viernes, 30 de agosto de 2019

Habló la científica del Conicet que anticipó hace 4 años cómo iba a terminar Macri

El 29 de octubre de 2015, la socióloga Ana Castellani publicó en su cuenta de Twitter un cuadro sinóptico de lo "que va a pasar si Macri llega a presidente". Cuatro años después, la publicación se hizo viral y sorprende a más de uno por lo preciso del pronóstico.
"Las consecuencias de las políticas de liberalización del mercado", escribió Castellani cuatro días después de la primera vuelta en la que el candidato por la alianza Cambiemos, Mauricio Macri, había obtenido el 34% de los votos y, si bien estaba detrás del 37% del oficialista Daniel Scioli, se perfilaba hacia una victoria en el ballotage.
La científica del Conicet habló el miércoles con Radio con Vos (Buenos Aires) y aclaró que "no es que yo sea clarividente. Es saber lo que pasa en este país cuando se abre la cuenta capital ya sea en la dictadura o en los 90. Yo tenía la convicción que Macri iba a ir por un plan de este estilo".
El cuadro elaborado por la integrante del Grupo Fragata colocaba en amarillo diferentes factores o decisiones económicas de un hipotético gobierno de Macri y en celeste varios de los eventuales resultados de esas políticas. La imagen partía de un escenario de 'devaluación' en el que 'sube el dólar', lo que produce una 'caída del valor del peso'. Seguía con que 'los comerciantes suben los precios', lo que a su vez provoca que 'caen los salarios'. 'Se frena el consumo. Cae la actividad económica. Cae el mercado interno', aparecía en el centro del cuadro como uno de los hitos que efectivamente afectó a la economía argentina durante la administración macrista.
Castellani también pronosticó 'la apertura de importaciones', algo que vino acompañado del cierre de pequeñas y medianas empresas y el crecimiento de las grandes. También detallaba en 2015 que quitarían los controles al dólar y las retenciones a las exportaciones, dando lugar a la 'fuga de divisas'. Esos factores, junto a una caída en la recaudación, llevaban en el cuadro de la socióloga a un escenario en el que 'el Estado se empobrece', dando lugar a un 'ajuste'. A partir de eso aparecen la 'deuda externa', las 'privatizaciones' y la 'política económica dictada desde el exterior'.
Del otro lado, se presentaba la 'quita de subsidios, suba de tarifas, caen las jubilaciones, caen las políticas culturales, científicas y sociales'. Concluía con un recuadro central en el que 'aumenta la pobreza y crece el conflicto social'.
"Ahora el Twitter se me llenó de libertarios, chicos de Espert que defienden la idea de que el Estado es el causante de toda la pobreza y que falta ajuste. A mí me preocupa porque ahí hay una mirada del neoliberalismo con una definición teórica: esto es neoliberalismo en Argentina. Los libertarios van a decir 'si seguís teniendo sindicatos, paritarias, gasto público, cerrá y echá 2 millones de personas'. ¿Y qué hacés con un país? ¿Echás a la mitad?", se preguntó.
Castellani es doctora en Ciencias Sociales y magíster en Sociología Económica del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), donde realiza una investigación titulada Reconfiguración de la elite económica argentina. Continuidades y rupturas en el perfil de las grandes empresas y los grandes empresarios entre 2002 y 2015.Más:
Relato M: adornar la nada

miércoles, 28 de agosto de 2019

Denuncian que la crisis del cine "se agudiza cada vez más"

“Nos hubiese gustado decir cosas maravillosas sobre el cine argentino, pero no está atravesando un buen momento y nos preocupan, sobre todo, los fuertes recortes que se aplican sobre el sector audiovisual, los medios públicos y la cultura en general”.
Así comenzó en la noche del lunes su discurso el flamante secretario general de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de Argentina, Juan Pablo Russo. Fue durante la entrega de los premios Cóndor de Plata y ante un auditorio que lo interrumpió varias veces entre aplausos.
“El cine se está haciendo como se puede y no como se debe -denunció-. Si bien el Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) habla de un gran número de rodajes, no aclara que la mayoría tuvo que reducir sus jornadas de seis a tres semanas, porque el costo medio por película se encuentra por debajo del 50% de su valor real”. El costo al que hizo referencia es el monto que asigna el Incaa para otorgar los subsidios.
“El maltrato que sufre el cine argentino es notorio. La cuota de pantalla no sólo no se cumple, sino que desde el Estado se sacan resoluciones favoreciendo la concentración monopólica, donde el 90% de las pantallas es ocupada por los tanques. El cine de arte o autor tampoco encuentra pantallas y las pocas diferentes tienen que cerrar porque les resulta imposible mantenerse en pie”, detalló Russo.
La industria audiovisual atraviesa una crisis que se agudiza cada vez más. Hace 4 años había 130 festivales, pero ahora muchos dejaron de existir. Es necesario que a corto plazo se implemente una política de Estado que revierta la situación. Quienes nos gobiernan deben entender que la cultura no es un gasto, una planilla de Excel ni un bien prescindible. Es una inversión a largo plazo, un derecho que debe estar al alcance de todes”, reclamó.
Sus dichos fueron apoyados por muchos de los premiados, que expresaron posiciones críticas contra el gobierno actual. Uno de los más elocuentes fue Darío Grandinetti, quien ganó la estatuilla a mejor actor por “Rojo” y sostuvo: “Por suerte va a cambiar lo que nos está pasando y me sumo con esperanza a ese pedido. Cultura va a volver a ser Ministerio y seguramente también Salud y Educación”. El cantante Vicentico (ganó a mejor canción) avaló sus afirmaciones. También hubo reclamos por la igualdad de género, para que la mujer tenga más presencia en los rubros técnicos y un cupo femenino dentro de la industria, a través del hashtag #hagamoslugar.
En la gala, “El Ángel”, de Luis Ortega, se consagró como la mejor producción de 2018 al haber ganado 10 de las 14 nominaciones a las que aspiraba, entre ellos los rubros más importantes como película de ficción, dirección (compartido con Benjamín Naishtat, responsable de “Rojo”, quien también criticó la actualidad del Incaa, “que está vaciado de su función y ya no da créditos, luego de que todo comenzara con una operación televisiva”), actor de reparto (Daniel Fanego) y revelación masculina (Lorenzo Ferro).
Más:
"No podemos realizar nuestras películas"

