El temporal nos devolvió a Lilita

En una pirueta del destino, justo a ella que siempre se ocupó de meteoróloga de tsunamis políticos que nunca llegaron, la naturaleza vino a traérnosla de vuelta, luego de un exilio en Punta para resisitr al régimen y a la sociedad que le dio la espalda en un 98,5% el 23O. Pero a ella poco le preocupa eso. A tal punto, que regresó más radicalizada que nunca. Ahora no sólo el kirchnerismo es el Mal, sino también los radicales, los del PRO, los socialistas, es decir, todo el sistema político nacional, excepto ella. Las corporaciones son una mafia sin partido político, excepto el de ella. Aunque si uno analiza en más detalle su regreso de anoche a su casa (TN), en verdad ella es la única pura y honesta. A lo sumo, podemos sumar al Toty Flores, al que generosamente le dejó la presidencia de su Movimiento Cultural de Resistencia.
Tratando de contener sus gestos histriónicos y sin mirar tanto fuera de cámara, Lilita vino con el juego online, el vaciamiento de YPF, Yabrán y NK muertos pero igualmente acusables, el "buen mozo" de Felipe González, Boudou, Rafecas, el esperado "Ella es la jefa de la mafia", y demás ingredientes de una alocada intervención que le dispensó el cable de Magnetto casi durante ¡¡¡1 hora!
A la mañana, ya había debutado con Chiche Gelblung y antes había hecho una changa en La Nación con una columna que entusiasma a sus jefes al asegurar que Boudou no tiene fueros y puede ir preso (aunque, a lo Fonte, no hay una prueba que lo incrimine y todavía no esté como Mauri: procesado y ratificado por Cámara).
"Tenía que curarme, la derrota me dio la enorme oportunidad de volver a mí misma, de recuperarme, de curar el alma; igual seguí trabajando, presenté 40 proyectos, estoy trabajando en el vaciamiento de YPF, pero tenía una operación pendiente de hace 10 años, me recuperé, ya estoy bárbara, ya estuve en la reunión de bloque, estoy muy contenta", se excusó ante Gelblung.
Lilita volvía en una mañana donde los principales columnistas comenzaban a edificar al prócer Righi (Joaco y Venturita se desangraron en elogios, a tal punto de que parecía que el jefe K de los fiscales era un testimonio de corrección republicana e independencia jurídica), aunque con una honrosa excepción (obligada, porque si La Nación venía a defender al montonero camporista ya iba a ser demasiado). En medio de este vuelco pro-montonero, la reaparición de la Naranja viene a agregar una prueba irrefutable de lo dantesco que es el caso mediático Ciccone, donde no desentonaron los ex correligionarios de Carrió al quejarse por lo que consideran (sin ruborizarse) un "escándalo institucional".
"Yo parte de esa corporación no fui, es preferible la derrota en las urnas que la derrota en los principios y en la conducta. Hay un poder que por afuera parece gobierno y oposisión, pero por adentro están los mismos personajes", se justificó en Mitre como en TN.
La Nata la espera el domingo. Juntos son dinamita.