Como no confiscó YPF ni salió con una amenaza de invasión de Liverpool, no saben para dónde disparar. "Habrá estado bien", se dicen mientras se miran con las manos sobre el tecado sin saber qué tecla apretar. Y la garabatean, desde el elogio hasta miles de peeeeeros en la misma columna. O recurren a mezclar peras con manzanas como para oscurecer eso que en el fondo les parece que estuvo... correcto. Ni qué hablar si vemos un amplio consenso (qué palabrita) en torno del tema Malvinas, cosa que los ha dejado más solos que Buzzi en Rufino con sus tractores.
Entonces, Pepe dice que fue un discurso "enérgico y prudente", pero luego para deslegitimarlo, recurre al "relato" y a que hay mucha deuda externa, de que no nos desendeudamos (sin decir que la deuda externa representa el porcentaje más bajo del PBI en décadas, por ejemplo).
Joaquín se muestra sorprendido y tira: "Cristina Kirchner fue ayer una política correctamente pacifista, después
que había dejado crecer las expectativas de una mayor tensión con
Londres. Contradijo, por momentos, lo que hace con lo que dice, pero su
discurso, en un aniversario redondo de la guerra por las islas Malvinas,
fue un conjunto sensato, sin fisuras, salvo las concesiones que hace, y
que nunca faltan, a la épica kirchnerista". Pero luego desmerece con giros retóricos, el por qué se conmemora el 2 de abril, medidas comerciales y diplomáticas CONTRA Gran Bretaña y termina con la clásica victimización propia.
Los más reacios a conceder algo son van der Kooy y Dinatale, que siguen en esa tónica de que todo está mal, siempre (y en todo caso, no les avisaron que podían, aunque sea, moderarla un ratito).
Van der Kooy: "La celebración tuvo ayer esa particularidad: vinculó aquella trágica
aventura del pasado con un presente en el cual la acción polìtica del
Gobierno parece imbuida también de cierto aventurerismo . Es
imposible desligar la causa sobre Malvinas del contexto externo en el
cual se inserta ahora la Argentina. Los contrastes resultan marcados:
una firme unidad regional que apuntala la reivindicación por las islas,
pero un creciente desbarajuste, en especial, en la relación con
Washington y con la Unión Europea que siembra de incertidumbre la
pretensión kirchnerista de destrabar el conflicto".
Dinatale: "No hubo ningún anuncio extraordinario y más bien el mensaje de Cristina
Kirchner a 30 años de la Guerra de Malvinas desnudó que el Gobierno no
tuvo para esta fecha histórica una estrategia cerrada para encauzar el
conflicto y navega aún en un mar de contradicciones".
martes, 3 de abril de 2012
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