lunes, 26 de agosto de 2019

Schiaretti se va quedando solo

La prescindencia en las elecciones presidenciales por parte de Juan Schiaretti deberá pasar un duro examen esta semana, cuando ya prácticamente se encuentra solo y rodeado por un PJ provincial decididamente alineado detrás de la candidatura de Alberto Fernández, y que no ve con buenos ojos que su máxima autoridad sea el único gobernador peronista que no apoya al muy probablemente próximo presidente de los argentinos.
No sólo el excelente resultado que logró la fórmula de los Fernández el 11 de agosto juega en contra de las aspiraciones de Schiaretti de no apoyar la unidad peronista, sino también los movimientos de las últimas semanas de actores de peso en la política cordobesa, que ponen en evidencia pública a El Gringo, inmovilizado en las últimos días por una decisión que retrasa hasta el asombro, escudándose detrás del viejo discurso del cordobesismo enfrentado al kirchnerismo de rechazo a una supuesta lealtad partidaria.
El delasotismo es el principal factor de poder que continúa ejerciendo presión hacia el interior de la coalición Hacemos por Córdoba (HPC), tanto en términos electorales como en lo que respecta a la gestión provincial, lo que profundiza el malestar en las filas del schiarettismo, al que le van quedando pocos argumentos para seguir con la estrategia de cerrarse sobre la boleta corta de diputados nacionales, que si bien lograría la renovación de las dos bancas que pone en juego, representa una merma sensible de votos con respecto a los logrados por Schiaretti en mayo cuando fue reelecto como gobernador.
La reunión del viernes pasado en Tigre (Buenos Aires) entre Fernández y la legisladora electa de HPC, Natalia de la Sota, cayó como un balde de agua fría en el schiarettismo, más allá de que la hija del ex gobernador fallecido viene trabajando con el kirchnerismo desde hace tiempo, especialmente a través de la dirigente de La Cámpora y diputada nacional, Gabriela Estévez. Simbólicamente, Natalia concentra el legado de su padre y es expresión de una parte del justicialismo cordobés descontento con el apoyo incondicional de Schiaretti a las medidas de ajuste del presidente Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional.
El encuentro entre Fernández y la actual concejala alarga una serie de gestos de los referentes locales del PJ hacia la figura del ex jefe de Gabinete de la Nación: el presidente del justicialismo provincial, el senador Carlos Caserio, fue el primer dirigente de peso en respaldar públicamente a Fernández, y es el principal armador territorial del Frente de Todos, y suena como posible integrante de un eventual gabinete fernandista.
De hecho, el miércoles de la semana pasada, el aspirante a la Casa Rosada por la oposición volvió a dialogar personalmente con Caserio, con el objetivo de coordinar la continuidad de la estrategia de campaña para este distrito: seguir sumando más intendentes peronistas al centenar que ya apoya la fórmula FF (a pesar de la orden de Schiaretti de no hacerlo), y otros líderes del espacio, como el apoderado del partido, Domingo Carbonetti.
Pero Schiaretti se resiste, casi en soledad, a tal punto que se presta a sobreactuaciones frente al gobierno declinante de Macri: si bien Córdoba adhirió a través de la firma del ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, al documento que planteó reparos hacia la quita del IVA a algunos productos de la canasta básica, y la suba del piso de Ganancias, la provincia no acompañará las presentaciones judiciales que realizarán hoy otros gobernadores ante la Corte Suprema de Justicia y en el Senado con un proyecto de ley impulsado por Caserio.
Se espera que en las próximas semanas Alberto Fernández visite la provincia nuevamente y que se encuentre con Schiaretti para continuar presencialmente el diálogo telefónico que el candidato del Frente de Todos aseguró tuvieron luego de su aplastante victoria en las PASO. Ahora, la meta del peronismo unido en Córdoba es llegar al 40% y reducir aún más la distancia con Macri (fue de 18 puntos).
Si no se decide, Schiaretti se llevaría una sorpresa doble: ya hay intendentes radicales que manejan la posibilidad de proponerles a sus vecinos el corte de boleta en favor de los Fernández. Es que, aunque ganó en Córdoba el 11 de agosto, la figura de Macri no para de tirarles sus números para abajo.
Más:
Anatomía del cordobesismo

domingo, 25 de agosto de 2019

Ahora Clarín quiere eliminar la neutralidad de la Red

"En 2018, Telefónica denunció a Telecom (ya fusionada con Cablevisión, de Clarín) ante el regulador Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) por violar la neutralidad de la Red con Flow y Personal.
¿Qué es la neutralidad de la Red? Un principio que pretende garantizar que todos los datos circulen por Internet sin ser discriminados. En Argentina, está contemplada por la vigente Ley Argentina Digital (artículos 56  y 57.
En una etapa de concentración y convergencia de empresas de telecomunicaciones y medios, la neutralidad de la Red apunta a evitar que los proveedores de Internet favorezcan sus contenidos y/o perjudiquen los de sus competidores (ejemplo: Comcast ralentizando Netflix), entre otras cosas.
Una de las formas de violar la neutralidad de la Red es el zero-rating: que una operadora móvil te ofrezca una promo para que uses una app sin consumidor datos. Acá pasa con Whatsapp, promocionado por Personal, Movistar y Claro. Esto no sólo perjudica a sus rivales (como Telegram), sino que, a fin de cuentas, las operadores se compensan con planes más caros o con menos gigas.
Clarín fue más lejos. Durante el Mundial 2018, Personal (Telecom) ofreció a los clientes que compartía con su fusionada Cablevisión la posibilidad de ver los partidos por Flow (app de Cablevisión) sin consumir datos.
Ello perjudicaba a servicios rivales (como la TV Pública); favorecía a socios dueños de derechos de TV (Torneos, TyC, Fox); e invitaba a los usuarios móviles y de cable a pasarse a Personal y a Cablevisión, perjudicando a los rivales e incrementando la concentración.
Telefónica denunció esta maniobra ante el Enacom, que resolvió meses después y se lavó las manos: sólo recordó a Cablevisión-Telecom que incluyera apps similares si volvía a hacerlo.
Cablevisión-Telecom, que repitió la promo en la final de la Copa Libertadores, se había defendido acusando a Telefónica de hacer lo mismo con Whatsapp. Telefónica reiteró el reclamo dos veces y la denunciada dio marcha atrás con el Mundial de Clubes, en otro ejemplo más de connivencia entre Clarín y el Enacom".
lic. en Ciencias de la Comunicación
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FF: El nuevo contrato social también incluye a Clarín

