Oscar Meilán, reconocido militante por los derechos humanos de la zona, dio detalles de su secuestro en Patagones y la tortura recibida en la Escuelita. Posteriormente, la esposa de Meilán, Vilma Diana Rial, también dio los detalles del secuestro del que fue víctima junto a su marido y sus dos hijos, Sebastián y Guadalupe Meilán, que también declararon ante el Tribunal Oral Federal en Bahía Blanca.
El secuestro en Patagones
"Corría el año 1976. El primero de diciembre un conocido cumplía años, entonces nos invita a su casa en Carmen de Patagones, allí concurrimos con nuestros pequeños. Vivíamos en una zona rural de Patagones, como había un matrimonio con tres chicos jóvenes, Pascual, entonces mis hijos se habían dormido y decidimos ir con mi mujer a dejar a los chicos y luego retornar para buscar al otro matrimonio y llevarlos a Viedma. Cuando enfoco con la luz de los faros del automóvil, a cien metros de casa, mi mujer ve que se cruzan entre los árboles un montón de personas, con armas, algunos de civil otros con uniformes de la Federal, eran unas quince personas, mi mujer me dice 'Oscar no sigas, tengo miedo'. Y a esa altura no se puede detener. Yo le digo que no se haga problemas, que son de la Federal buscando algo. Cuando abrimos la puerta se nos abalanzan unas personas, me ponen una capucha de tejido raro, el que me pone la capucha en la cabeza fue Goncálvez, lo conocía pero ni sabía que trabajaba en la Federal. Nos llevan en una camioneta doble cabina. No nos golpeaban fuerte, nos pasean por Patagones, cruzan el puente Viejo hacia Viedma, entran por el camino que va a El Cóndor, luego por un camino que derivaba al aeropuerto. Ahí nos hacen bajar, nos hacen arrodillar al costado de la ruta diciéndonos que nos van a fusilar, atado con la mano en la espalda como estábamos. Instintivamente, tanto yo como mi mujer, nos tomamos de las manos, pero no sucedió nada, nos llevaron al centro de Viedma, y luego emprendemos un viaje que es bastante largo, volvemos al cruce del Puente Ferrocarretero, no respondían a las preguntas que les hacíamos sobre los chicos, el auto había quedado en marcha, las puertas estaban abiertas, porque aunque nadie hubiera hecho nada, el hecho de que mi hijo más grande tocara algo se podía llegar a mover el automóvil. Uno empieza a perder y dimensionar el tiempo, pero creo que alrededor de tres horas descubrimos luego que era Bahía Blanca".
En La Escuelita
Al igual que otras víctimas viedmenses del terrorismo de Estado, Oscar y Vilma fueron trasladados a la Escuelita, centro clandestino de detención de la dictadura. Sobre su permanencia en ese lugar, Oscar dijo que "no la escuché a mi mujer así que ignoro si estaba en esa habitación o en otra. Cuando en la venda se empieza a ver algún tipo de claridad y empezamos a escuchar suspiros y quejidos de algunas personas, me hacen levantar y me llevan a otra habitación. Me ordenan desnudarme, me atan las cuatro manos, me atan como estaqueado en una especie de elástico con unos anillos y comienza lo que no tenía en mi imaginación de que eso podía existir: me pasan corriente eléctrica por todos lados y empiezan a hacer las preguntas, había que conocer nombres de guerra, personas que uno ni conocía. Cuando esa sesión termina, uno queda como en una especie de estado de letargo, ni siquiera uno podía reaccionar al escuchar los gritos de mi mujer, que estaba pasando por la misma situación, después me atan fuertemente, me vendan, me tiran al piso, para atrás fuertemente, y empieza el calvario de lo que significó el campo de concentración".
"En varias oportunidades, el alimento que nos daban era un jarro de mate cocido, un jarro con pedazo de cuerito y panceta y también cuando se acercaba la noche, en otra oportunidad me quieren llevar otra vez entre cuatro o cinco, a ese lugar de tortura. Yo le pido a Dios que se corte la luz, ¿y pueden creer que se cortó la luz? Eso les dio mucha bronca y con la excusa que se había corrido la venda, se me vinieron cuatro o cinco encima y me empezaron a pegar sistemáticamente hasta que me desmayé, otra persona dijo que había contado los golpes, era Armando Lauretti, fueron 147 golpes, y era sistemático, de la cabeza a los tobillos, en las espaldas, con los puños, uno me fisuró la costilla con una patada, se soldó en unos quince años, la fractura de un dedo, les daba bronca porque como había quedado hinchado no habían podido sacarme un anillo, esta era la vida cotidiana, el ritmo que significa de la puertas que se abrían a la mañana, significaba que llegaba gente nueva o torturas, y de noche era la libertad o que alguno había sido fusilado haciendo fraguar un enfrentamiento, sabiendo que esa gente había estado ahí", dijo".
