Sólo en el diario de Ernestina y Magnetto se pueden encontrar esta piezas periodísticas, tan generosamente entregadas al análisis académico como ejemplos de la (des)práctica profesional.
Moreno (Marcelo, siempre irascible, aunque últimamente más tranquilo cuando se aleja de la realidad política argentina que tan mal lo pone) comienza con la duquesa de Alba, pasa por Steve Jobs y llega al "pubis escasamente angelical de la señorita Cynthia (sic) Fernández". Ý ahí tenía que darle un cierre. ¿Y qué más fácil que conectar todo lo escrito con algún funcionario del gobierno K? Listo.
"Bastante más grosero y mucho más riesgoso que las nada misteriosas partes de la vedetonga resultó la nueva carga de cotillón contra Clarín que ha vuelto a desplegar el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Lo advirtió en la semana la Asociación de Entidades Periodísticas: resulta extremadamente difícil ejercer el periodismo cuando desde el Gobierno se insulta, feroz y denodadamente, su libre práctica .
Casi todo tiene explicación: seguramente al régimen vigente no le cae bien que se sepa, como se publicó en la semana, que en los últimos cinco años noventa nuevas villas miseria se asentaron en el conurbano , justo cuando acaecía, según el autocelebratorio relato oficial, un crecimiento desmesurado del país, redistribución de la riqueza a manos llenas y la felicidad generalizada de la mano de Fútbol para Todos.
¿Se necesita para gobernar en democracia la existencia de una prensa única, servil y obediente? Para gobernar -me dice un politólogo-, no. Para dominar, sí".
¡Manteca, nene!
Una duda: ¿se podría hacer lo mismo entre la de Maxi Diorio y... a ver... la fruición por el verde oliva de Ernestina?
ACTUALIZACIÓN
Van der Kooy no se queda atrás, pero con un tono más apocalípticamente lúgubre, no tan naif como el de Moreno (Marcelo). Aunque no se masturba intelectuamente con la de Cin, comienza su "columna" así: "Cristina Fernández está enamorada de su modelo económico. A Raúl Alfonsín le ocurrió algo similar con el austral". ¡¡¡Paaaaaa!!!
Y agrega otra anécdota imposible de verificar que alimenta el mito del monstruo comoempresarios inocentes de Moreno (Guillermo): "Un grupo de empresarios se llevó la semana pasada una ingrata comprobación. Asistieron a una reunión con Guillermo Moreno, el secretario de Comercio, quien los convocó para hablar sobre ajuste de precios en algunos de los productos que fabrican. Uno de esos empresarios hizo una exposición sobre los daños que la inflación provoca en la economía. Pudo hablar hasta que Moreno se cansó, se puso de pie y se detuvo a espaldas del sillón que ocupaba el empresario. Con sus manos le apretó los hombros y por encima de su cabeza disparó dos veces: “Basta de inflación. En la Argentina no existe la inflación. ¿Me entendió? ” Así concluyó el encuentro".
OTRA ACTUALIZACIÓN (y esto no para)
Pepito también se agarró de "la bailarina que se desnudó ante las cámaras de Canal 13" para pasar por el caso Sobrero, el atentado a las torres de Hadad, el mentiroso blindaje económico de la Argentina K (con relación incluida con el de la Alianza delarruista, si, sí), y finalmente el spring final Zaffaroni-Oyarbide-Shoklender-Hebe-Irán, para terminar vomitando: "Los desnudos televisivos revelan en verdad la impalpable ética de una sociedad que cree ser mucho mejor de lo que es. La desnudez es belleza y erotismo, legítimos y estimulantes en la vida privada, aunque la exhibición por TV de cuerpos cincelados y contorsiones atractivas se usan para las neurosis nacionales como drogas ansiolíticas. El problema es que, en la clave rústica y prostibularia en que se despliegan hoy por los medios de este país sólo exhiben un profundo desprecio por la mujer, cosificada y degradada, objeto de carne apetecido, que la tribuna celebra en medio de rumorosos y ordinarios griteríos de excitación primitiva. Nos muestran cuerpos sin atuendos, es cierto, aunque ese estar “en bolas” revele proyectos un poco más turbios que la mera seducción con la que la hembra desvestida se propone estimular fantasías. Otra desnudez emerge, la que presenta, sin trapos que la cubran, la delgada endeblez de las prioridades nacionales. Por ese lado va esta secuencia: en el mundo del poder, nadie es responsable de nada y nadie termina finalmente haciéndose cargo de sus tropelías".