sábado, 24 de agosto de 2019

#24A: Carta a Luis Brandoni

"Le hablo a usted, Luis Brandoni. Hace ya tiempo que quería decirle algunas cosas. No lo tuteo porque no me conoce, aunque yo sí a usted; bueno, quién no conoce a Luis Brandoni en la Argentina. ¿Ve?, en esto me lleva ventaja, porque mis palabras son las de un ciudadano anónimo, lo que hace que a veces lo que uno dice se transforme en una muda súplica. Pero las suyas son palabras precedidas por la fama de un actor que tiene tantas películas memorables en su haber. Es por eso que creo que hay una responsabilidad especialísima en usted cuando emite una opinión a los argentinos.
De todas las películas que interpretó, hoy quiero recordar una: “La Patagonia Rebelde”. ¿Se acuerda? Seguro que sí, Luis. Se lo abrevio al lector: es una historia real ocurrida en el sur argentino a principios del siglo XX, cuando los trabajadores laneros pedían mejores condiciones y salarios dignos, y el gobierno radical, en defensa de los intereses de los dueños de las estancias, dio la orden al ejército para que terminara con esas protestas. Usted que es tan memorioso, ¿se acuerda cómo termina esa represión, Luis? El teniente coronel Héctor Benigno Varela, cumpliendo con la orden de “normalizar” la situación, terminó fusilando a casi 1.500 trabajadores y deportando a otros cientos hacia Chile y España. En esa película, usted, Brandoni, interpretaba al gallego Soto, Antonio Soto, un español escapado de la miseria de su país, que al momento de las huelgas se desempeñaba como secretario general de la Sociedad Obrera de Río Gallegos.
¡Qué tiempos esos; los del gallego Antonio Soto y los suyos, Luis, cuando interpretó a ese luchador que enfrentó con dignidad la explotación miserable y el maltrato de los terratenientes!
Pero hagamos más memoria. ¿Sabe de los apellidos de esa oligarquía estanciera que relata la película? Recordemos algunos: Adolfo Bullrich, vendedor de todo lo que la campaña de Roca le quitó a los pueblos originarios y dueño de la mansión que hoy es el Patio Bullrich. Es el tatarabuelo del ex ministro de Educación y actual senador macrista Esteban José Bullrich Zorraquín Ocampo Alvear, tal su apellido popular. Y familiar directo de la Patricia, la ministra de Seguridad de la Nación, la tía segunda de Esteban, descendiente de Honorio Pueyrredón, ministro de Agricultura y posteriormente ministro de Relaciones Exteriores del presidente Hipólito Yrigoyen, cuando ocurrió la represión en la Patagonia. Estaban también los Braun, los Peña Braun, los familiares directos del “patriota” (según Carrió) Marquitos Peña, el jefe de Gabinete del Gran Bonete Mauricio. Ah, casi me olvidaba de Pinedo, el apellido que selló el tratado Roca-Runciman, el que entregó a los ingleses el comercio de las carnes, los frigoríficos y tantas cosas que hacían a la soberanía de la Nación. Aquel es el familiar directísimo del calmo don Federico del PRO, el que fue presidente por unas horas. ¡Qué apellidos! Y no por apellidos sino porque cada una de esas familias han transcurrido el siglo XX y ahora el XXI preñados del mismo dogma de clase.
Pero volvamos al presente. Déjeme ahora recordarle al lector, también a usted y a mí, las palabras que por estos días les dirigió a los militantes y argentinos macristas, en un video que grabó en Madrid, adonde aclara que estaba “cumpliendo un compromiso asumido hace muchos meses”. Allí, con una bien actuada voz, tan cercana al tono de homilía dominical de un cura párroco, dijo lo siguiente: “Acá estamos, en España… ¡preocupado… pero no derrotado! Al contrario, queda mucho por hacer, todavía. Por lo pronto, el sábado, el sábado 24, salgamos a las calles y las plazas de todo el país para mostrar y mostrarnos que somos muchos, muchos más los que queremos un país republicano, democrático y decente. Y prepararnos para la de ‘en de veras’, la del 27 de octubre, con fiscales en todas las mesas, convencidos y seguros. Perdimos la República muchas veces… otra vez no”. Y finaliza sollozando: “Abrazos y viva la patria… eh”.
¿Qué es lo que lo que tanto le preocupa, Luis? ¿Qué insinúa con ese tono mendicante, de hablar bajito, cuando balbucea: “Queremos un país republicano, democrático y decente... con fiscales en todas las mesas, convencidos y seguros”? ¿A qué argentinos está alertando cuando clama bajito: “Perdimos la República muchas veces… otra vez no”?
Su soberbia indigna, pero más su falta de sentido democrático y republicano, el que reclama para sí y para los suyos como patrimonio, dejándome a mí y a millones afuera. Por eso quiero contarle sucintamente quién soy yo, aún a sabiendas de que quizás usted nunca se entere de mis palabras.
Me llamo Marcos Doño; soy periodista y escritor. Como la mayoría de los millones de argentinos, soy un ciudadano común con una historia particular llena de momentos felices y también trágicos. Me crie en una familia de clase media; mis abuelos paternos eran inmigrantes venidos de Turquía y los maternos de Ucrania, escapando a las persecuciones y los pogroms antisemitas. Fueron luchadores incansables, como lo eran todos los inmigrantes llegados a principios y mediados del siglo XX. Mis abuelos paternos trabajaron en la ciudad de Buenos Aires, en Córdoba, en San Isidro y en el partido de Tigre, donde nació mi padre, un genio natural, músico de jazz y luego un pequeño industrial, un trabajador incansable que se vio obligado a salir al ruedo de la vida desde muy temprano, a los ocho años, trabajando de canillita. Los maternos se asentaron en una colonia de un campo de Entre Ríos, donde junto a otros fundaron una cooperativa agrícola. Eran esos gauchos judíos que cuenta la novela homónima de Gerchunof. Y eran socialistas; socialistas de Palacios y de Repetto, como me decía siempre mi zeide (abuelo). Y hablando de ese patriotismo republicano que usted declama como un puñal que se clava en contra de los otros argentinos, los que usted denuesta con cada sílaba, hay un hecho que quiero destacar: mis abuelos tenían la costumbre de colgar la bandera argentina del balcón en cada fecha patria. Y una de esas banderas me fue dada en herencia como un tesoro invalorable. Así crecí, como tantos millones de argentinos, envuelto en esta identidad, educado en la escuela pública, aprendiendo día a día el sentido fundamental del trabajo y la honestidad como los valores esenciales para una vida digna. La ironía maldita quiso, sin embargo, que un día, mejor dicho una noche eterna, cuando estaba secuestrado y torturado, uno de mis verdugos me dijera: “Que seas zurdo vaya y pase… pero donde la cagaste es en que sos judío… vos no sos argentino”. Pero resulta que yo estaba allí, estaqueado en esa cama de metal, desaparecido para el mundo, por ser un joven apasionado que se había decidido a luchar por la Patria, por la República y por la Democracia que usted y los suyos dicen defender y yo no, señor Luis Brandoni.
La República perdida, esa que tanto le asusta, se vuelva a perder con el peronismo, fue secuestrada durante la larga noche que dio inicio el 24 de marzo de 1976 con el golpe de Estado. ¿Recuerda usted, Brandoni, los apellidos de esos cruzados de la muerte que asolaron la Argentina durante los años de la dictadura videlista? Busque y se va a encontrar con la sorpresa de que son las mismas familias, los mismos apellidos que vienen de lejos en el tiempo haciendo las mismas iniquidades desde que decidieron que la Argentina sería por siempre su propiedad privada. Son los mismos apellidos que aborrecían a San Martín y Belgrano y su política de construir una América grande, respetando a sus pueblos originarios en su cultura y en el derecho a la propiedad de sus tierras y sus bienes. A José de San Martín lo odiaban como hoy se odia a otras y a otros. Por eso el Libertador debió irse y morir en Francia, porque no quiso participar de la desunión nacional que promovía el odio a una clase. Y porque su asesinato estaba resuelto. Bien, la mayoría de estos apellidos los va encontrar también reunidos en la Sociedad Rural Argentina. Son los mismos que no tuvieron empacho en insultar y silbar a Raúl Alfonsín, su amado Alfonsín, quien fue claro cuando dijo que Macri era el límite para un radical, en un acto antidemocrático en contra de todo lo que representaba su política distributiva. Usted lo sabe, don Luis, esos gritones ganaderos no eran peronistas.
No, Luis. La vida y la historia no son blanco y negro. Y como en las mejores familias, en los partidos hay de todo; un Alfonsín y un Sanz, un Moreau y un Negri, un Néstor y un López Rega, como el que lo persiguió a usted. Y también a mí, don Brandoni. Y también a tantos peronistas asesinados por esa banda de ultraderecha, las Tres A, que usted siempre pone en punta de lengua cuando quiere tipificar al peronismo de antidemocrático y antirepublicano. Eso se llama maniqueísmo, Brandoni. Porque usted sabe, o debería saber, que el “brujo” López Rega era de la misma estirpe ideológica que Rivarena Carlés, aquel allegado al radicalismo que casi un siglo atrás comandó la Liga Patriótica durante la Semana Trágica.
No hay ángeles ni demonios, como usted quiere don Luis Brandoni. Sólo hay seres humanos. Por eso la historia es así, sinuosa, como los amores y los odios. Pero si se trata de robo, de saqueo masivo, de robar la República, debería coincidir conmigo en que son ellos, don Luis, los que verdaderamente se robaron la República, una y otra vez. Y mire usted, son los apellidos que hoy defiende con tanto ahínco como la garantía de la democracia y el republicanismo. Tampoco ignora usted, Brandoni, quiénes llenaron las cárceles de la dictadura de los Pinedo, los Bullrich, los Ortiz Ocampo, los Alvear. En su mayoría eran peronistas. ¿Entonces?
Y conste que por esos días yo no sólo no era peronista sino que muchas veces me había comportado como un gorila profesional. Pero eso sí, mi gorilismo jamás rozó el odio, como el que usted transpira. ¿Cómo podría odiar sabiendo que allí anidaba el clamor de la mayoría del pueblo argentino trabajador? Lo mío era un antiperonismo como el de Julio Cortázar o el del Che Guevara. Era más bien un arraigo cultural, una costra de prejuicio nacida de la mirada general de una clase media que odiaba al general, y también de cierta ortodoxia marxista que cabalgaba en mis venas y que me impedía acceder, como lo haría años después, y como finalmente lo hicieron Cortázar, el Che y tantos, a la comprensión de un movimiento popular que para otros millones nunca dejaría de ser la encarnación de todos los males de la Argentina. Reconozco que en mí siempre había anidado una llama que más de una vez me hacía repensar mi posición.
Esa llama la había encendido mi madre, quien desde lo puramente sentimental se había sentido cerca de ese pueblo peronista al que el odio de clase no esperó para etiquetar como el “aluvión zoológico”, desde ese primer 17 de octubre, cuando las masas obreras llegaron y se concentraron en la Plaza de Mayo. Seguro que usted, Brandoni, como tantos otros millones de argentinos, están convencidos al día de hoy quienes comenzaron con la grieta. Pero no busque tan cerca porque no fue ni Cristina, ni Néstor, ni Perón, ni en alguna grieta lejana en el tiempo, que de tanto en tanto se abre. Esta última, la que divide a peronistas de gorilas, no la va a encontrar en los cuentos y diatribas de Jorge Lanata, Majul, Leuco y usted mismo. ¡No! Al menos tenga valentía intelectual de buscarla en el odio de clase que bautizó a la clase trabajadora de “aluvión zoológico”, cuando la alegría de sentirse dignificados y visibles los llevó a marchar y concentrarse por primera vez en la historia en la Plaza de Mayo, ese 17 de octubre de 1945. Ahí la va encontrar, en el odio explícito y explicitado de una clase social en contra de otra. Hoy, el aluvión tiene otros nombres para ese odio de clase. Se llama “grasa militante”, “choripaneros”, “planeros”, “camporistas”, “vamo' a volver”.
Por todo esto, por sus dudas y por las dudas que peligrosamente usted está tratando de inyectarle a la población, don Brandoni, quiero decirle lo siguiente: Yo soy un ciudadano común que sufrió la cárcel de la dictadura por espacio de casi dos años. Yo viví la muerte, la tortura y las vejaciones más indecentes en carne propia y las sufridas por mujeres y hombres que lucharon por recuperar la República perdida, la República de todos.
Yo soy un ciudadano que se alegró como millones de argentinos cuando la democracia volvió de la mano de Alfonsín como presidente. Un Alfonsín que fue votado por propios y por peronistas. Un Alfonsín que poco tiempo después, cuando su gobierno estuvo acorralado por los militares golpistas carapintadas, se sostuvo en el poder por el apoyo y la lucha de todos los argentinos que salimos a defender la democracia y la República.
Yo soy un hombre común, Brandoni. Soy un hombre decente y republicano que a pesar de haber sufrido el exilio y escarnio, y de haber estado tantas veces cerca de la muerte junto a mi esposa, pude formar una familia maravillosa con tres hijos y nietos que somos parte de la construcción de esta Nación que usted cree es honesta sólo si se la piensa como usted. Por eso yo no voy a permitirle que desde el odio y el resentimiento más profundos, únicas guías de su lengua, me acuse a mí y acuse a millones de argentinos de ser parte de una especie de conspiración que quiere destruir la República.
Le pido que repase en su memoria los apellidos que hoy gobiernan este país y que usted hoy defiende con tanta pasión, alimentado por su memoria cada día más selectiva, tan selectiva como lo es una clase dominante en detrimento de la clase dominada. Son ellos, Brandoni. Allí va a encontrar los apellidos que se robaron la República y la Democracia con toda la indecencia que se pueda uno imaginar.
Y concluyo: no lo odio Brandoni como sí usted me odia a mí. Lo que sí puedo afirmar y decir con razón es que le he perdido todo respeto".
Periodista y escritor
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Resistiendo con aguante

