martes, 1 de noviembre de 2011

El macartismo de La Nata

Incrédulo de que un Don Nadie pueda tener un efecto difusor más poderoso que sus eternos pergaminos, en una patología que ya raya la obsesión, el periodista denunciador de casos de corrupción estatal le preocupa mós qué dicen de él desde las redes sociales (aunque aclara que no tiene cuenta -sí su esposa-, como cuando dice que no mira 678) que por su deteriorada salud.
"En diálogo con Chiche Gelblung en Radio Mitre comentó: "Yo no hice chistes, me mataron por Twitter. Primero me causó gracia y después pensé imagínate si estoy de viaje y mi familia no me puede ubicar, ya deja de ser una broma."
Lanata precisó que mientras lo mataban en la web, él estaba internado en una habitación del Hospital Británico desde el fin de semana, "con una importante disfunción renal".
Luego del episodio relacionado con su salud, el ex director de Crítica de la Argentina y Página/12, criticó algunos usos de la Red: "Internet es bueno, tenemos una biblioteca mundial en dos segundos, pero aún nos faltan respuestas, como el anonimato"". (Fuente)
Quizás el problema sea darle demasiada importancia a eso que se trata de deslegitimar cuando caracteriza de la siguiente forma al que inició un simple TT en Twitter: "A las 18.38, el usuario Patricioerb, periodista, militante ultraK, disparó el primer twitt con mi muerte (ver captura de la pantalla del teléfono con el twitt). Desde entonces, la noticia se multiplicó y quizá por ese efecto, o por miedo, Patricioerb se borró como usuario y cambió su nick por “Erbbbbbb”. Pero mi asesino estaba más asustado que yo; en el apuro, olvidó cambiar sus fotos y datos del perfil para que no lo hallaran, si lo que quería era esconderse.
El twitt inicial fue retwitteado por NestorVive, y después por muchos más.
Patricio Erb tiene treinta años y una carrera bastante gris: kirchnerista confeso, trabajó en Educ.Ar, CN 23, Télam, FM El Faro, de Radio Nacional, y en la encuestadora Equis. Trabajó también en Perfil.com y –sorpresa– en la producción de DDT, mi programa periodístico del Canal 26 durante poco más de un mes: sinceramente, no lo reconocería al cruzármelo en la calle. Toda esta historia me hizo volver a pensar sobre aquello de la piedra tirada desde la multitud: la riqueza de la Red es, también, su condena". (Fuente)
¿Tanto le preocupa a La Nata un tuitero, del que seguramente sospechará que, al ser "ultra K", es pagado con la plata de nuestros abuelitos? ¿Cuánto tardará en denunciar aprietes del gobierno en Twitter? ¿Qué hace que le interesen tanto los pergaminos del otro para poder criticarlo? ¡¡¡Hasta para hacerle una broma macabra!!!
Sus burlas en España. ¿es una forma de escapar de un país que ya no lo reconoce como él cree que debería?

0 comentarios:

Publicar un comentario