jueves, 14 de enero de 2021

Por qué fracasó el lockout de la dividida Mesa de Enlace

"El bloque populista nacional y popular logró fracturar coyunturalmente al bloque de centro-derecha, pero habrá que ver a qué “precio” futuro. Lo que pareció una puesta en escena desprolija, como fue el cierre de las exportaciones de maíz dispuesto por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra –pertenece al peronismo kirchnerista-, fue el modo de poner a los productores, y sus aliados de ese momento, contra las cuerdas. Obligarlos a negociar. La tensión derivó en una fractura, por ahora temporal, pero no menos trascendente para ordenar el curso de la nueva economía agro-industrial, asentada en agregar valor a los alimentos (polenta, snacks y carne vacuna, aviar y porcina), a partir del maíz, la soja y el trigo; y al combustible por vía del corte con biocombustibles con base en el maíz.
¿Quiénes son los que se constituyeron en nuevos actores del debate? Las cadenas agroindustriales nucleadas en el Consejo Agro-Industrial Argentino (CAA), que jugaron con el gobierno del frente peronista aislando la protesta de las tres centrales de productores agropecuarios que componen la Mesa de Enlace.
Por eso, el cese de la comercialización de granos fue casi inexistente. En diálogo con Télam, el vicepresidente de la Federación de Transportadores Argentinos, Pablo Agolanti, aseguró hoy (por el martes) que “no se siente” el cese de comercialización y que “la cantidad de camiones que llevan los granos a los puertos es la misma de siempre”.
“Lo que se está viendo por los arribos de los camiones a puertos es que la situación es normal para la fecha en la que estamos. Ayer ingresaron más de 3.000 camiones y se descargaron. Y hoy, por los turnos tomados, más de 3.600 camiones están llegando a puerto sin ningún tipo de problema”, indicó Agolanti en el mismo reporte.
La agroindustria argentina conformó esta organización hace apenas medio año, en julio de 2020. El Consejo Agroindustrial Argentino es un grupo integrado por más de 40 cámaras y entidades del sector que busca promover las exportaciones para alcanzar los u$s100.000 millones anuales en envíos, lo que significa un aumento del 54% respecto a los u$s65.000 millones que se exportan actualmente en el segmento de productos agrícolas.
Dentro de los socios está CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Federación Agraria Argentina (FAA). No figura la Sociedad Rural Argentina (SRA). CONINAGRO no adhirió al cese de comercialización de granos dispuesto por la Mesa de Enlace pese a manifestar su adhesión a los argumentos generales; CRA y FAA, sí".

miércoles, 13 de enero de 2021

Hilo: La Nación esconde los negocios de Macri con Alemania

"El lunes, La Nación -un diario cada vez más cercano al bolsillo de Mauricio Macri- publicó una nota sobre la construcción de una obra de 2.500 millones de dólares en Neuquén. Hablan de una puja entre Rusia y China.
¿Qué es lo que no cuentan?
Se trata de un proyecto multipropósito de 2008. Por un lado, genera energía hidroeléctrica y por el otro, favorece el riego y detiene las inundaciones en la región de Neuquén. Además de generar empleo en la provincia y venta de energía a las transportadoras. Veamos qué pasa.
Se hicieron tres licitaciones: la primera la ganó Electroingeniería, pero Enrique Pescarmona (único fabricante de turbinas en el país) fue en queja a la Justicia. La obra se frenó por las garantías. Hubo una segunda licitación fallida y una tercera que ganó Eduardo Eurnekián con socios rusos.
¿Pero qué sucedió en el medio? El gobierno macrista comenzó a necesitar del FMI y, en un encuentro con Vladimir Putin, Macri quiso cuestionar a los inversores rusos y comenzó a dialogar con Angela Merkel para que Alemania se asociara con Eurnekián.
¿Qué hizo Macri con dos ministerios?
Cambió las condiciones del oferente por medio de una disposición de esos dos ministerios. De un plumazo, apartó a los inversores rusos y colocó en su lugar al mayor fabricante de turbinas hidroeléctricas de Alemania como socio de Eurnekián. ¿Se entiende? Eso no le agradó a Putin.
Entonces, lo que La Nación titula "un proyecto clave del kirchnerismo", es en verdad motivo de pujas entre bimillonarios nacionales y extranjeros que nada tienen que ver con la grandeza de la Argentina y su soberanía energética.
El diario macrista hace lobby por Alemania".
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lunes, 11 de enero de 2021