jueves, 22 de agosto de 2019

Coto, yo te conozco

Otra vez el supermercado Coto en el centro del escándalo: un hombre de 70 años, Vicente Ferrer, que se llevaba sin pagar queso, aceite y un chocolate de una sucursal de San Telmo (Buenos Aires) murió de un infarto como consecuencia de la paliza que le dieron dos custodios del lugar, no conformes con haber recuperado la mercadería. Ferrer sufría de demencia senil.
El episodio ocurrió el viernes 16, en el Coto de Brasil 575. "Los testigos me contaron que el hombre se resistió hasta que pudo, pero cuando cayó al suelo, le pegaron patadas en el piso y cuando yo lo vi, me parece que ya estaba muerto", le relató a Página/12 Nicolás Ramos, vecino del barrio y fotógrafo, quien registró la escena que ilustra esta nota. Luego de golpearlo, y dejarlo desvanecido, "lo arrastraron hasta el frente de la panadería" que está en la misma cuadra. Los autores del crimen están detenidos.
Nicolás fue increpado por los dos policías, molestos porque fotografiaba lo que estaba pasando. "Me dijeron varias veces que me fuera, que dejara de sacar fotos, pero yo seguí porque con otros vecinos de San Telmo nos estamos comunicando porque en los últimos tiempos hay mucha policía y mucha violencia policial, pero los robos siguen como si nada".  La mayoría de los vecinos que se habían reunido, sólo miraban y comentaban entre ellos lo sucedido, pero "un joven que vive en la calle, los increpó a los policías y también a los de seguridad de Coto". A ellos les dijo: "Ustedes le pegan así a la gente por robar comida y les pegan porque no saben lo que es tener hambre"
Este luctuoso incidente se suma a otros escándalos protagonizados por la empresa propiedad de Alfredo Coto, un hombre muy cercano al presidente Mauricio Macri, al punto de haber prestado su empresa para algunos actos presidenciales.
El más resonante fue el hallazgo de un arsenal enorme en una sucursal de Paysandú al 1.800 de Buenos Aires. Coto tenía escondidas 227 granadas, 41 proyectiles de gases, 27 armas de fuego y 2 de lanzamiento, 3.886 municiones, 14 chalecos antibala, 22 cascos tácticos sin número visible, un silenciador y 9 escudos antitumultos. La mayoría del armamento hallado pertenecía a la Policía Federal y a la Prefectura, fuerzas bajo comando de Patricia Bullrich. Había además armamento con los números de serie adulterados, otro con la numeración limada y otros tantos con permisos vencidos.
En diciembre, la Cámara Federal porteña desprocesó a Alfredo Coto y a su hijo Germán porque dado el tamaño de la empresa que manejan, aseguraron los jueces, podían no estar al tanto de los temas vinculados con la seguridad comercial de la firma. Los Coto dijeron que las armas estaban alojadas en su empresa para prevenir saqueos.
Alfredo Coto es el décimo noveno hombre más rico del país, con una fortuna valuada en 1.100 millones de dólares. Parte de ese dinero logró blanquearlo gracias a la medida tomada por el presidente Macri en su primer año de gobierno para favorecer a evasores fiscales.
A través de esa maniobra disimulada por el macrismo con la "Reparación Histórica" para los jubilados, Coto limpió 7.000 millones de pesos, y se convirtió así en el empresario que más aprovechó la decisión del oficialismo, con la cual hasta la propia familia presidencial se vio beneficiada: Gianfranco Macri blanqueó 4 millones de dólares.
Más:
Carta del hermano del hombre asesinado de una patada por un policía de la CABA

miércoles, 21 de agosto de 2019

La farsa macrista: nenes caprichosos en crisis

El doctor en Ciencias Sociales y ensayista Gustavo Varela consideró que los integrntes del gobierno nacional "son nenes caprichosos a los que las cosas no les han salido bien", y en función de esa caracterización es que reaccionaron luego de la dura derrota que sufrieron el 11 de agosto ante la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
"Parece que estuvieran implosionando, ¿no? Aquello para lo que ellos estaban preparados no les funciona y se enfrentan entre ellos ahora, que eso también es una característica que hasta este momento no había aparecido", sostuvo el autor del libro "Aguafuertes de la farsa macrista" (Editorial Sudestada).
"Son nenes caprichosos a los que las cosas no les han salido bien. Entonces, hacen todo eso que hacen, que es un poco una expresión de su propia falta de poder, se ven entorpecidos por un mundo que ellos no calculaban y que efectivamente ahora lo tienen que calcular ¿no? Estaban muy cómodamente sentados y ahora tienen que empezar a moverse, empezar a construir algo para ver si pueden llegar a algún lado. Me parece que no van a poder llegar y lo que hicieron a lo largo de esta semana es un signo de su propia debilidad más que de su fortaleza", opinó en referencia a los desaciertos en los que incurrió el macrismo desde la elección PASO.
"Ellos están muy irritados, buscan permanentemente salir con la propia y nunca pensar en términos colectivos. Creo que no van a ser torpes, van a tratar de mantener un estado de cosas, por lo menos hasta octubre. Y estoy convencido de que el Frente que hizo Alberto y Cristina me parece que va a tener una solidez muy fuerte en el momento en que sean las votaciones. Así que después no sé, eso es muy difícil poder pensarlo, son gente de revancha, de venganza, no sé… no me animo a pensar qué pueden hacer", preocupó Varela en diálogo con FM Sonar (Santa Rosa, La Pampa).
Entrevista completa:

