Las proyecciones de Duhalde y asociados

No ayuda la foto, ¿no? Otros tiempos eran los que habrían hecho que Clarín ilustrara esta croniquita con una foto del Cabezón de los Saqueos y las Muertes rodeado de mucha gente y prometiéndole, por ejemplo, que en julio se venía un tsunami de votos y que este año a los Kirchner les ganaba por KO o abandono. Pero no. Ahora él habla de secta y le ponen una imagen acorde, pero propia.
Menos mal que tiene a la Viau -impaciente como él-, que le da ánimo con que en el futuro inmediato todo explota o bien se viene la rererereelección: "El síndrome del ganador absoluto acelera la discusión en el peronismo bonaerense y los tiempos podrían acortarse aún más si en el trípode sobre el que se apoya “el modelo” empieza a fallar. “Hasta ahora –reflexiona un incuestionable protagonista de ese debate–, el secreto era dólar bajo, real alto y soja en aumento. Hoy el dólar sube, el real se devalúa y el precio de la soja, baja. La seca es casi tan importante como la de tres años atrás y la cosecha de trigo será un 15% menor. La soja tampoco está a salvo. Si esto se convirtiera en tendencia, estarán dadas las condiciones para que la disputa por la herencia del cristinismo se intensifique. El 2015 puede ser el 2013 y el 2013 puede quedar peligrosamente cerca del presente”. Nadie descarta que, para abortar toda expectativa al respecto, la Presidenta retome el proyecto de re-reelección. Por lo pronto, el jueves, Eugenio Zaffaroni reiteró que acaricia la idea de dejar más pronto que tarde la Corte Suprema. La decisión, dijo, está fogoneada por el deseo de participar en la polémica de una reforma constitucional que instale un sistema parlamentario. Las reformas constitucionales se sabe dónde empiezan pero no dónde terminan. Y la reelección indefinida es una tentación que viene del sur".
En la misma línea apocalítpica -que el Cabezón vio como salvavidas en medio del oceáno de desamparo electoral post 14A y ante la retirada de Lilita del campo profético- Blanck sueña con todas sus fuerzas. "Mientras la comodidad electoral de la Presidenta favorece estos devaneos, el precio de la soja tambalea, la relación con Estados Unidos se ensombrece justo cuando el Gobierno evalúa volver a pedir créditos en el exterior para cubrir sus deudas del año próximo, y la montaña de exenciones impositivas y subsidios hace crujir las cuentas públicas.
Nada de esto parece afectar el ánimo triunfante de Cristina y los suyos. Pero, inevitablemente, en algún momento habrá que dejar de celebrar el triunfo electoral y hacer frente a las tareas pendientes.
Nicolás Maquiavelo escribió en El Príncipe hace cinco siglos: “Es defecto común de los hombres no tener en cuenta la tempestad cuando el mar está en calma” .
Si hasta su vice especialista en traiciones (no, Felipe, no. Tampoco Cleto, che) Mario Das Fraude lo ha dejado solo y ya ensaya el salto de charco que muchos planean para luego del 23O (¡hasta elogió a NK! ¿Era necesario, Eduardo, eh?), a la vista de tiempos florecientes para el kirchnerismo, aunque Joaco vea más tormentas que el propio Duhalde ("El mundo y sus normas, la economía y sus vaivenes son los límites tangibles para el paraíso político que habita el kirchnerismo").
Como se ha dicho estos días, el desorientado Grupo A(hhh) ha pasado de las crisis que no se dieron en el pasado anterior al 14A a las que seguro se van a producir en el futuro, apostando por que la economía que creen que le hizo ganar sorpresivamente la elección a CFK sea la verduga de su caída rápida (Ayer, Fonte mezclaba situación económica con nivel de aprobación de la gestión de la Presidenta, y arriesgaba que en verdad CFK ganó por su enorme aparato comunicacional, mientras párrafos arriba afirmaba que el aparato opositor comunicacional se había demostrado que no tiene efecto en la sociedad porque ella ganó. Es decir, en un caso los medios sí influyen, en otro no. El doble estándar de siempre).
La voluntad no conoce de análisis más profundos, esos que duelen.