designaron personas a cargo del directorio sin cumplir con ninguno de los requisitos, con lo cual hoy Papel Prensa no tiene autoridades consolidadas legalmente. Otro de los temas es el excesivo costo. Se va inflando día a día con mayores costos para que de esa manera se puedan diluir las ganancias de la empresa. No han hecho inversiones y tienen el sueldo desproporcionado.
–¿Cuánto le estamos pagando entre todos los argentinos a un directivo de Papel Prensa?
–Los directivos, los que tienen los rangos gerenciales, están entre los 100 mil y 180 mil pesos netos por mes.
–O sea que ganan prácticamente dos millones de pesos al año.
–Sí, esto es totalmente desproporcionado. Desproporcionado con lo que es el mercado del papel, desproporcionado con lo que son los demás sueldos de la compañía. Esto hace que no se pueda invertir en la empresa. Hay un Estado que está buscando mayor inversión, que se llegue a todos los medios, que tengan acceso al papel porque hoy realmente no lo tienen. Recordemos que hace 20 años Papel Prensa producía muchísimo más de lo que produce hoy y año a año está produciendo cada vez menos. Esto genera un vaciamiento de la empresa porque al tener tan altos costos, inversiones que no se dan, pese a que el Estado quiere invertir, hace que se queden sin cupo para poder comprar todos los medios editoriales. Y esta la única empresa en el mundo que está manejada por un medio editorial. Por eso es tan importante que se consoliden los derechos y las libertades. En esto no tiene cabida que Clarín maneje la única empresa de fabricación de papel en la Argentina.
–Algunos dicen que esto no es así, que también está Papelera Tucumán, que vende papel para diarios.
–No, no tienen. La producción en un 98% la tiene Papel Prensa y todos compran a través de la empresa Papel Prensa. Lo que hacen es otra cosa que también se ha denunciado. Cada vez que hay un aumento de precio compran la totalidad del stock y no le permiten comprar papel a los medios editoriales. Cercenan la libertad de expresión porque el 60% de los costos que tiene un medio editorial es el papel de diario, con lo cual tiene que salir a importarlo con los costos que ello conlleva de tener gestores que le hagan toda la tramitación, los derechos aduaneros, y es imposible para un medio del interior del país generar este tipo de compra.
–Esto es importante aclarar porque Clarín y La Nación argumentan que se puede importar papel a arancel cero, pero hay otros costos que se suman al precio.
–Los que son derechos de exportación, los que son todos los gestores que generan la exportación, van sumando costos, más los tiempos que conlleva poder tener el stock de papel. Un medio editorial no tiene un stock para más de 15 días y esto conlleva que no puedan tener este insumo básico que sí lo tienen a un costo mucho menor los medios de Clarín y LaNación. Esto es lo que hace que no haya libertad para poder editar, por eso es tan importante la discusión de la ley, que ningún medio en la Argentina tenga más de un 10% de la fabricación del papel. Esto es generar igualdad para todos los medios editoriales del país.
–Tan dramática es la situación que en la Argentina muchos diarios han cerrado por no poder acceder al papel y a los costos a los que si acceden Clarín y La Nación.
–Una de las cosas que también denunciamos es que cuando se endeudan las empresas editoriales para poder tener acceso al papel, el trato no es igualitario. Cuando hubo una crisis, al Grupo Clarín le condonaron el 76% de los intereses, le dieron un plazo de gracia para que empezara a pagar a los ocho años y con un interés del 2% anual, mientras que a cualquier editorial del país le han cobrado intereses punitorios, intereses resarcitorios y tasas que están por encima del 30%, con lo cual no hay un trato justo con todos los medios editoriales. Cuando las empresas están por quebrar, lo que ha hecho el Grupo Clarín a través de CIMECO, de AGEA, es comprar a precios ínfimos estas editoriales y quedarse con el poder en el distrito de lo que es el manejo de la opinión pública. Porque en el interior del país el 85% de diarios que se venden son de medios locales, lo que le ha permitido a lo largo de la dictadura y en tiempo de democracia al Grupo Clarín comprar 64 diarios con esta metodología, ahogándolos financieramente para después comprarlos a un costo ínfimo y quedarse con el medio editorial que es lo que lee la gente.
–¿Cúal es el objetivo de este vaciamiento de la empresa?, preguntó Telma Luzzani.
–El objetivo es llegar a tener una producción ínfima, que no den los costos y el día que se tenga que retirar Clarín dejar una empresa vacía sin posibilidad de poder sustentarse económicamente. Por eso es muy importante que el juez decrete la intervención inmediata para poder paliar esta crisis que está viviendo Papel Prensa. Ha habido trimestres que ha tenido un quebranto, cuando Papel Prensa es la que le vende el papel de diario a todos los medios editoriales. Es la única empresa del país que vende, no puede generar quebranto jamás sino ganancias. A esto se suma la falta de inversión, el hecho de tener en la actualidad un proceso de producción que es el mismo de los años ochenta. No se ha puesto un solo centavo de inversión, fabricar cada vez menos genera necesariamente en el corto plazo una quiebra en la sociedad y esto es lo que se quiere evitar".
Fuente
Mientras tanto, el Momo anoche vendía sus servicios devaluados a Joaco para reemplazar a aquel inolvidable Desdentado, caído en desgracia, como Cleto, que ahora se ofrece como columnista de algún programita de TN ,en las madrugadas de los domingos...

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