Más:
Es el peronismo, estúpido

domingo, 18 de agosto de 2019

Con Macri, los 8 argentinos más ricos son un 253% más ricos

Un informe elaborado por el Instituto de Pensamientos y Políticas Públicas (IPYPP), un centro de estudios, investigación y formación perteneciente al Instrumento Electoral por la Unidad Popular (UP), determinó cuánto ganaron las 8 fortunas más grandes de Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri.
Los economistas Tomás Raffo y Claudio Lozano demostraron cómo la política devaluacionista del gobierno de Macri le permitió a los multimillonarios locales aminorar sensiblemente sus pérdidas en dólares cuando estas se valúan en moneda local. En pesos, la reducción patrimonial, a consecuencia de la monumental transferencia que implica la devaluación, sólo ascendió al 5,2 %.
La política de Cambiemos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) posibilitó que, en simultáneo con el aumento de la pobreza y la indigencia, estos 8 multimillonarios incrementaran su patrimonio en un 51,4% en dólares y en un 253% en pesos si se compara 2019 con 2017.
Las familias analizadas son las de Paolo Rocca, Alejandro Bulgheroni, Alberto Roemmers, Gregorio Pérez Companc, Eduardo Constantini y Marcos Galperin, el empresario preferido de Macri.
El aumento patrimonial de estos ricos que posibilitó la devaluación equivale al valor de las canastas de bienes y servicios necesarias para que 16 millones de personas salgan de la pobreza.
Considerando el valor de las 50 fortunas, Raffo y Lozano estimaron que se resignaron recursos públicos por más de 600 millones de dólares que hubieran permitido sacar de la pobreza a más de 300.000 personas y de la indigencia a casi 800.000.
Si se restituyera la alícuota del Impuesto a los Bienes Personales en 0,75 por ciento, no sólo a las 50 fortunas más importantes sino a los que detentan un patrimonio superior al millón de dólares, lo recaudado bastaría para terminar con la indigencia y para reducir la pobreza del 34,1 por ciento actual al 19,7.
Sin embargo, esta no es la opción del gobierno de Macri. Su política es menos ricos cada vez más ricos con pobres cada vez más pobres. Seguramente esta decisión se vincula con el hecho objetivo de que la fortuna número treinta y cinco de las 50 más importantes del país corresponde a la mismísima familia presidencial.
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De las finanzas a los cuerpos

viernes, 16 de agosto de 2019

¿Por qué bajar el IVA a un producto no asegura que baje el precio?

"Bajar el IVA a un producto no asegura que baje el precio de ese producto. No al menos en la misma proporción. ¿Por qué? Porque los impuestos son rentabilidad no percibida por el productor. Si yo bajo ese impuesto, dicha baja será absorbida por quien produce. Más en este contexto de tan baja rentabilidad que se viene arrastrando hace meses.
A un kilo de pan, hoy entre $80 y $100, se le quita el IVA, que en este producto es del 10,5%, al día siguiente no va a estar 10,5% más barato. Una parte de esa baja será recuperación de rentabilidad no percibida y, si así decide el productor, una parte puede impactar en una baja del precio mientras dure la medida.
Es importante marcar que mucho del diseño de las medidas anunciadas el miércoles o esta anunciada ayer se muestra apresurado. El golpe de efecto comunicacional choca con el verdadero impacto que puedan tener.
Así como revela un mal diseño el hecho que los trabajadores de más altos ingresos se ven beneficiados de manera permanente por la suba del Mínimo No Imponible y los que no pagan el Impuesto a las Ganancias, monotributistas o informales sólo tienen 1.000 o 2.000 pesitos por un par de meses, esta medida sobre IVA muestra improvisación.
La baja del IVA en sí descomprime tal vez finanzas de PyMEs en crisis, que tienen la soga al cuello en su capital de trabajo con este nivel de tasa. Bienvenido sea. Pero es un error decir que bajan los precios por estos anuncios.
Estas medidas son simplemente electoralistas. Si estuviesen pensadas para mitigar la crisis, su fecha de vencimiento sería el inicio de una posible recuperación y no los comicios de octubre".
Director ejecutivo de la Federación Argentina de
la Industria Maderera y Afines (FAIMA)
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jueves, 15 de agosto de 2019

Macri: game over

"En 2016, escribí el libro "Cambiando. El eterno comienzo de la Argentinas", cuando el presidente Mauricio Macri tenía 70% de imagen positiva. Desde la mirada de la comunicación política. Me preocupaba mucho la euforia y la gestión de expectativas. Y fui coleccionado apariciones mediáticas. Siempre con un doble sentido: la exageración del cambio. Expectativas desde un quiebre histórico. Casi mítico de tan bueno.
Después fue el "tanteo" de medidas con argumentos estrafalarios. La comunicación como especulación. Pero llamaba la atención lo absurdo (y hasta cínico). Esta competía palo a palo con la medida de Moreno prohibiendo ingreso de libros por el plomo en la tinta.
El exceso de subjetividad en la crisis. El capítulo de gestión de crisis es por lejos la mayor deficiencia (pero muy y por lejos del gobierno). Jamás olvidaré cuando Macri dijo:"La autocrítica que me hago es que siempre he sido muy positivo". Fue el argumento que se ofreció como autocrítica tras la corrida bancaria de 2018.
La negación fue otra de las grandes características. Y tenía un claro abanderado (tiene, en realidad; el domingo se demostró).
Siguiendo con la gestión de crisis, la idea de mostrar fortalezas en plena debilidad. Otra constante que iba un paso más allá de la negación y que hoy se repite. Parece ser el rol de Pichetto en estos días: certificar legitimidad. Lo hizo Carrió otras veces.
Y es muy difícil explicar la comunicación de Cambiemos sin el rol de algunos medios. Hubo muchas estrategias. Muy orquestadas y variables. Pero algunas veces la evidencia sobrepasaba todo límite de ética profesional periodística.
O bien, si no concuerdan con la anterior, podría agregar este humilde aporte: premiar a un jefe de gabinete como CEO quizás haya sido lo más condenatorio para amplificar la crítica a la "ceocracia" por un largo rato.
FIN".
Presidente de Asociación Latinoamericana de
Investigadores en Campañas Electorales (ALICE)
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Una encuesta sindical de junio anticipó el final de Macri

