Claro, criticó al gobierno y ya se entusiasman con que rompa con el kirchnerismo (muchas columnas del domingo iban por ese lado, inclusive la de Leuco Metralleta en Perfil: "La relación entre Cristina Fernández y Hugo Moyano está en su peor momento. La Presidenta no quiere ver más al camionero al frente de la CGT y el metalúrgico Antonio Caló aparece como el más probable reemplazante"). Entonces, como sucedió con John Lender, todo lo malo y de violento que tenía el líder de la CGT ahora se retransforma para usarlo como carne de cañón en su guerra contra el oficialismo. La de Leuco, digo.
"Los editorialistas del diario Tiempo Argentino criticaron a Hugo Moyano por “regalarle títulos a la “prensa hegemónica” y enseguida fueron felicitados por Cristina a través de twitter. Y eso que las críticas de Moyano fueron suaves, prudentes y en medio de camiones de elogios hacia Cristina, Néstor y el modelo nacional y popular. Pero no alcanza y ese es el peligro.
Cuando no alcanza con elogiar lo bueno y criticar lo malo y solo se pide subordinación y valor o saludo uno, saludo dos, los hombres se convierten en máquinas de simular, la mirada del otro deja de enriquecer, el discurso único aparece victorioso y la democracia respira con un pulmón menos", festeja Leuco, en la misma línea en la cual Pepito, en su programa (Canal 26), anoche, desandó el camino de la anoréxica democracia argentina, ahora que la dictadura K va a ser reelecta con más del 50% de los votos y vienen por TODO. Para darle marco a su reaprehensión del otrora despreciable Moyano, Leuco mezcla crítica con libertad de expresión, todo para seguir construyendo ese mito (lugar común ya) de que vivimos en medio de un yugo que corta cabezas y acalla las voces discordantes (dentro y fuera del PJ): "Con este gobierno es imposible ser oficialista y mantener una actitud independiente o una mirada crítica. Es una de las características que instaló el kirchnerismo desde que llegó al poder. Así fue con Néstor y así es con Cristina. Yo diría que está prohibido abrir la boca para plantear hasta la más mínima diferencia. No se aceptan matices ni cuestionamientos. Y el que se atreve a semejante herejía es congelado primero y después enviado a la Siberia. No le atienden mas los teléfonos.
Si la persona insiste en mantener su libertad de expresión es acusado de traidor y de inmediato deja de pertenecer a la lista de dirigentes que reciben los privilegios de calorcito oficial".
En esta línea, recién Venturita, en TN, manchaba al INCAA con sus supuestas irregularidades con una frase que sintetiza el background ideológico de este tipo de apelaciones recubiertas de objetividad e independencia: "El INCAA financia películas que tienen un claro tinte político". ¡¡¡Buuuuuuuu!!!
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