"El año pasado hubo un encuentro muy importante para los aficionados al
tenis como fue el de Del Potro y Federer. Ocurrió en el Tigre, en un
nuevo estadio construido por Massa que tuvo la desdicha de que el primer
día se le cayó una de las tribunas. Por suerte no pasó nada. Eran tres
partidos. Yo fui a uno de ellos. El estadio no queda exactamente cerca
de la estación Tigre ni tampoco cerca de los estacionamientos, pero
cuando vos llegabas a la estación o a los estacionamientos una multitud
de empleados del municipio, con planes del municipio, con chalequitos
que indicaban que pertenecían a la comuna, te recibían diciendo: “A mí
no me dé plata. No me dé plata. Estacione aquí. No me dé plata”. O sea
que la consigna era que se repitiera entre quienes estacionaban allí que
no había que dar ningún dinero por dejar el auto o por preguntar adónde
estaban los ómnibus que llevaban, de manera gratuita, al estadio. Era
muy obvio. Se repetía como un coro: “No me dé plata pero si quiere donar
plata tome este sobre (un sobre con sellos del municipio), ponga
adentro su donación, cierre el sobre y deposítelo en la urna que está en
el estadio”. Cuando terminó esta muy eficaz puesta en escena, me dije:
“Aquí hay unas 25 mil personas que van al partido y que luego relatarán
que, en el Tigre, se llega a un estacionamiento donde nadie te acepta ni
un peso a cambio de cuidarte el auto perfectamente y, además, un ir y
venir gratuito al estadio en los ómnibus de la Intendencia”.
Era una puesta en escena organizada para esa
burguesía media (como suelen serlo los aficionados al tenis) a través de
muchos repetidores. Pensé: “Esta es la imagen que Massa quiere poner”. Y
no es poco significativo. Creo que es más lo que Massa quiere mostrar
como imagen pública que sus pronunciamientos políticos. Ahora, esto nos
lleva a pensar en qué estado está la política en la Argentina. Es decir
que uno de los políticos más exitosos (por lo menos en las encuestas)
sea un hombre cuyo pensamiento político es desconocido. Y otro de los
políticos que conservan su popularidad relativamente bien sea un hombre
como Scioli, cuyo pensamiento político es “estoy al servicio de la gente
y la gente sabe que estoy a su servicio”. Hace unos días, justamente,
Scioli sacó otra de esas frases: “… a mí, las listas que me interesan
son las listas de las necesidades de la gente”.
Es una frase de un vacío político absoluto. ¿Qué tienen que ver
las listas electorales con las listas de las necesidades de la gente? Le
pueden interesar o no las listas electorales (de hecho le interesaban
porque trató de meter a un ministro suyo y se lo patearon afuera);
entonces, de hecho, las listas electorales le interesaban. ¿Y qué quiere
decir “las listas de las necesidades de la gente”? ¿Qué quiere decir
esa equivalencia? Es la equivalencia de un vacío. Complicado. Cuando los
jóvenes de La Cámpora dicen: “la Presidenta politiza permanentemente la
escena pública”, en un punto tienen razón: la Presidenta habla de
política. Uno puede estar en completo desacuerdo con las posiciones de
la Presidenta, no puede acordar con ellas, pero habla de política.
Mientras que estos líderes de carácter post político, neopolítico,
tienen un pensamiento político indescifrable.
La Presidenta tiene una enorme
desconfianza hacia Scioli y hacia todo el mundo. Creo que Scioli es el
depositario de esa desconfianza porque es el gobernador. Si otro hombre
fuera gobernador, le generaría una idéntica desconfianza. Salvo que
fuera un político a quien ella pudiera ensombrecer rápidamente. O sea
que la Presidenta estuvo “orejeando” las cartas hasta el final para ver
cómo armaba su lista en la provincia de Buenos Aires y, de hecho, lo que
está sucediendo es lo que ocurrió en 2003: asistimos a una interna
abierta peronista con diferentes partidos. No
sé qué es Massa. Viene de la Ucedé. No sé muy bien qué es pero, bueno,
se identificó siendo jefe de Gabinete de Kirchner con un gobierno con
matriz peronista-kirchnerista.
En cuanto a Cristina, no me cabe la menor duda que tiene ampor por el poder. Ha puesto todo su
esfuerzo allí. En esa cúpula que ella ocupa “sola”. La soledad del
político en el poder. En cuanto a Massa, la verdad es que no lo conozco.
Pero sí, claro, está en el poder. Nadie salta de intendente de Tigre y
organizador de partidos de tenis a candidato por la provincia de Buenos
Aires si no le interesa el poder. ¿Quiere ser presidente de la
República? El cargo de presidente de la República es un cargo, en
efecto, que está saliendo a remate barato para el futuro. Sus
antecedentes son que estuvo en la Anses, donde, según me cuentan, fue
eficiente en poner el sistema informático, cosa que se le exige a
cualquier gerente de cualquier empresa privada o pública. Estuvo en la
Anses, decíamos, viene de la Ucedé, entró por Boudou a la Anses y allí
siguió su ruta kirchnerista. No se le conoce pensamiento político, no se
le conoce idea de Nación, no se le conoce idea del mundo, no se le
conoce qué lugar le asigna a la Argentina en América latina. Bien: esa
persona de la cual no se conoce “nada” excepto que gobernó bien el Tigre
y puso muchas cámaras de seguridad, quiere ser presidente de la
República. Se está cotizando bajo el cargo".
Fuente
Rosario Central perdió con Barracas en el Gigante de Arroyito
Hace 54 minutos