miércoles, 14 de agosto de 2019

Mercados, no. Mercaderes

""Los mercados están nerviosos". "Reaccionaron los mercados".
Se habla de los mercados como si fueran entidades etéreas, pseudo dioses dueños absolutos de la verdad y absolutamente desinteresados de sí mismos, sólo preocupados altruistamente por el bienestar de las naciones. Si los mercados reaccionan mal es porque estamos errando el camino, si el dólar sube o baja es porque la elección de un candidato ha sido inadecuada.
Y la realidad, aunque es obvio pero a veces pareciera que no tanto, es que los mercados no son entidades en sí mismas sino herramientas manejadas por personas concretas y grupos de personas con intereses absolutamente claros (aunque paradójicamente oscuros), a quienes poco les importa si una corrida cambiaría hace morir de hambre a una o miles de personas, acá o en el África, cuyos créditos tienen en su intención la única finalidad de generales intereses monetarios (generalmente usurarios) a ellos, etc.
Por lo tanto, que "los mercados", o más bien "los mercaderes", reaccionen frente a uno u otro proyecto económico claramente no es inocuo, pero mucho menos desinteresado. Y sus reacciones no necesariamente tienen que ver con el bienestar de los pueblos, más bien al contrario, muchas veces suelen ir en contra de esos pueblos a los que la Historia muestra que se han dedicado a expoliar.
Más allá de si lo ocurrido en estos días post elecciones es fruto de lo que genera el candidato electo en la percepción de los mercaderes o si ha sido fruto de una deliberada inacción revanchista de parte del gobierno para castigar la elección, a mi modo de ver lo único que queda claro es que los mercaderes nunca han buscado ni buscarán el bienestar de los pueblos.
Las teorías pro mercado, caricaturizadas en personajes como Milei o Espert, y asumidas con temor reverencial por el gobierno actual (muchos de cuyos miembros forman parte de las filas de esos mercaderes), se caen a pedazos en un par de horas en las que los mercaderes quedaron a sus anchas por el corrimiento de la política, haciendo caer bajo la línea de pobreza en esas poquitas horas a millones de argentinos, cuyos sueldos se devaluaron un 25% en sólo una corrida cambiaría. Las horas de libre mercado que se vivieron el lunes y ayer me recordaron mucho a las horas de zozobra que se vivieron durante el motín policial en Córdoba.
Los mercaderes siempre reaccionan cuando hay algo que no les gusta, o cuando ven que en el caos pueden pescar un mango más. Por eso yo prefiero un Estado presente que, aunque moleste y haga reaccionar a esos mercados, nos defienda de su voracidad".
Sacerdote. Parroquia Crucifixión del Señor
Barrio Müller – Maldonado. Córdoba
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Una noche feliz, setenta días complicados

martes, 13 de agosto de 2019

Schiaretti le alambró Córdoba a Macri pero el triunfo de los Fernández lo complica

El schiarettismo festejó los resultados del domingo en la provincia al asegurar que la estrategia de ir con boleta corta rindió sus frutos: llegó al 16%, número que le aseguraría en octubre renovar las dos bancas de diputados nacionales que pone en juego.
Pero lo que no pudo es parar la ola K nacional: el Frente de Todos subió al 30% y achicó la brecha con Juntos por el Cambio a 18 puntos, aprovechándose de la unidad con Sergio Massa, el precandidato que se había impuesto en las PASO de hace cuatro años atrás. Inclusive, departamentos del norte y el oeste de la provincia fueron ganados por la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner.
Este panorama -más el clima nacional de una rotunda victoria del PJ nacional unido, espacio al que todavía es renuente el propio Schiaretti- ha hecho recrudecer, por estas horas, los pedidos de las bases peronistas que ya desde hace varias semanas imploran al gobernador ir detrás de la boleta del Frente de Todos.
De estos temas y otros charlamos anoche con El Profe Romero, en el programa Detrás de las Noticias, en Somos Radio AM 530 (Buenos Aires).
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Un presidente enfermo

lunes, 12 de agosto de 2019

El Peroncho les explica Córdoba

"Veo que insisten en opciones poco inteligentes como "regalar Córdoba" o "vetar Córdoba como destino turístico". Van algunos puntos: primero, mejoramos la elección del ballotage 2015. Por mucho.
Segundo: ¿vieron que el sector que más se benefició con la devaluación fue el campo? Bueno, gran parte de ese campo vive acá. Cuando al campo le sobran dólares, compra departamentos en Córdoba para que les hijes de la soja estudien acá.
Tercero: esta ciudad fue la cuna del represor récord Guinness de condenas por delitos de lesa humanidad. Si ustedes creen que recuperarse de esa es fácil, bueno, déjenme sugerir que no. No es fácil.
Cuarto: el último gobierno popular que tuvo Córdoba fue el de Obregón Cano y Atilio López. Terminó en golpe policial durante el gobierno de Perón. Atilio terminó acribillado por la Triple A.
Quinto: el partido cordobés a cargo de la provincia gobierna desde 1974, o sea, desde el golpe a Obregón Cano.
Sexto: al espanto de conglomeración mediática de Clarín, en Córdoba, hay que sumarle el horror de Cadena 3, un verdadero saqueo de las arcas públicas que terminó en monopolio de la radio. No hay con qué darle, es la más escuchada por afano (en todos los sentidos).
Séptimo: ¿qué clase de militante peronista abandona un territorio en el que no gana? No sean giles, ahora más que nunca, vengan a Córdoba y ayúdennos a convencer a los que faltan. Que son muchos. Acá el kirchnerismo siempre jugó por afuera y en contra del PJ. Eso está empezando a cambiar y el resultado es esta elección en la que sumamos mucho, mucho.
Hay una idiosincrasia muy cordobesa de replegarse ante el ataque "externo". No hay tiempo para cambiar esa idiosincrasia, pero sí hay tiempo para cesar en ese ataque un tanto ridículo y hacernos la tarea un poco más sencilla a los que le ponemos el cuerpo acá:
Si dejan de despreciar públicamente a la provincia, a nosotros nos es más fácil militar la idea de que el peronismo-kirchnerismo no odia a Córdoba".
Periodista y comediante
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La muerte de "Mauricio"

jueves, 8 de agosto de 2019

Depués del Rosariazo, ¿hay Cordobazo?

Una multitud acompañó a los precandidatos del Frente de Todos ayer en Rosario, Santa Fe, a menos de 3 días de las PASO que mostrarán cuál es la distribución de los votos a nivel nacional, una megaencuesta refrendada por el voto popular y que hoy jueves se niega a dar pistas claras sobre cuál puede ser esa decisión de la sociedad argentina: facilitarle 4 años más a las políticas de ajuste y recorte del presidente Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional o apostar por un proyecto político nuevo que recupere la centralidad de la producción, el trabajo y la educación para sacar a millones de argentinos de la pobreza y las miserias.
Luego del acto en el Monumento de la Bandera, se espera una gran concurrencia en el Orfeo de la capital cordobesa, con un Alberto Fernández que vendrá por cuarta vez en un mes, para tratar de consolidar una performance K que mejore sensiblemente los guarismos de pasadas elecciones y achique la brecha con la fórmula Macri-Pichetto.
Fue justamente el precandidato a vicepresidente oficialista el que estuvo el martes y ayer en la provincia para tratar de desarmar el trabajo quirúrgico que lleva a cabo el presidente del bloque de senadores del PJ, Carlos Caserio, en favor de Alberto Fernández, que ha provocado no sólo la adhesión de un centenar de intendentes peronistas que desafían la orden del gobernador Juan Schiaretti de ser prescindentes en el tramo presidencial, sino también la incorporación al Frente de referentes delasotistas que -se verá hoy en el Orfeo- qué grado de exposición elegirán mostrar.
De estos temas y otros -no sin humor- charlamos anoche con El Profe Romero, en el programa Detrás de las Noticias, en Somos Radio AM 530 (Buenos Aires).
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Convencer es la manera

