Mientras las encuestas invadieron los principales diarios a 15 días del 23O y Marianito (siempre muy conectado con las principales universidades del mundo) apuesta por que la economía la derribe a CFK, onda, en 2 años ("Siempre se supo que el modelo económico impulsado por la Presidenta se agotaría en el mediano plazo -digamos, de aquí a dos años"), ya comienza a eregirse una nuevo tópico de la mano de un nuevo round en el enfrentamiento entre la Presidenta y Hugo Moyano: la apropiación de la caja de las obras sociales por parte del insaciable kirchnerismo; todo con tal de que la crisis grave que se avecina (ya llega) no impacte su popularidad, porque nada se preocupa por el ciudadano común, menos lo va a hacer por la economía del país, señora, ¿no?
Escribe el ex socio del ladero de Marianito: "El analista Eduardo Fidanza, de Poliarquía, dice que las dos magnitudes que denotan el poder son los índices de popularidad y el presupuesto disponible, pero que hablar de la caja no significa necesariamente aludir a una manipulación espúrea asociada con el clientelismo sino considerar la importancia de los recursos que manejan hoy los estados nacional, provinciales y municipales. "Hay que tener cuidado -advierte Fidanza- cuando uno dice gobierno fuerte, porque puede haber en el horizonte puntos vulnerables importantes; se verá cómo evoluciona o involuciona el esplendor, la relación entre lo que se ingresa y lo que se gasta, la cuestión de la inflación; en fin, las acechanzas"".Leuco Metralleta es más explícito, como siempre: "CFK está convencida de que esa caja gigantesca es la base del poder sindical y que sin ella, será mas fácil domesticarlos. Piensa esgrimir un argumento que acompaña el sentimiento de gran parte de la sociedad: las obras sociales son el coto de caza de la corrupción y el principal dineroducto que enriquece ilícitamente a los dirigentes sindicales. Después de las elecciones, en medio de la euforia por la contundencia de los resultados, Cristina avanzará para ser la única propietaria del poder en todas sus formas. Hay un solo problema: los muchachos van a resistir. Al Gobierno, el manotazo no le resultará tan fácil como con las AFJP o la Anses. La defensa de esos fondos millonarios tal vez sea el único denominador común entre todos los grupos internos de la CGT. Los une el amor al dinero y el espanto al llano".
Ese panorama sombrío que pintan los grandes medios desde hace 15 días, ya que vieron que nada pueden hacer el 23O y que la mayor parte de la gente no les hizo caso a todas sus construcciones de sentido falaces, permite a los buitres de siempre aconsejar volver al FMI, Club de París y cualquier organismo internacional con tal de retomar la hermosa senda del endeudamiento que tan buenos frutos, ustedes saben muy bien, le regaló a la Argentina durante tanto tiempo.
""Los discursos de la Presidenta reflejan una tendencia al cambio, que indica que hay que arreglar con el Club de París y con el Fondo Monetario para ir a los mercados porque con este nivel de caída de reservas ya no alcanza para vivir con lo nuestro", dijo el experimentado hombre del sistema financiero.
Desde Wall Street, Boris Segura dijo que la peor opción es la parálisis oficial actual, que "añade más fuego a las expectativas de devaluación que ya había". Por esa razón, sugirió acercarse al FMI y rezar para que el fenómeno climático de La Niña no arruine la cosecha en 2012", dibuja Kanenguiser en La Nación, que por estos días sufre de una taque de nervios ante la inminencia del triunfo categórico K.
En lo de Fonte, las encuestas son otra herramienta más para apretar al pobre de Hermes si osar cumplir con su plataforma de cambiar el actual sistema presidencialista por uno de un signo parlamentario: "Las tres encuestas –de Ipsos-Mora y Araujo, de Management & Fit y de Römmer y Asociados,– colocan al socialista Hermes Binner como el segundo, aunque lejos del oficialismo. Es un dato interesante: Binner obtuvo el cuarto puesto con 10 por ciento de los sufragios en las primarias. Si las elecciones fueran hoy sacaría entre 12 y 16 puntos. Logró posicionarse como una alternativa, en parte gracias al propio Gobierno, que lo levantó un poco con los cruces con la Presidenta. A la Casa Rosada, si bien le podría quitar puntos, le conviene tener legisladores del Frente Amplio Progresista en el Congreso. Muchos de ellos acompañaron proyectos emblemáticos del oficialismo".
Morales Solá no anda con vueltas y redobla la presión que iniciara Lilita el miércoles en TN: "El proyecto de una diputada aliada de Binner, para declarar de interés público la producción y comercialización del papel para diarios, podría justificar una rápida intervención oficial de Papel Prensa. Más tarde, cuando ya la empresa no valga nada, podrían resolverse las cuestiones de la propiedad y las compensaciones.
El centro del problema no será nunca el resarcimiento económico, sino la situación de extrema debilidad en la que quedarán los diarios argentinos. El Gobierno administrará el suministro de ese insumo indispensable de los diarios, ya sea a través de la producción nacional, controlando la principal empresa productora de papel, o a través de la importación del papel. El Gobierno resolverá, en síntesis, qué diario tendrá qué cantidad de papel y a qué precio. El poder del Estado sobre el periodismo independiente crecería, en tal caso, de manera exponencial".
Mientras que El Censurado Exportador de Dólares que siente "independencia absoluta en Clarín" también le manda mensajes anticipatorios al compañero de fórmula de la Norma clarinista y amor de la apropiadora de banca: "Elisa Carrió reapareció y le marcó la cancha a la oposición, sobre todo, a Hermes Binner –que habrá de salir segundo en la elección presidencial– cuando habló de la reforma de la Constitución que, a través de una especie de Pacto de Olivos II, aspira a llevar adelante el Gobierno a fin de concretar el sueño de “Cristina eterna”. Carrió ha demostrado una clara ineptitud para construir alternativas políticas duraderas, pero su olfato es innegable a la hora de señalar los temas clave que acechan la calidad institucional del país. Binner, al que el kirchnerismo imagina como el Alfonsín del nuevo pacto, ha dicho que concuerda con la idea de la reforma que plantea el oficialismo, pero que no apoyaría una reforma destinada a favorecer la re-reelección de la Presidenta. ¿Y para qué otra cosa le importaría al Gobierno la susodicha reforma?".
Fernández Díaz no es tan optimista como Marianito y piensa que estos dictadores K se van a quedar como 60 años más: "Siento en los huesos que el kirchnerismo vino para quedarse y porque veo que no se comporta en el Estado como un huésped provisorio; se maneja como si fuera su propietario y como si se dispusiera a quedarse mucho tiempo, digamos seis décadas".
Ya no pudo John Lender, ahora apuestan por que Moyano se le enoje, y por ahí el viento de cola se transforma en tsunami destructor... Deseos de plumas aprisionadas contra el calendario. Como marca Grüner: "Ahora sabemos que la llamada oposición no sirve para nada. La oposición es absolutamente anacrónica y demostró que ni siquiera puede representar los intereses de los sectores más conservadores. Los sectores dominantes del poder económico parecen haber hecho bien las cuentas y comprendieron que es absurdo pensar, más allá de los tironeos y conflictos que van a seguir, que este gobierno pretende perjudicar sus ganancias. Las cosas hay que juzgarlas en esos términos, sabiendo qué límites y posibilidades tenés frente a la coyuntura. Incluso el llamado “campo” terminó admitiendo que tan mal no le fue y que hicieron buenos negocios. Uno puede calificarlos de oportunistas, pero esto supondría pensar que alguna vez tuvieron principios".
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