Cumplo

Estamos ladeados por el tiempo, que no sabe de premuras sino más bien de contrariedades. Como cuando te recuerda a un 1 año. Como cuando cumplo 1 año más. Ese tiempo que podemos proyectar a 10 años, como hoy con los chicos, en el cole, tan generosamente pacientes y amilanados por el devenir cansino de las responsabilidades adultas. El tiempo que le usurpa esperanzas al futuro, cercano y alejado. El tiempo que les corre y ya tiran la toalla. El tiempo que vuelve para recordarle que ya todo le pasó. El tiempo que te aprisiona aunque lo estires. El tiempo que te desnuda, lleno de engaños y falacias. El tiempo que no tengo estos días. El tiempo que asusta a los compañeros pero se animan a exorcisarlo. El tiempo que acomoda lo cambiado. El tiempo que nos recuerda que debemos llegar. A tiempo, como cuando la gallega rompió las barreras del encorsetamiento y le dio sentido a eso que no expresábamos y que demoramos en ejercer.
El tiempo que me doy para saber que este nuevo año, lleno de esfuerzos y reconstrucciones, no será en vano. Como el tiempo. El tiempo que me dan ellas. Con el tiempo.