Proponen medidas urgentes para detener el rebrote del coronavirus en Argentina

Científicos del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina) urgieron tomar medidas que puedan revertir la ascendente curva de casos de coronavirus que el país sufre por las múltiples flexibilizaciones, los discursos negacionistas, el obstruccionismo opositor y la confianza exagerada en que el calor del verano puede disminuir la contagiosidad del virus.
Sin embargo, estos especialistas sugirieron, este fin de semana, implementar rápidamente medidas de dos tipos: permanentes e intermitentes. Las intermitentes aplican restricciones locales, planificadas y selectivas por actividad y jurisdicción. Las permanentes son cuidados a sostener en todo el territorio nacional. 
Además, pidieron apuntar a demoler la curva en vez de “solo aplanarla”, haciendo los casos contenibles de manera eficaz vía mecanismos de rastreo y aislamiento preventivo de contactos estrechos; priorizar la prevención de contagios por aerosoles en lugares cerrados y mal ventilados, restringir la circulación entre distritos con diferente situación epidemiológica y recuperar el compromiso de “las personas que cumplen”
También aconsejaron reforzar la idea de que “todos y todas somos transmisores”, apostar a “la mejor versión de nosotros mismos”, desarmar la percepción de “tormenta perfecta”, y garantizar que las nuevas medidas de cuidado y las restricciones con su planificación sean comunicadas muy efectivamente a la población. 
Los ingenieros Rodrigo Castro y Ernesto Kofman, y el sociólogo Daniel Feierstein, los tres investigadores del Conicet, explicaron que "la curva es una foto vieja, una versión retardada de la dinámica que sucedió 2 semanas atrás. Puede verificarse tanto en modelos de simulaciones como en datos de la realidad que es viable tomar medidas preventivas, adelantándose a la epidemia, y cosechar los frutos al cabo de entre 1 y 2 semanas. 
"Apoyándose en esto, y reconociendo que las medidas “duras” demasiado prolongadas en el tiempo pierden todo efecto, proponemos la intermitencia planificada. Esto es, períodos prediseñados de restricciones seguidos de períodos de flexibilizaciones. Por ejemplo, una semana (y sus fines de semana inmediatos) de cierre, aplicados con una frecuencia mensual", especificaron.
"Con esta idea, la sociedad y el Estado comparten un plan común, con objetivos claros (reducir la cantidad de muertes) y logros medibles, generando la sensación de que vale la pena un esfuerzo durante un tiempo acotado para cosechar éxitos y recuperar movilidad durante otro tiempo, que también será acotado", argumentaron. Sumado a esto, "las ayudas económicas necesarias a determinados rubros se pueden prever, presupuestar y calcular, dado que son limitadas, e invierte la lógica de que las noticias circunstanciales solo pueden ser buenas (por ejemplo, levantar un cierre planificado si la situación de la jurisdicción fuera demasiado buena, al contrario que reaccionar aplicando un cierre imprevisto cuando la situación se torna demasiado mala)". 
Finalmente, los científicos llamaron a desarmar "la tormenta perfecta", que -desde noviembre de 2020- supone "una combinación de percepciones sociales que se conjugó de manera contraproducente, produciendo un relajamiento resultante que se refleja como rebrote: el cambio de año, la llegada de la vacuna, la oferta de planes vacacionales, las festividades, el clima más amigable, la bajada de la curva de contagios, entre otros, son factores que hay que enumerar y comunicar enfáticamente que no son motivos válidos para relajar los cuidados".
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jueves, 7 de enero de 2021

Luego de la toma del Capitolio: la ¿nueva? derecha, de Estados Unidos al macrismo

