Luego de leer que La Nación le critica al kirchnerismo exactamente lo mismo que le pidió a sus secuaces políticos durante todos estos meses de que se unieran (de Altamira hasta Macri) con tal de derrotar a la dictadura ahora cristinista; después de ver que ahora el FMI receta no hacer ajustes cual Obama pidiendo que cesen las guerras en el mundo; una vez que me repuse del duro golpe que fue para mí que Rosendo primero me explicara que las elecciones del 14A terminaron empatadas en dos bloques equilibrados de 50%, para líneas posteriores traicionar mi inocencia y tirarme así de una que igual CFK hubiera ganado por 4 o 5 punots a pesar de que la Oposición se hubiera unido (éste sería el otro bloque equilibrado. ¿Se entiende o no se entiende? Ufa); luego de leer al alicaído Alcadio abandonar la teoría del aislamiento con la cual machacó todos estos años populistas cerrados para adoptar rápidamente la amenaza de que estamos re-conoectados y para nada blindados ("Debió saberse hace bastante: nunca la Argentina podía estar blindada, si el centro del mundo está en el ojo del huracán"); después de desorientarme una vez más con que los monopolios no son formadores de precios (por lo tanto, no tienen nada que ver con la inflación, así que chito, eh) y ahí nomás decirme que sí lo son (bah, "en algunos casos"); y finalmente, más tranquilo porque los periodistas independientes comienzan a incursionar en la política de la mano de Maurizio (no importa que lo llamen ganso, que siga adelante), me pongo a disfrutar de Zola Jesus (en verdad, esta rusa-estadounidense de voz frondosa y recordatoria, se llama Nika Roza Danilova) y sus climas densos y bases simples. Éste In your nature, Avalanche, Ixode y Shivers, los mejores momentos de Conatus, con algo de avant y filosófico.
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