Mientras su compañero de fechorías asegura que CFK ganó por el asistencialismo, porque se hizo la buenita y porque la gente le tuvo miedo al vacío de poder (remembranza de la crisis del 2001), y su jefe ahora viene a admitir que el modelo económico kirchnerista existe, Blanck se anima un poquito a reconocer (como aquella vez que se rindió ante la evidencia dolorosa de la insultante tapa que había editado cuando Duhalde y su policía asesinaron a Kosteki y Santillán) que debe cambiar de anteojos a la hora de analizar la vida política y social de la Argentina gobernada por el kirchnerismo: "La legitimidad de origen para el segundo mandato de Cristina, que emerge de la arrasadora elección de ayer, incluye en el mismo acto la legitimación de su gestión actual. Fueron cuatro años de lucha por extender los límites de su poder, de grandes batallas ganadas en el Congreso y en la opinión pública (estatización de las AFJP, Ley de Medios, matrimonio igualitario) y otras ambiciosas cruzadas perdidas, contra el campo en 2008 y contra los votantes en 2009. Años de pérdida irreparable cuando Kirchner se le fue en 2010, y de su notable recuperación personal y política, tan inesperada como la fuerza y la habilidad con que se sobrepuso al dolor, a la soledad y a los peores pronósticos sobre su capacidad de gestión y de mando, equivocación de la que no escapamos casi ninguno de los observadores y analistas de la política".
De él no dependerá que le creamos que fue desde la más absoluta honestidad intelectual y profesional antes que de un servicionismo laboral prostituido.
lunes, 24 de octubre de 2011
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2 comentarios:
Hola Sergio
Seguramente esta autocrítica de Blank no le será obstáculo para seguir masacrando todo intento de restauración popular con olor a kirchnerista que se le cruce por el camino, porque, al fin y al cabo, él no es el dueño del prostíbulo, sino sólo la madama.
Saludos
"The more the merrier"( o algo así ) dicen los gringos, y está bien. Mejor ir cerrando frentes por si se viene la gran confrontación con el núcleo irreductible de la sociedad, representado por "La Nación"
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