El 10 de diciembre ya llegó

Y ahora aparecen notas defendiendo a Cristóbal López de la Dictadura K que le ataca su negocio, cerramos todo y nos vamos. Ya Oviedo anda gatafloreando un poquito para luego admitir sólo en el último párrafo que lo que presenta como ajuste (¡¡¡en La Nación denuncian ajustes!!!) en los primeros, en verdad está bien: "Si como dijo De Vido, se subsidiará la demanda y no la oferta, se hará lo correcto".
Y llegan a reproducirse las columnas en favor de las telefónicas por parte de los mismos que las acusaban de ser las beneficiadas por este gobierno socio de ellas a través de la Ley de Medios, cerramos todo y nos vamos también. ¿Pagni llegará a escribir ahora defendiendo a Eskenazi? ¿Se repetirán los zócalos al estilo de "¿Podrán los bancos pagar la luz?"? ¿Pino saldrá a quejarse de que con estas medidas se desalienta la minería? ¿Se quejará un Fer Iglesias (o un van der Kooy, lo mismo, con sus climas que llegan hasta ¡¡¡De la Rúa!!!) de que es demasiado tarde para estas medidas y por qué no lo hicieron antes, ah claro, porque eran socios y ahora se pelearon, etc?
Algunas dudas en medio de un gobierno que ha entendido que lo desafiaron. Los mismos a los cuales venció en las urnas ahora lo intentaron por el lado del apriete económico, como en 2008, como si aquella historia de Magnetto diciéndole a Kirchner que no le gustaba Cristina como candidata presidencial del 2007 siguiera su curso y lo que fue en los primeros días del mandato de CFK la valija de Wilson ahora se transforma antes de reasumir en una corrida para condicionar y tratar de evitar o morigerar la tan temida "profundización del modelo".
Como escribía hoy Kirschabum, sus jefes no pueden esperar: "La “transición” hasta el 10 de diciembre, día en el que comienza el segundo período de Cristina, no existe en la práctica". Ya aprendieron que si le dan soga al kirchnerismo, los pasa por arriba, no sólo en la praxis sino principalmente en lo cultural. Así, se propusieron, una vez determinados los sorprendentes (para ellos) resultados del 14A, ganarle de mano y golpearlo a escondidas, apenas si exponiendo a su infantería de plumas y lobbistas del Mercado.
La reacción de la administración K (cosa que no va con su génesis) fue certera en cuanto repatriar capitales y hacer liquidar divisas acá. Ahora se comienza a desentramar el arduo trabajo de subsidiar a los que más lo necesitan, sin caer en aumentos tarifarios que seguramente los que compraron dólares baratos (que oficiarán como papel higiénico) usarán como medio de extorsión en una pulseada no ya entre el gobierno actual contra los especuladores de siempre (los que hace 15 días decían que la economía argentina era una maravilla), sino de grandes porciones de la sociedad argentina que tienen muy en claro (así lo demostraron dos veces en dos meses) cuáles son las recetas que ya dejaron atrás.