miércoles, 7 de agosto de 2019

Escandaloso enriquecimiento del gabinete nacional: crece la pobreza infantil

La crisis provocada por las medidas adoptadas por el gobierno del presidente Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional arrojó en estos días otro de sus dolorosos contrastes: mientras se daban a conocer las fortunas que han amasado los miembros del gabinete nacional en el último año, también se conocía que la pobreza ya alcanza a la mitad de los niños argentinos.
El miércoles pasado, Macri presentó su declaración jurada correspondiente al período 2018 y declaró este año $151.688.684,18, mientras que el año pasado el mandatario había declarado $99.876.155. Un incremento del 51%. Desde Presidencia se aclaró que este total no incluye los bienes ingresados en un "fideicomiso ciego", del cual no se tiene constancia de haberse realizado.
Macri, además, declaró que en octubre de 2018 compró bonos de deuda argentina por más de $94 millones: una operación por $54.301.740, y otra por $39.916.800, maniobras que podrían causarle dolores de cabeza ante la Justicia.
Pero las cifras millonarias obtenidas en medio de la crisis de los argentinos también incluyen al resto del gabinete nacional y ex funcionarios macristas, lista en que sobresale lo amasado por Mario Quintana: multiplicó su patrimonio al aumentarlo en un 667% luego de la venta de Farmacity. Pasó de tener casi 70.500.000 pesos (en bienes, depósitos y plata) a más de 541 millones de pesos.
Sigue el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, que también registró un ascenso patrimonial notorio. En un año saltó de tener casi 3.772.600 pesos a 20.521.400. Es decir, un aumento del 444%. ¿Motivos? Compró un departamento por unos 800 mil dólares y recibió una donación de su mamá.
Marcos Peña también ganó plata. En el último año, sus bienes fueron de $ 651.805 a $ 974.257. Mejor le fue a Nicolás Dujovne: con un 80% de aumento, su fortuna duplicó la inflación de 47,6%. Declaró bienes, depósitos, acciones y bonos en el país y en el exterior por $ 217.942.368. El ministro de Hacienda elevó la valuación de su participación en Florentine Global, una offshore radicada en las islas Vírgenes Británicas: consignó la titularidad de $ 39,3 millones, $ 17 millones más que en 2017.
El recurso de la apreciación de bienes y el ahorro en dólares es la explicación principal de los otros ganadores del gabinete: Oscar Aguad subió de 6.433.838 a 11.452.002 pesos; Patricia Bullrich, de 5.964.512 a 11.807.749; Germán Garavano, de 6.285.675 a 13.710.622; y el canciller Jorge Faurie, de 12.588.744 a 23.999.306. El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, saltó de $ 8.632.666 a 11.329.727, a raíz de una revaluación patrimonial. Rogelio Frigerio declaró 21.681.544 pesos, tras haber consignado 18.903.751 en 2017.
Carolina Stanley y Dante Sica fueron los perdedores del modelo. La ministra de Desarrollo Social redujo sus tenencias: de 19.243.171 pesos, a 19.135.059. El ministro de Producción juró tener casi dos millones de pesos menos que antes de arribar al gabinete de Macri: de $ 33.238.537, en 2017; a $ 31.531.078, en 2018.
Pero además, muchos tienen estas fortunas fuera del país, como por ejemplo los nueve principales funcionarios del área económica, que suman un patrimonio total de $ 811.341.219, del cual un 64% está depositado o en bienes en el exterior. Son $ 519.422.171 fuera del país, casi el mismo monto que aumentaron, en promedio, su patrimonio de un año al otro.
Dentro de su fortuna nacional, entre inmuebles, bonos, acciones y depósitos en los bancos, casi todos apuestan al dólar, en mayor o menor medida. Atesoran en total $ 33.444.446 de sus ahorros en la moneda norteamericana.
Lidera el ranking de exteriorización Verónica Rappoport, que en septiembre del año pasado volvió de Inglaterra para asumir una vicepresidencia del Banco Central bajo la gestión de Guido Sandleris. La economista tiene el 97% de su patrimonio afuera: unos $ 59,1 millones. El año pasado, Rappoport casi duplicó los $ 31.431.934 con los que, declaró, inició el 2018, al terminar el 31 de diciembre con $ 60.368.443.
Continúa en la lista el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Leandro Cuccioli. Otro que viene de Inglaterra, mantiene el 89% de sus bienes en el exterior. Su patrimonio creció el 93% del 2017 al año pasado, al declarar al final $ 13.473.572, con poco más de $ 12 millones afuera.
En tercer lugar aparece otro vicepresidente del Central, Gustavo Cañonero. Es el más acaudalado no sólo de este team económico: con un patrimonio de $ 361.131.021, más aún que su tocayo Gustavo Arribas (AFI), el amigo presidencial que suele ser considerado el más adinerado de la gestión macrista, con casi $ 282 millones. Entre 2017 y 2018, el funcionario del BCRA aumentó su fortuna un 43,7%. Afuera tiene $ 259.923.669 (el 72%).
El contraste hiriente llegó ayer, cuando el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) dio a conocer los números de la pobreza infantil: en los últimos 12 meses la indigencia infantil (menores de 14 años) subió del 7,8 al 11,3%, dentro de un universo de pobreza que se disparó del 38,2 al 49,6%.
Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la pobreza subió 11,4% en un año, lo que se traduce en 1.030.000 nuevos chicos pobres (de los cuales 315.000 son nuevos indigentes).
Con estos porcentajes, uno de cada 2 chicos menores de 14 años vive en hogares pobres, con un total de nada menos que 5.000.000 de chicos pobres, de los cuales casi un millón son indigentes.
Fuente Fuente Fuente Fuente
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martes, 6 de agosto de 2019

El Gobierno se quedó sin argumentos

"Lo dicen sin vacilaciones: no son necesarios los argumentos, no sirve dar razones. Es que, queda claro, el verdadero potencial electoral del elenco gobernante no se ubica en la argumentación. No hay modo de aportar razones lógicas que permitan persuadir a un trabajador a votar a un gobierno que hizo del ajuste su única política, que multiplicó el desempleo y liquidó el comercio, que empujó a millones de familias al hambre y le sacó el plato de comida de la mesa a la mitad de los pibes que hoy se caen bajo el umbral de la pobreza, que aniquiló el salario del laburante y disparó los precios de alimentos y medicamentos, que hizo del "gatillo fácil" y la Doctrina Chocobar su lógica represiva para ahogar cualquier expresión de protesta, que destruye la educación pública y pretende vaciar la salud en manos del Estado para beneficiar los negocios de sus socios privados.
No, no hay un argumento sólido que permita justificar otra gestión de este sesgo. Con una excepción: un solo argumento permite configurar razones para su electorado. Ese argumento es el odio. No votan al macrismo por convicción, ni por principios, ni por apoyo a sus políticas. Los votan por odio al otro, al que tiene menos, al que amenaza sus privilegios y su mirada elitista y tilinga de desclasados que cultivan la ignorancia y cosechan los lugares comunes, las frases hechas, que consumen las frases de marketing y de autoayuda berreta como verdades para justificar ese único argumento: un odio ciego al que menos tiene, al que labura todos los días, al que intenta zafar del hambre y la pobreza como puede, al pibe con gorrita que se la rebusca para ganarse el mango cortando el pasto en los barrios, a las doñas que ya no saben cómo hacer para alimentar a tantos pibes en los comedores. Eso odian. Por eso, no necesitan argumentos. Por eso, su voto es cantado y gritado, como el fin de semana gritaban y aplaudían emocionados los patroncitos en la inauguración de la Exposición en La Rural: porque no razonan, no argumentan, no conocen el pensamiento crítico y desprecian al que pretende pensar; ellos sólo odian".
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lunes, 5 de agosto de 2019