"Los sucesos en Washington, con una movilización que irrumpió en el Capitolio superando a las fuerzas de seguridad y logrando el objetivo de suspender la sesión de los congresistas que debían entronizar a Joe Biden, parecen marcar el punto de partida de una nueva derecha
Donald Trump quitó legitimidad a las elecciones denunciando fraude. A partir de ese momento, puso en marcha una operación política pidiendo recuentos y luchando por electores para revertir la derrota; también permitió que los grupos de derecha nacionalista salieran a la calle con la consigna de "frenar el fraude".
Grupos de choque como los “Proud Boys” (Muchachos orgullosos) y “Latinos For Trump” -liderados por el latino Enrique Tarrio- convocó -a través de las redes sociales- a marchar. Lanzaron la amenaza: “Los Proud Boys saldremos a la calle en número sin precedentes, pero esta vez con una diferencia”. La diferencia está hoy a la vista y muestra a los Estados Unidos como un país con crisis política, un precedente histórico que puede contagiar a América Latina.
El odio a los extranjeros, la homofobia, la transfobia, el odio al movimiento feminista, la islamofobia y el miedo a la pérdida de identidad norteamericana en el mundo occidental han logrado reunir a un colectivo que viene en crecimiento en los EE.UU. y que siempre existió (desde la guerra de secesión y antes también). Esto agravado por la pérdida de poder económico mundial frente a China y los cambios en la composición cultural y racial del país.
La derecha operó en cambios con matices en toda América Latina. La modalidad de violencia política se puede ver claramente en Bolivia, con el golpe de Estado contra Evo Morales, pero también en la Argentina, Venezuela y Brasil. Macri y Bolsonaro hicieron de sus gobiernos un fiel reflejo de esa nueva derecha enrolada en el trumpismo con matices locales.
En Bolivia, las imágenes de Jeanine Áñez y Luis Fernando Camacho con la biblia y la retórica occidentalista mostraban a una derecha que no descartó la violencia, más bien la ejecutó desde el Estado con la complicidad de la prensa y el poder económico local. El regreso al poder de "Lucho" Arce les quitó legitimidad, pero esperan agazapados el momento para volver a la carga.
En la Argentina, se hicieron de todo el poder: Ejecutivo, legislativo (con complicidad de algunos opositores), y el judicial. Desde allí persiguieron y encarcelaron a la oposición, dejando un tendal de presos políticos que hasta el día de la fecha continúan en esa situación.
La derrota electoral no los amilanó, muy por el contrario, potenciaron “la grieta” impulsando a nuevos grupos de choque de derecha “libertarios”, “antivacunas” y macristas confesos. Estos protagonizaron las primeras marchas desafiando la cuarentena y al gobierno, eran marchas claramente opositoras, avaladas por los medios de comunicación corporativos y el macrismo.
El cinismo, algo común en Trump, Áñez y Bolsonaro, tiene punto en común con el macrismo, que sin dar el apoyo explícito, auspicia con discursos ambiguos desde las redes sociales a la desobediencia civil y la rebeldía de los grupos de choque. Casualmente o no, estos grupos se dicen libertarios: los Proud Boys se dicen libertarios de derecha que apoyan la libertad de expresión, los derechos de armas y los roles de género tradicionales: un club de hombres de “orgullosos chovinistas occidentales que se niegan a disculparse por crear el mundo moderno”.
Las redes sociales y la calle son vistos como “campos de batalla”, la derecha apela a las fake news y la agresión constantes. Los medios de comunicación corporativos se parecen cada vez más a propaganda partidaria y, si bien no pierden total legitimidad, operan sobre los sectores críticos y/o perjudicados por las crisis económica y sanitaria. Luego de la gran depresión en 1929, la desconfianza en el liberalismo dio paso a versiones violentas de la derecha en todo Europa y el mundo. La búsqueda de una salida que impidiera a la izquierda avanzar produjo la aparición del nazismo y el fascismo. Odio, violencia y miedo fueron parte del conjunto de ideas de la derecha para frenar el avance del comunismo. Muchos de estos elementos son comunes hoy con la crisis del discurso neoliberal: la derecha perdió el discurso económico hegemónico, sus verdades están cuestionadas y la pandemia prendió la mecha para el desarrollo de una derecha violenta que se alimenta de “las grietas” del sistema económico.
La resistencia al cambio y la crisis están modificando la sociedad de principios del siglo XXI, los problemas no resueltos por el neoliberalismo han generado enormes masas de excluidos, el neokeynesianismo es visto por el poder económico concentrado como el enemigo: para ellos, el Estado no debe intervenir, más que para garantizar sus negocios, pero el pragmatismo de varios gobiernos centrales y la necesidad de conservar el poder político desdicen esas verdades del “fin de la historia”, que hasta hace unos años parecía indiscutible".
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