El premio Nobel alemán se había animado a ser vocero de las numerosas críticas que despierta la política armamentista de Israel y también a denunciar la nueva maniobra guerrista de Occidente, esta vez contra Irán, mediante un encendido poema.
Esta valiente actitud, en una Alemania aún azotada y maniatada por su pasado exterminador de judíos, le valió previsibles críticas del establishment de esta parte del planeta, hasta la medida extrema y radical de Israel de declararlo persona non grata por expresar sus ideas.
Ahora, "Jakob Augstein (foto),
en su columna para esta semana en 'Der Spiegel', revista fundada por su
padre, Rudolf Augstein, dice que Grass está en lo correcto y que, lejos
de ser un antisemita, es "un realista". "Lo
que ha hecho es proponer que se revise esa posición germana, proclamada
por la canciller Ángela Merkel, de prometerle a Israel que su seguridad
es asunto de Estado de Alemania, porque bajo esa promesa, si Israel se
va a la guerra contra Irán, soldados alemanes deberían ir a luchar por
la defensa de Israel, en un escenario de ultimátum para el mundo
entero"" (Fuente).
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