Córdoba clave: Alberto hace pie entre peronistas y K, y se entusiasma

La visita de Alberto Fernández al sur cordobés puso de manifiesto la dura tarea en la que se ha puesto el precandidato del Frente de Todos: regenerar las redes de convivencia entre las diferentes tribus peronistas, delasotistas y kirchneristas que se rompió en 2008 -en medio del conflicto con las patronales agropecuarias- y luego de la sublevación policial del 2013, que el cordobesismo delasotista-schiarettista utilizó para diferenciarse del kirchnerismo nacional en favor de sus intereses locales.
El viernes, Fernández se reunió con Roberto Urquía, dueño del gigante agroexportador Aceitera General Deheza, uno de los empresarios que, sigilosamente, ha dejado trascender su apoyo a la fórmula del Frente de Todos. Urquía se había alejado del kirchnerismo luego del "muerto de la 125", como definió el mismo Alberto para criticar la polémica medida diseñada por el entonces ministro de Economía y actual precandidato a senador nacional por Buenos Aires, Martín Lousteau.
Luego de sumar el apoyo de otros 60 intendentes cordobeses que buscan diferenciarse de la estrategia del gobernador Juan Schiaretti de declararse prescindente en la lucha presidencial, Fernández llegó el sábado a Río Cuarto y logró la foto con el intendente Juan Manuel Llamosas, imagen que no dejó de sorprender debido a que se había anunciado que el mandatario local iba a alinearse con la orden de El Panal, más teniendo en cuenta que debe buscar su reelección recién el año que viene. Parece que las bases peronistas -que ya militan la boleta FF- cada vez tienen mayor protagonismo, a pesar de que varios ¿ex? kirchneristas se borraran a la hora del encuentro (en ellos anida la velada amenaza de enojo de Schiaretti, azuzada por los medios oficialistas).
Al mediodía, AF se trasladó a la universidad local, donde fue calurosamente recibido por el rector, Roberto Rovere, de raíces radicales pero muy crítico con el duro recorte universitario perpetrado por el macrismo y el FMI, y por decenas de organizaciones sindicales, culturales, estudiantiles, ex presos políticos, derechos humanos, que lograron emocionarlo, según admitió el mismo Fernández en el efusivo discurso que dio en el anfiteatro que refleja el enorme rostro de Santiago Maldonado.
Muy cerca de Fernández, se veía a Fernando 'Chino' Navarro, encargado principal en la provincia de acercar al peronismo cordobesista con el kirchnerismo. Ya logró la reunión entre Schiaretti y Alberto de hace un mes atrás, está aceitando la relación con la esposa del gobernador, Alejandra Vigo, y se lo vio al lado de Alberto Cantero, ex presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados cuando la discusión por la 125. El ex rector de la Universidad Nacional es sindicado como uno de los pocos, sino el único, que podría nuclear a las diferentes tribus peronistas y K que pululan desorientadas no sólo en Río Cuarto.
También se vio a delasotistas, que a pesar del fallecimiento trágico de su mentor y de que Adriana Nazario -la última pareja de De la Sota- apoya a Roberto Lavagna, se animan a desafiar a Schiaretti, siempre esperando que la performance electoral de los Fernández, el próximo 11 de agosto, muestre un número nacional que empiece con 4. El viernes, AF había estado en Bell Ville con Armando Carbonetti, un histórico del delasotismo, que continúa siendo el principal referente peronista del departamento Unión, además de apoderado del PJ provincial.
También en el nutrido acto en la universidad se lo vio al intendente de Villa María, Martín Gill, que con el de La Calera, Rodrigo Rufeil, encabezan el centenar de intendentes peronistas que militan la boleta del Frente de Todos. Quien no estuvo fue Carlos Caserio, el principal armador de Alberto en la provincia y que cada vez se muestra más alejado de la estrategia schiarettista de no llevar fórmula presidencial arriba. El actual jefe de la bancada de senadores nacionales peronistas sí estuvo acompañando a su candidato en Deheza y Bell Ville. ¿Será el próximo jefe de Gabinete si ganan los Fernández?
Por su parte, Schiaretti, en los últimos días, decidió salir a pedir el voto, aprovechando la fortaleza que le dio su contundente triunfo de mayo, pero que se derrumbaría con su boleta corta de legisladores, y perdería representación en el Congreso Nacional, una especie de profecía autocumplida que inquieta a más de uno, y no sólo en El Panal, especialmente con vistas al post 11A. Si la estrategia de El Gringo es evitar que estas elecciones se le conviertan en una interna del PJ cordobés, no estaría brindando buenos frutos, consideran -ya- demasiados.
Mientras tanto, los candidatos a diputados de la boleta K no estuvieron en esta gira de Alberto por el sur, ya que el foco estuvo puesto en regenerar vínculos empresariales y políticos que el mismo precandidato cree que todavía están resentidos por el enojo con Cristina, y orientar el voto a los sectores de la producción, desencantados con el modelo macrista, y poder llegar al mágico número -y lejano- del 35% que le habría prometido Caserio a AF.
Tanto Eduardo Fernández (pymes), Gabriela Estévez (La Cámpora) como Pablo Chacón (Comercio) estarán presentes el jueves en el cierre que realizará Fernández en el complejo Forja de la capital, un día después que Mauricio Macri haga lo mismo en la Plaza de la Música. Miguel Ángel Pichetto llega mañana para seducir peronistas indecisos y decirles, sin tapujos, que peguen la boleta del presidente con la corta de Schiaretti. Es que Cambiemos también tiene sus heridas que todavía no han sanado luego de las peleas en la elección a gobernador entre los negristas y los mestristas.
Fernández cuenta no sólo con esas desinteligencias en el bando de enfrente, sino también con ampliar su base de sustentación, haciendo pie en una provincia muy refractaria al kirchnerismo. La apuesta, a pocos días de las PASO, no sólo es duplicar el 14% obtenido por Daniel Scioli en 2015 -y más- sino también achicar sensiblemente la brecha con Macri (que hoy estaría en 50 a 30, según las encuestas), y complicarle a Juntos por el Cambio el objetivo de compensar con Córdoba la desventaja que sufrirá en la provincia de Buenos Aires.
Más:
La última esposa de De la Sota también apoya a Alberto

viernes, 2 de agosto de 2019

Cambiemos: no sólo endeudamiento feroz; también, malversación de fondos

"El volumen de la deuda adquirida por el macrismo no tiene parangón en la historia argentina; sin embargo, el destino que hizo el Gobierno de ella ha impactado muy desfavorablemente en quienes deberán pagarla.
La deuda que contrajo el Gobierno de Mauricio Macri en los tres primeros años equivale a un Plan Marshall en valores actuales (120.532 millones de dólares). De dicha deuda recibida en estos años, el FMI aportó 39.000 millones de dólares, y desembolsará en los próximos meses 18.000 millones de dólares adicionales.
En Europa, el Plan Marshall sirvió para reconstruir su infraestructura, su capacidad productiva y para fortalecer su Estado de Bienestar tras la II Guerra Mundial. En cambio en Argentina, a pesar de tal nivel de endeudamiento, en estos años la economía se contrajo un -2% acumulado; los precios obtuvieron una subida de 168,9%; el desempleo aumentó hasta un 10,1%; y la pobreza se incrementó hasta el 32%.
La extraordinaria toma de deuda en moneda extranjera hizo que el de Macri fuera el Gobierno con la mayor disponibilidad de divisas de la historia argentina. Si contemplamos, en conjunto, los ingresos de divisas por deuda, exportaciones e inversiones externas, el Gobierno de Macri recibió 130 mil millones de dólares al año, de los que apenas el 56% provino de las exportaciones. A dólares de 2018, la Dictadura (1976-1983) recibió 28 mil millones de dólares por año, la Convertibilidad (1991-2001) 65 mil millones de dólares anuales, y el Kirchnerismo (2003-2015) 89 mil millones de dólares anuales, de los cuales un 86% fueron ingresos de exportación.
De cada 100 dólares disponibles, Macri usó 60 para partidas financieras (fuga de capitales, intereses, pagos de deuda, y remisión de utilidades y dividendos), 17 para importaciones ociosas y apenas 23 para importar bienes vinculados a la producción.
De acuerdo a estimaciones de CELAG, realizadas con el modelo econométrico clásico de crecimiento, si la economía argentina se hubiese comportado como en las últimas cuatro décadas, dada la disponibilidad de divisas con las que contó el Macrismo, el PIB de 2018 sería hasta un 8% más alto que en 2015, en lugar de un 2% más bajo. Dicho de otro modo: el uso de los dólares del modelo económico de Macri encogió la economía un 2%, mientras que si se hubieran seguido empleando las divisas como se había venido haciendo antes, la economía habría crecido hasta un 8%.
En estos tres años, la economía argentina desperdició hasta unos 3.985 mil millones de pesos por el mal manejo de divisas. Equivale al costo de construir hasta 5.756 hospitales, 32.217 escuelas, o hasta 31 años de Asignación Universal por Hijo. En términos de empleo, no sólo no hubiese caído el nivel de ocupación sino que se podrían haber creado hasta 130 mil puestos de trabajo nuevos".
Por dr. Guillermo Oglietti, lic. Pablo Wahren,
mtr. Nicolás Oliva y dr. Alfredo Serrano Mancilla
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