Ahora, Guns 'N' Roses es como Eisenhower, Nasser y De Gaulle

Criticando el desmedido ejército de bravuconadas y poses histéricas de varios medios españoles, Fonte se pasa de largo: "Axel Kicillof fue la contracara de Macri, el único político de peso que se opuso a la estatización, esperando cosechar en el futuro al ir contra la corriente en el presente. Si la intervención de Kicillof en YPF se llegara a coronar con éxito, pasaría a ser un gran candidato del oficialismo en las elecciones legislativas del año próximo. Y desde allí su camino ascendente podría llegar a no tener techo.
Si tras la nacionalización de YPF el inconsciente colectivo escondiera un sentimiento de reparación histórica contra el colonialismo español, si la mención de Cristina a la forma de “trompa de elefante” de uno de los gráficos que expuso fuera una eficaz e irónica devolución del “¡Por qué no te callas!” del rey de España a Chávez hace unos años, y si la condensación de todas esas emociones se mantuviera a lo largo de los próximos meses, Kicillof cumpliría en el imaginario social el papel del general al frente de las tropas argentinas. Y aunque fuera simbólicamente, eso no sería poco.
La historia está plagada de ejemplos de generales victoriosos que se transforman en candidatos electorales imbatibles: De Gaulle, Eisenhower y Nasser son los ejemplos presidenciales más destacados pero, sin llegar a tanto, hay decenas de senadores y gobernadores en todo tipo de países cuyo principal capital político fue haber sido héroes de alguna contienda".
¿Y por qué no con un touch trosko también? "Futbolísticamente, Cristina sacó del banco a Kicillof y lo puso en Primera sin que atravesara categorías intermedias, un ascenso público que además catapulta a La Cámpora, agrupación que hasta ahora no había mostrado personajes de su cúpula con el talento suficiente para sostener un discurso de tres horas. El piletazo de Cristina demuestra que está seducida por el método de pensamiento del funcionario más que por su personalidad altanera (aunque este costado no le disgusta). Un politólogo avezado diría: es la atracción que genera el trotskismo sobre la pequeña burguesía", garabatea García, para luego develar las peripecias de un "ex jefe de Gabinete" "asesorando" a YPF.