Uno viene de ver el final de la temporada 6 de Dexter y no para de sorprenderse (¿no la viste venir, nene?). Al anuncio de Pepito de que Leuco Metralleta no lo va a tener en cuenta en 2012, ahora nos tenemos que digerir la pérdida del Colorado de Vila por las mañana. Es demasiado.
Lo de Pepito ya se veía venir, más o menos, especialmente luego del martes pasado cuando el cordobés se incomodó cuando Eliaschev lo puso en la disyuntiva de tener que defenderlo en pantalla ante los ataques de un Edgardo Depetris enojado porque el columnista había hablado de un característica psquiátrica que el diputado kirchnerista conectó con la salud de la Presidenta.Pero también se recuerdan los desplantes de Eliaschev al quedarse callado o directamente retirarse cuando el invitado era un miembro del partido oficial. La mayor apertura de Leuco a argumentos K (especialmente luego del 14A) y la mayor cantidad de invitados cercanos al goberino en el programa que se emite cada martes a las 22 por Canal 26 probablemente hayan conspirado contra la continuidad del periodista.
Mientras, lo de Liberman es más comprensible, teniendo en cuenta sus escasas competencias para lo que es la lectura de la realidad sociopolítica del país. Además, su desmedido histrionismo lo llevó, como muchas veces, a confundir chiste con ofensas hacia sus compañeros. Poco se le cree cuando tuitea loas hacia ellos, y no hace otra cosa que confirmar los múltiples rumores que lo presentan como una persona poco querida en el mundillo del periodismo deportivo.
La televisión argentina pierde dos piezas fundamentales sin las cuales el periodismo en general nunca podría haber sido puesto bajo el análisis más exhaustivo para superar sus falacias y malas intenciones gratuitas.
Mientras, la cautelar que protege al Grupo flaquea...
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