Es el fin del mundo otra vez. Todo nos va a salir mal y somos lo peores del mundo, otra vez. Estamos cada día más aislados del mundo, que nos odia por ser parias y ladrones. Hablando de eso: todos son chorros (los K, nada más) y es el final de la fiesta Kk. La economía es un desastre y estamos peor que Europa. El Campo se muere de hambre y la Dictadura K lo viene a devorar (y a apoderarse de su plata para ganancia personal de CFK y AB, ponele). Y por supuesto: quieren dividir a los argentinos de bien.
Anoche regresaron todos estos lugares comunes doñarosísticos al set de TN: la Sociedad Rural y la Federación Agraria, juntas, con el alma piadosa de Joaco que se olvidó de hacerles un montón de preguntas, ya que venía de cantar con La Nata y el incisivo Fernando Bravo (que lloró, según Leuco Metralleta). Por ejemplo: ¿por qué la cooperativa de acopio de la FAA le afana a los productores, tal como lo hacen los grandes exportadores, según ellos mismos? ¿No son defensores de los productores acaso?
Otra, así, rápido, al voleo: ¿Biolcati sigue recibiendo grandes subsidios por su actividad lechera personal? Otra: ¿Ya desistió de sus actitudes golpistas o...?
El #QueremosPreguntar parece que no está funcionando, aunque entre los tres, tuvieron tiempo de negar enfáticamente que hayan entrado como patotas en Entre Ríos y Buenos Aires, sólo porque los agarraron en offside con el valor de su tierra desactualizado. Buzzi se entusiasmó con pedir nuevamente que se devalúe, así los sueldos de los trabajadores se hacen bolsa. Biolcati, con la movilización del miércoles en La Plata: "Esto es una nueva 125". Y se enfrentaron con intendentes, gobernadores y por supuesto el gobierno nacional, al cual le vaticinaron lo peor. Si hasta enterneció Buzzi al afirmar que él sigue siendo progresista. Joaco y Hugo lo miraban...
Ya la semana pasada declararon un paro de comercialización en la provincia de Buenos Aires, que pasó sin pena ni gloria, como todas sus últimas medidas de fuerza que ya no convencen a nadie. Ahora anuncian otro más para esta semana: "Las cuatro entidades (Sociedad Rural, CRA, Federación Agraria y
Coninagro) anunciaron un cese de comercialización de granos y hacienda
en Buenos Aires desde este miércoles hasta el domingo 20 de mayo.
Además, convocaron a una movilización para este miércoles a las 10:30
horas en la plaza San Martín de la ciudad de La Plata en rechazo al
aumento del impuesto inmobiliario rural que pretende aplicar la Cámara
de Diputados bonaerense".
Pero ya hay anticuerpos sociales que no había en 2008. Por ejemplo, la información fluye, por lo que Buzzi tuvo que echarle la culpa de los incidentes de la semana pasada a... La Cámpora ("Yo no estaba, pero nosotros no hicimos nada"). Pero las cosas ahora se saben mucho más. Y mejor.
"El paquete impositivo que se debate en la Legislatura bonaerense, y que
ya tuvo media sanción en la Cámara de Senadores, movilizó a un sector de
productores rurales que intentaron tomar por asalto el edificio del
Congreso provincial. El objetivo: evitar que se apruebe el paquete de
medidas que tiende a reparar inequidades. Mientras un vecino de Lanús
paga por una pequeña casa setenta pesos por el impuesto inmobiliario
urbano, el dueño de una hectárea sojera, que rinde hasta cincuenta mil
dólares anuales y su valor fiscal es irrisorio, desembolsa la misma
carga impositiva".
Fuente
"Los dueños de las tierras bonaerenses pagan 47 pesos
en promedio por hectárea al año por el impuesto inmobiliario rural. Por
un campo de 176 hectáreas en General Madariaga, en el sudeste de la
provincia donde la soja desplaza a la tradicional actividad ganadera,
abonan 1800 pesos al año por el inmobiliario rural, cuando esa propiedad
tiene un valor de mercado aproximadamente de 2,3 millones de pesos.
Mientras tanto, el dueño de un Renault Sandero modelo 2011 paga 2700
pesos por la patente de su auto. La introducción de una reforma
tributaria que equipararía, a partir de la actualización del valor
fiscal de las tierras, el monto que pagan los dueños de los campos más
ricos del país y el automovilista del ejemplo despertó la oposición
violenta de las cámaras patronales agropecuarias, que el jueves pasado
intentaron evitar el avance de la iniciativa forzando el ingreso a la
legislatura provincial.
El aspecto central de los cambios en ese impuesto patrimonial, que
rechazan las cámaras empresarias agropecuarias, es la actualización del
valor fiscal de la tierra, el monto utilizado para determinar cuánto
pagarán de impuestos por sus propiedades. Las presiones de las entidades
patronales, encabezadas por Carbap, y las sucesivas alianzas que
tejieron con los distintos gobiernos provinciales, lograron que esas
valuaciones se mantengan congeladas hace más de 15 años. Esa
subvaluación fiscal de la tierra convive con un escenario de
valorización explosiva en el precio de los campos y un extraordinario
incremento en los niveles de rentabilidad por el alza internacional de
los commodities agrarios. En distritos donde el precio de la hectárea
supera los 45 mil pesos (10 mil dólares), el valor que se toma en cuenta
para determinar el impuesto inmobiliario rural no supera los 1200 pesos
(270 dólares). Así, un impuesto que llegó a representar el 10 por
ciento de la recaudación de la provincia alcanzó solamente al 2 por
ciento en 2011. La reforma del tributo patrimonial permitirá recaudar
300 millones de pesos adicionales, un aumento del 30 por ciento".
Fuente
martes, 15 de mayo de 2012
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