ACTUALIZACIÓN
Van der Kooy no se queda atrás, pero con un tono más apocalípticamente lúgubre, no tan naif como el de Moreno (Marcelo). Aunque no se masturba intelectuamente con la de Cin, comienza su "columna" así: "Cristina Fernández está enamorada de su modelo económico. A Raúl Alfonsín le ocurrió algo similar con el austral". ¡¡¡Paaaaaa!!!
Y agrega otra anécdota imposible de verificar que alimenta el mito del monstruo comoempresarios inocentes de Moreno (Guillermo): "Un grupo de empresarios se llevó la semana pasada una ingrata comprobación. Asistieron a una reunión con Guillermo Moreno, el secretario de Comercio, quien los convocó para hablar sobre ajuste de precios en algunos de los productos que fabrican. Uno de esos empresarios hizo una exposición sobre los daños que la inflación provoca en la economía. Pudo hablar hasta que Moreno se cansó, se puso de pie y se detuvo a espaldas del sillón que ocupaba el empresario. Con sus manos le apretó los hombros y por encima de su cabeza disparó dos veces: “Basta de inflación. En la Argentina no existe la inflación. ¿Me entendió? ” Así concluyó el encuentro".
OTRA ACTUALIZACIÓN (y esto no para)
Pepito también se agarró de "la bailarina que se desnudó ante las cámaras de Canal 13" para pasar por el caso Sobrero, el atentado a las torres de Hadad, el mentiroso blindaje económico de la Argentina K (con relación incluida con el de la Alianza delarruista, si, sí), y finalmente el spring final Zaffaroni-Oyarbide-Shoklender-Hebe-Irán, para terminar vomitando: "Los desnudos televisivos revelan en verdad la impalpable ética de una sociedad que cree ser mucho mejor de lo que es. La desnudez es belleza y erotismo, legítimos y estimulantes en la vida privada, aunque la exhibición por TV de cuerpos cincelados y contorsiones atractivas se usan para las neurosis nacionales como drogas ansiolíticas. El problema es que, en la clave rústica y prostibularia en que se despliegan hoy por los medios de este país sólo exhiben un profundo desprecio por la mujer, cosificada y degradada, objeto de carne apetecido, que la tribuna celebra en medio de rumorosos y ordinarios griteríos de excitación primitiva. Nos muestran cuerpos sin atuendos, es cierto, aunque ese estar “en bolas” revele proyectos un poco más turbios que la mera seducción con la que la hembra desvestida se propone estimular fantasías. Otra desnudez emerge, la que presenta, sin trapos que la cubran, la delgada endeblez de las prioridades nacionales. Por ese lado va esta secuencia: en el mundo del poder, nadie es responsable de nada y nadie termina finalmente haciéndose cargo de sus tropelías".
2 comentarios:
De ahora en más, en lugar de decir: ¿Qué tiene que ver el culo con la cooperativa?, vamos a tener que decir: "¿Qué tiene que ver la c*nch* con la secretaría?
Creo que se está exponiendo mucho a la pornografía, que no por ser escrita es menos explícita y tóxica, como lo de esos personajes que cita. Son gente muy jodida (y no es que todos seamos muy buenitos, pero éstos se pasan).
Lo de esa chica y don tinnelli es, primero negocio y después un atentado al buen gusto. A la par de los otros, casi nada.
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