Es en su oposición a que el país maneje su propia política hidrocarburífera para sostener el crecimiento y desarrollo de la Argentina, en vez de continuar con el modelo gerenciado por una multinacional extranjera bajo la lógica mercantil y especulativa de los commodities.
Una de las líderes de Plataforma, la socióloga Maristella Svampa, participó del 2º encuentro “Universidad, Movimientos Sociales y Nuevos
Horizontes del Pensamiento Crítico”, que se llevó a cabo en el
campus de la Universidad Nacional de Río Cuarto este lunes y martes.
"En el marco del encuentro, se presentó el libro “15 mitos y realidades de la minería trasnacional en la Argentina”, que
tuvo entre sus autores a Svampa. Ella indicó que surgió como
respuesta a la lucha desarrollada en el Senado durante el
debate por la ley nacional de protección de los glaciares. “A
partir de eso tuvimos que armar dossiers de información,
sistematizando datos y argumentos, porque el lobby minero
decía mentiras”, explicó.
Entre estos mitos, destacó
las versiones vinculadas al trabajo que genera la minería y
la minería como modelo de desarrollo. “Sacaron solicitadas
en los grandes diarios diciendo que la ley de Glaciares estaba
en contra del desarrollo y el trabajo”, dijo y agregó: “Por eso
nos propusimos desmantelar esos mitos que se transmitían a una
sociedad muy poco informada sobre la minería a cielo
abierto”.
- ¿Qué lugar tiene la reestatización de YPF en este debate?
-
YPF es un tema mayor. Desde Plataforma 2012, el nucleamiento
de un grupo de intelectuales críticos del gobierno, se
publicará un documento donde se busca interpelar a la
población, porque creemos que el gobierno está jugando con un
imaginario social muy fuerte. El rol simbólico de YPF en el
ideario emancipatorio de los argentinos es notable. Todo el
mundo ha salido a apoyar la medida, cuando en realidad tiene
graves problemas.
- ¿Cuáles son los puntos que se le critican a la medida?
-
No hay reforma del marco regulatorio, no hay
nacionalización de los hidrocarburos, se adopta una figura
de Sociedad Anónima y no de Sociedad del Estado, no hay una
propuesta de diversificación de la matriz energética, hay que
pensar en energías alternativas. Aquí se apuesta a la
explotación del gas no convencional, que es el equivalente a la
megaminería a cielo abierto. La metodología de la
fracturación hidráulica implica la utilización de grandes
cantidades de agua y sustancias químicas contaminantes. Eso
ha sido prohibido en Francia, es la única lucha socioambiental
que ganaron los franceses, pero acá lo estamos vendiendo como
si fuera el nuevo El Dorado. Esto es terrible, se están
haciendo los tontos, cuando en realidad se debe debatir si se
puede explotar ese gas, por el costo ambiental y social que va a
tener.
- ¿Cree que se trata de un uso meramente político?
-
Sí, a todos nos toca, pero tenemos que ver cómo el gobierno
manipula el pasado, porque los Kirchner fueron cómplices de la
privatización y del vaciamiento actual que caracteriza a
YPF. Están evocando la historia de la devastación que generó la
empresa, pero parece hacer un cinismo. En el documento que
estamos elaborando apuntamos a la desmemoria de los
argentinos; ¿con qué confianza podemos ver a un Gobierno
cómplice de la privatización? No creo que ése sea un tema menor,
por eso hay que repensar YPF, con más controles, es necesario
volver a los debates".
Fuente
Etchemendy puede darnos un contexto más amplio del accionar de estos grupos que se conforman con correr por izquierda al gobierno, cuando en verdad, dentro de poco, se vean en una nueva disyuntiva de ver materializados sus deseos y pedidos o refugiarse en las formas para no ser "chupados" por el kirchnerismo.
Pero no nos adelantemos a lo que nos adelantó Estela, y leamos al profesor de Ciencia Políticas de la Di Tella: "el progresismo liberal argentino junta inocentemente tradiciones
políticas en suma tensión en pos de la crítica a un gobierno puntual.
Así, aun aquellos con las mejores intenciones contaminan
innecesariamente la tradición inclusiva y popular con elementos que no
le son prioritarios y en algunos casos ajenos. Dicho de otro modo, una
vez asegurado el piso imprescindible de democracia política y Estado de
Derecho, la política de los movimientos populares y la izquierda debe
apuntar a consolidar un poder político central y transformador. La
teoría y la experiencia histórica en los procesos democráticos
demuestran que la ampliación de derechos sociales generalmente va desde
Ejecutivos fuertes hacia el Congreso y el Poder Judicial, y desde el
poder estatal central a las periferias federales, y no al revés.
Postular acciones decisivas contra el poder económico y la desigualdad
material, y a la vez invocar principios liberales clásicos en cuanto el
poder concentrado de la presidencia, el rol del Congreso y la autonomía
federal es hacer de la izquierda y la crítica un simple enunciado de
buenas intenciones".
Fuente
jueves, 10 de mayo de 2012
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