"La primera de las “conversaciones” que se detallan a continuación la tuvo Guillermo Moreno con un importante operador cambiario de la City porteña. “Acordate que vos tenés familia. En dos días al dólar lo quiero a 4,50. Yo tengo la pija de dos metros. Cualquiera que quiera hablar conmigo, que se abstenga, que directamente hablen con vos. Explicales bien lo que te dije”, expresó con voz de muy pocos amigos el secretario de Comercio Interior".
Es tal su conmoción, que no sabe por qué se pusieron subsidios en la Argentina... La mente le quedó (en) blanca.
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Aunque Pepito, al lado, refunfuña, celos@: "Guillermo Moreno no existe. Es en todo caso un espantapájaros colocado donde está para disciplinar provisoriamente a quienes se insubordinan o no cumplen. Lo central es lo sistémico: gente como él a cargo de funciones tan delicadas revela la impronta profunda e inalterable. Es la que me confesó allá por el remoto 2003 el mismísimo Néstor Kirchner en aquellos dos cafés interminables a los que me invitó en la Casa Rosada".
Y se gasta "letal", "peligros", "sopor tóxico", "tiempos tan turbios", "imperial", "torpezas infantiles", "manotazos autoritarios", "autocomplacencia desconcertante", "turbulencias", "pánico", "mazazos", "atornillada", "mesianismo caprichoso", "estériles", "injustos", "insultante", "cinismo", "liderazgo omnisciente", "tropezones", "esquema imperial", "permisividad", "concentración del poder", "jactancia", "trauma fuerte", "guerrilla" y "debacle" para concluir: "La noción de república democrática parece ir quedando enterrada" bla, bla, bla... Como si se hubiera quedado sin saliba en la boca...
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1 comentarios:
Entiéndalos, "dos metros", puede dejar turulatos (de gozo y/o envidia) a joyas como esos "periodistas", en el fondo casi seres humanos.
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