"La visita que Scioli hizo al intendente de Tigre, Sergio Massa, quien
aspira a sucederlo en la gobernación, apunta a consolidar un eje no
kirchnerista, con la ambición de recoger heridos no en la clásica
ambulancia de los vencidos sino en un prepotente camión recolector. Ese
fue también el sentido del acto realizado en Los Toldos para presentar
la flamante agrupación Juan Domingo, con un documento según el cual “en
un mundo que cambia permanentemente sólo el peronismo ha demostrado que
puede recrearse a sí mismo”. Buena táctica, siempre que el peronismo la
hubiera acompañado. Pero aparte de los ministros del gobierno y los
miembros de la familia Scioli sólo asistieron siete senadores (Baldomero
Alvarez, Osvaldo Goycochea, Nora de Lucía, Alberto De Fazio, Marcelo
Carignani, María Ecohsor de Acuña y Ricardo Bozzani), seis diputados
(Alicia March, Jorge Scipioni, Guido Lorenzino, Martín Cosentino, Iván
Budassi y Gustavo Iriart) y apenas trece intendentes: los de Saavedra,
Colón, Trenque Lauquen, Benito Juárez, Guaminí, Capitán Sarmiento, Tres
Lomas, Exaltación, Baradero, Lavalle, Roque Pérez, Salto y Pinamar.
Entre esos trece distritos reúnen apenas 100.000 electores, de los
11.150.000 de la provincia. Como símbolo de su confusión, en vez de la
Marcha de Los Muchachos Peronistas escucharon “No llores por mí,
Argentina”, la canción de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice para el musical
antiperonista Evita. En cambio, el vicegobernador Gabriel Mariotto y los
líderes kirchneristas en la Legislatura José Ottavis, Juan de Jesús y
Cristina Fioramonti acompañaron a Olivos para un encuentro con Cristina
en la noche del jueves a los intendentes de General Rodríguez, General
San Martín, José C. Paz, Navarro, Arrecifes, Avellaneda, Berazategui,
Cañuelas, Lanús, Presidente Perón, Chacabuco, Chivilcoy, Pehuajó,
Balcarce, Partido de la Costa, Bahía Blanca, Monte Hermoso, Azul y
Tapalqué. Esos 19 distritos tienen un padrón de 2,5 millones de
electores. Este primer encuentro, que se repetirá con los jefes
comunales del resto de la provincia delimita los campos. El acto de
Lobos fue así un certificado de defunción del sciolismo, firmado por su
médico de cabecera Alberto Pérez. Ayer, el gobernador llegó a decir que
apoyaría la reelección presidencial y no enfrentaría a Cristina, lo
mismo que le respondió a Néstor Kirchner pocos días antes de su muerte,
cuando el ex presidente le planteó que si quería ser candidato lo
enfrentara en las primarias. Nadie podría impedir que Scioli fuera
candidato en 2015, pero si lo intentara debería ser con otros colores
que los del Frente para la Victoria. Antes de 2015 hay una estación
previa y en ella tendrá la posibilidad de apearse con decoro,
encabezando con su declamada lealtad la lista de candidatos del
oficialismo a diputados nacionales".
Fuente
Capturas
domingo, 13 de mayo de 2012
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