Una fijación que ya tuvo varias virulentas tapas en el pasado. Ahora James Neilson inicia así su columna de esta semana: "Cristina dice sentirse “un poco como Napoleón”. Por fortuna, al hacer esta confesión un tanto sorprendente (parecería que en todas partes los manicomios cuentan con por lo menos un paciente que se cree Napoleón), la Presidenta no aludía a sus eventuales aspiraciones bélicas sino a las reformas del Código Civil que tenía en mente".
Para luego delirar -oooops, perdón-, derrapar: "El grito de guerra tanto de los “cuadros” jóvenes que se imaginan destinados a llevar el evangelio kirchnerista a los últimos confines de la Tierra como de la Presidenta –y, a su modo, de las huestes napoleónicas– es: vamos por todo. Desgraciadamente para ellos, “todo” no parece dispuesto a rendirse así no más. Por el contrario, la lucha de Cristina por someter el mundo a su propia voluntad para que quepa en su “relato” ya está provocando una reacción planetaria que, siempre y cuando no estalle una guerra que sirva para poner las cosas en su lugar, no tardará en adquirir dimensiones incontenibles".
Pero aquélla manía con la locura de la Presidenta ya había tenido otro episodio hace poco, en manos del CEO del grupo Perfil: "La Presidenta, incluso desde que era senadora, siempre exhibió rasgos que el Manual de Trastornos de la Personalidad (DSM-IV) describiría como narcisistas e histriónicos. Estos rasgos se han pronunciado desde que se operó. Como si la medicina que le suministran para compensar la pérdida de la tiroides no estuviera correctamente balanceada, sus últimos discursos públicos reflejan un estado de alteración mayor a lo habitual en ella misma".
Lo que se dice, una verdadera fijación.
Delitos de uniforme
Hace 45 minutos
4 comentarios:
Este trastornado, perverso hijo de mil puta, buchón de los milicos todo-terreno ya desde pendejo, tendría que estar tras las rejas hace rato, por cómplice y colaborador de la dictadura.
Prensa canalla
Tá bien, la yegua está chiflada y se cree Napoleón - ahora si estos próceres de la canallada pensaran un poquito, encontrarían algo mucho peor para su autoestima; y es lo espantoso que resulta que una loca así, los tenga como los tiene, crispados, nerviosos, histéricos y de derrota en derrota.
Cierto, tá loca ella, pero les hace florecer el hemorroides, pobrecitos... ¿loca?, de dónde?..
¿Por qué el grado de renovación de tópicos es tan escasa en estos tipos? ¿No aprenden ya?
Publicar un comentario