Repercusiones de la derrota de De la Sota en Río Cuarto

Puntal I: "Como era de esperar, De la Sota se refugió en algún lugar de las sierras para no ser fotografiado anoche con la cara larga que siempre muestra el vencido. Pero su figura ha salido dañada de Río Cuarto. Porque usó una montaña inmensa de dinero -ojalá alguna vez se determinen el monto y el origen- para tratar de imponer a su candidato, porque intentó extorsionar a 160 mil personas al advertirles que a la ciudad le iría mal si optaban por Jure, porque hizo repartir colchones, frazadas, juguetes y huevos de Pascua desde sus caravanas dadivosas, porque se dio el lujo de dejar tres semanas sin gobernador a una provincia aquejada por una grave crisis económica y financiera, porque no tuvo ningún límite, porque los traspasó a todos, porque hasta presionó personalmente -o hizo presionar a través de dudosos personajes- a periodistas que cubrían la campaña electoral".
La Mañana de Córdoba I: "Con respecto al Gobierno nacional y a sus propias expectativas como dirigente nacional, De la Sota queda debilitado, porque ya no puede mostrarse como el jefe de una máquina de ganar elecciones en Córdoba. En el peronismo, la derrota electoral cuesta cara, y no es lo mismo ingresar a la Casa Rosada con un triunfo de la alianza FPV-UPC en la capital alterna bajo el brazo, que con una derrota que capitalizaron no sólo Jure, sino Oscar Aguad, Mario Negri, Luis Juez y Adolfo Rodríguez Saá, adversarios del kirchnerismo en estas tierras".
La Voz I: "Con la derrota del PJ, las primeras facturas para el gobernador vendrán desde su propio partido. En especial, del kirchnerismo nacional, que no se involucró en la campaña, pese a que Minardi proviene del sector de Alberto Cantero, funcionario nacional K.
Se sabe que en la Casa Rosada tienen una particular predilección por los ganadores. Y a De la Sota se le avecinan días de arduas negociaciones con la Nación. Sin dudas que esto influyó en el protagonismo que le imprimió a la campaña. De la Sota intentó mostrarle un triunfo resonante a la Rosada".
La Mañana de Córdoba II: "Aunque De la Sota puede interpretar ahora que su influencia ayudó a reducir las diferencias con el radicalismo a una mínima ventaja, en definitiva las elecciones de 2004 y 2012 demostraron que los riocuartenses votan de manera independiente y sin estar atados a partidos o figuras políticas. Para presidente sufragaron mayoritariamente el año pasado por Cristina Fernández, para gobernador por De la Sota y ahora para intendente por el radical Juan Jure".
Puntal II: "El triunfo de Jure le da al intendente reelecto una proyección provincial. ¿Compartirá fórmula con Ramón Mestre, jefe comunal de Córdoba, para el 2015?".
La Mañana de Córdoba III: "La segunda ciudad de la provincia, la Capital alterna que él mismo creó, se queda en manos del radical Juan Jure. Como está la primera ciudad cordobesa en manos del radical Ramón Mestre y como está la tercera en manos del peronista K Eduardo Accastello... Ni en la cuarta ciudad (Carlos Paz), ni en la quinta (San Francisco) es posible encontrar alguien de su riñón. Es preciso mirar hacia la sexta localidad, llevar la vista hasta Alta Gracia, para hallar a Walter Saieg, un intendente absolutamente delasotista. Ahí, en las turbias aguas del Tajamar es donde el primer mandatario provincial empieza a ver reflejado su rostro, hoy por hoy".
La Voz II: "Siempre confiado en que le encontrará una vuelta a las cosas, Jure supo dejar en el olvido los peores aspectos de su gobierno: Las idas y vueltas por Gamsur; las “quintitas” de sus propios aliados y el rojo en las finanzas. “Voy aprendiendo en la gestión”, dice sonriente y todo se le disculpa".
La Mañana de Córdoba IV: "Jure camina con fortalezas y debilidades. Por un lado, es un típico político “pragmático”, quien no dudó en respaldarse para ganar con el puntano Adolfo Rodríguez Saá (referente del PJ de centroderecha), ni avanzar hace dos años atrás en la creación de un Banco de Desarrollo Municipal con el “kirchnerista” Eduardo Accastello. Pero su relación con el partido a nivel provincial es casi nula, y está encerrado en una política de cabotaje. Poco importa en Río Cuarto que Mestre, Oscar Aguad, Mario Negri o cualquier dirigente foráneo haya aprovechado anoche para subirse al palco del vencedor. El triunfo de Jure es leído como mérito puro y exclusivamente del radicalismo del Imperio, y de sus socios riocuartenses. Algunos socialistas, otros del Frente Cívico de Juez (donde hay mucho simpatizante K), e incluso de algunos de sus funcionarios, como Jorge Méndez, quien supo compartir palco con Néstor Kirchner cuando vino al acto de Forja, en Córdoba. De allí las banderas del kirchnerismo en el cierre de campaña del jueves y los ostensibles silencios de Jure sobre la gestión nacional, son datos que tomaron nota muchos de sus correligionarios. En aras de este pragmatismo, es que Jure sabrá acomodar (ya empezó anoche) su nueva gestión a una buena relación con el Gobierno nacional y el provincial".