El Sol (Mendoza): "Actores discapacitados: 28 jóvenes brillaron sobre las tablas en Godoy Cruz
Son alumnos de la escuela Artesanos Mendocinos y tienen entre 16 y 23 años. Sus discapacidades abarcan: parálisis cerebral, retraso mental moderado, sordomudez y problemas motores.
Los actores saben muy bien sus líneas, pero también deben improvisar. Y todo esto es resuelto por ellos con gran naturalidad y un toque de picardía.
Sin lugar a dudas se divierten, trasladando esa sensación a los espectadores, que no paran de reír. La emoción está a flor de piel desde la primera escena hasta la última.
Algunos de los gauchos están en sus sillas de ruedas. Con la ayuda de de varias cabezas de caballo hechas son cartón, se simula que se encuentran sobre uno de estos animales".
Sin lugar a dudas se divierten, trasladando esa sensación a los espectadores, que no paran de reír. La emoción está a flor de piel desde la primera escena hasta la última.
Algunos de los gauchos están en sus sillas de ruedas. Con la ayuda de de varias cabezas de caballo hechas son cartón, se simula que se encuentran sobre uno de estos animales".
El Diario (La Pampa): "La Corte Suprema de Justicia rechazó el recurso de queja que presentó Cablevisión ante las disposiciones muniicpales que le obligaban bajar los cables tendidos sin autorización. La Municipalidad de Santa Rosa emitió dos disposiciones en las cuales le pedía frenar el tendido y en otra bajar el tendido de la red de fibra óptica que la empresa instaló sin autorización legal. El programa radial “Todo es política” (FM Sonar) reveló la información.
Después la empresa Cablevisión presentó recursos judiciales para frenar esta disposiciones. Ahora se cayó el último recursos judicial, la queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Cablevisión es la empresa monopólica del cable en Santa Rosa. Reúne a las dos históricas prestadoras de TV por cable de la ciudad: Multicanal (ex Difusora SRL, propiedad de Oscar Eyheramono y sus socios y del Grupo Clarín, posteriormente) y Pampa TV (propiedad de la familia Nemesio y del Grupo Hicks, después).Después la empresa Cablevisión presentó recursos judiciales para frenar esta disposiciones. Ahora se cayó el último recursos judicial, la queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Cuando Cablevisión y Multicanal se fusionaron a nivel nacional, en el año 2007, en la mayor operación de absorción, las dos empresas locales quedaron en propiedad de un solo accionista.
La Municipalidad de Santa Rosa le otorgó en el año 2008 un permiso precario para instalar la fibra óptica, una renovación tecnológica que le permitirá brindar el servicio de televisión digital e internet. Pero después surgió que la empresa no contaba con licencia. Al mismo tiempo, a nivel nacional el enfrentamiento del Grupo Clarín con el Gobierno Nacional determinó una marcha atrás en la autorización de la fusión por parte de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
Clarín pretendía que se anule la disposición 1.695/09, que le impide el tendido de fibra óptica en la capital provincial, pero además planteó una medida cautelar para que se suspendan los efectos de la misma normativa que le otorgaba un plazo a la empresa para bajar la fibra óptica y le advertía que en caso contrario se procedería a la desconexión. El STJ no hizo lugar a la medida cautelar.
Los planteos por el tendido de Cablevisión los hizo la Cooperativa Popular de Electricidad".
El Eco Digital (Buenos Aires): "Efectivos de la Policía Federal rescataron en las últimas horas a un total de 85 personas, 11 de ellas menores, que eran sometidas a trabajo esclavo en un campo ubicado en la localidad bonaerense de San Andrés de Giles, según informó el Ministerio de Seguridad.
Los policías detuvieron además a cinco personas en tres allanamientos realizados en la empresa exportadora de frutas finas propietaria del campo, que "llevaba engañados a trabajadores rurales y los coaccionaba con personal armado".
El operativo fue realizado por efectivos de la División Trata de Personas, de la División Jurídico Contable y del Grupo Especial 1 del Cuerpo Guardia de Infantería, quienes llevaron a cabo dos allanamientos en forma simultanea relacionados en una causa que tramita la Fiscalía Especializada en Delitos Conexos del Departamento Judicial de San Isidro a cargo de Marcelo Rubén Fuenzalida.
Uno de los allanamientos, según informó el Ministerio de Seguridad, fue efectuado por personal de la División Jurídico Contable donde funcionan las oficinas comerciales de la firma Baldones S.A. dedicada a la exportación de arándanos.
El segundo de los allanamientos y más importante fue realizado en el campo ubicado sobre ruta 8 Kilómetro 90,900 de la localidad bonaerense de San Andrés de Giles, dedicado a la plantación, cultivo, recolección y envase de arándanos.
En el lugar fueron liberadas 85 personas, 11 de ellas menores de edad, "que se encontraban en condiciones infrahumanas y hacinados en un galpón, siendo todos oriundos de la Provincia de Misiones"".
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