sábado, 28 de abril de 2012

Diament (El Cronista) se aproxima

Buen comienzo el de Diament, cada vez más cerca de ver que no hay ninguna guerra, sino una explicitación de lo que se sabía hace rato: "Una de las operaciones más exitosas del gobierno Kirchner ha sido (y aún lo es) la demonización del periodismo crítico. A diferencia de otros regímenes autoritarios o populistas que han buscado neutralizar a la prensa por medio de la censura, la intimidación, la confiscación o el cierre, los Kirchner (en sus dos versiones), sus funcionarios y sus adeptos concibieron el más sutil, pero a la larga, más redituable plan de desactivar el impacto crítico de la prensa atacando su credibilidad.
Sin credibilidad, el periodismo no existe y sus denuncias y afirmaciones caen en el vacío. A lo sumo, se convierten en un aporte más al mercado del chimento, un cacareo similar al que producen los foristas de las publicaciones online.
Esta demonización no se logra de la noche a la mañana; requiere una paciente y persistente campaña cuyo objetivo principal es sembrar la duda. La duda es el ácido que va erosionando la certeza. Al poco tiempo, todo cuanto queda es desconfianza, incertidumbre y confusión.
El gobierno logró todo esto de manera ejemplar, ayudado, es preciso decirlo, por las características de las empresas periodísticas, muchas de las cuales están lejos de ser modelos de ética o de transparencia".
Fuente
Lástima que luego se confunde y cree que lo que se busca es silenciar. No. El pedido es que cada medio le hable transparentemente a sus audiencias al clarificarles los intereses que defiende, es decir, su lugar de enunciación (conformado por dimensiones no sólo económicas o financieras, sino pricipalemnte políticas, ideológicas, político-partidarias, culturales, sociales).
Pero de a poco la inevitabilidad del poderío del cambio de época va drenando en los que se negaban a dar el paso de ser más honestos con ellos mismos y con el Otro. Abandonar el bi-simualcro clásico en el que estuvo presa la prensa: la objetividad y la independencia. Quizás esa sea la razón de que sus mejores exponentes vean imposturas en todo lo que analizan (hoy Guyot, nuevamente en La Nación, con su "cartón pintado"): La Nata y troupe prefieren creer que nada de lo actual es real, que siemrpe hay una mentira detrás y que ellos son los que tienen la misión de develarla. Habrá algunas (para las cuales, el sistema republicano (y/o democrático) tiene preparados sus dispositvos burocráticos -la Justicia, por ejemplo-) pero conviven con grandes y genuinas construcciones, más estructurales, esas que los revelan como conservadores de un periodismo que perdió el flujo de la Historia.

2 comentarios:

Ricardo dijo...

El camino elegido por el kirchnerismo para lidiar con la prensa "destituyente", o con el Partido de los Medios (podría haberse dicho antes), no sólo es el adecuado, sino el único que hoy puede poner en negro sobre blanco el papel de estos medios como actores políticos y parte indivisible del poder del mercado, ya que todos forman parte de megaempresas diversificadas.

Saludos.

Sergio Villone dijo...

Buen punto, Ricardo.
Gracias por tu aporte.

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