Chanta: "Uno puede comprender el dolor de perder a un ser querido, pero me parece que es importante recordarle a la presidente que no es ella sola la que ha perdido a un ser querido. Muchas personas, gente común, pierden a sus hijos, parejas, familiares, etc. en medio de la violencia por la inseguridad dada la ausencia del Estado en esta materia, e igual tiene que seguir adelante. ¿Cuánto tendría que llorar Carolina Piparo que recibió un disparo de unos delincuentes y le mataron al hijo que llevaba en su vientre, luego de salir de un banco para retirar el dinero que habían ahorrado para comprarse una casita? Y encima Néstor Kirchner hizo, en su momento, una cuestión política del caso cuando le espetó públicamente a Scioli que le hubiese dicho al esposo de Carolina que tenía las manos atadas. No es cuestión de hacer un ranking de quien sufre más. Pero la realidad es que Néstor Kirchner murió construyendo poder político y Carolina Piparo perdió al hijo que llevaba en el vientre porque la política no da respuestas a la seguridad de la gente.
Todos tenemos nuestras pérdidas e igual, cada mañana, nos levantamos para encontrarle la vuelta para tratar de vivir. Es más, no solo perdemos a nuestros seres queridos y seguimos adelante, sino que, encima, tenemos que luchar con todas las trabas que nos pone el gobierno de Cristina Fernández. Luchar contra la inflación que el gobierno se niega a reconocer, las trabas de Moreno, la presión impositiva asfixiante, la confiscación de nuestros ahorros en las AFJP e infinidad de cuestiones con las que el gobierno nos complica la vida diariamente. De manera que, aceptando el dolor de la presidente por haber perdido a su esposo, no es ella la única que tiene una pesada carga laboral ni la única que ha perdido a un ser querido. En todo caso, si hoy tiene muchos problemas, es porque ella y su fallecido marido los generaron. Por citar un solo ejemplo, Cristina Fernández embistió contra los sindicatos que paralizan a Aerolíneas Argentinas con huelgas. Pregunta, ¿qué hizo su gobierno cuando los piquetes de Moyano impedían la salida de algunos diarios? Bien reza el dicho popular: el que siembra vientos, cosecha tempestades. De manera que, en mi humilde opinión, así como cada uno de nosotros llevamos adentro la pérdida de nuestros seres queridos y aún así seguimos adelante a pesar de las trabas que nos pone el gobierno con sus arbitrarias medidas, Cristina Fernández debería dejar de llorar en público, guardarse su dolor para cuando está sola, y dedicarse a arreglar los líos que hicieron en estos 8 años y medio".
Susy: "Los maleteros de Aerolíneas y los dos centenares de militantes de La Cámpora que habían ingresado a empellones y sin las credenciales que expiden la empresa y la policía aeroportuaria, escucharon que la Presidenta, abusando del tono intimista, le pasaba a la ciudadanía una factura improcedente y descomunal: “Queridos, se me murió mi compañero de toda la vida, tenía los dos hijos hechos pelota y tuve que hacerme cargo de la Argentina y salir a trabajar, ponerle el hombro todo el día (…) No soy la única a la que le pasó lo que le pasó, le pasó a muchos más, pero esos por ahí tuvieron la oportunidad de quedarse en su casa y no salir durante diez, quince, veinte días o un año”. Arrastrada por la emotividad del discurso, Cristina Fernández había olvidado que ningún trabajador del Estado argentino tiene más de cinco días por muerte de familiar directo, se trate del padre, del esposo o del hijo y a ningún empleado del sector privado se le conceden más de 72 horas corridas para cursar el primer tramo de su duelo, por insoportable que éste sea. Pasaba por alto también que nadie la obligó a luchar por un segundo período : está dónde está porque fue su elección. El mandar tiene su precio. También tiende sus trampas. Una de ellas, y por cierto no la menos peligrosa, consiste en la facilidad con que se franquea la ancha frontera que separa los deberes del funcionario de las obligaciones familiares. El kirchnerismo es un ejemplo de ese tráfico entre lo público y lo privado , ha desarrollado una noción concentrada del poder, de un poder que no se delega, se ejerce en familia , pasa del marido a la mujer y de ésta a los hijos y a las cuñadas. Una concepción más parecida a la de las monarquías árabes que a la de las casas reales europeas".
Mientras, Fernández Díaz manda a tomar más sopa a los imberbes de La Cámpora: "Los intelectuales orgánicos de Carta Abierta dicen que en Aerolíneas "viejas fuerzas reaccionarias siguen al acecho, esperando demostrar que una generación nueva no es apta para gestionar en altos niveles de responsabilidad política y tecnológica". No hicieron falta los reaccionarios para desnudar la inoperancia de estos jóvenes entusiastas con ciertas credenciales académicas, pero sin la menor experiencia en el manejo de los asuntos de Estado.Al igual que los gerentes corporativos que integraron el primer gabinete de Macri, estos gerentes de la militancia kirchnerista desconocen los rudimentos de la administración pública, una materia que no se enseña en la facultad. Los primeros tuvieron que tomar mucha sopa y tragarse muchos sapos antes de lograr afirmarse en el timón. La Cámpora deberá aplicarse igualmente si quiere superar la mera idea de que hacer política es conspirar en restaurantes temáticos de Palermo, copar todos los organismos, las cajas y los cargos posibles, y citar de memoria a John William Cooke".
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