Paul Kennedy: "En pleno New Haven, Connecticut, la ciudad en la que vivo, en los alrededores de la Universidad de Yale, donde enseño desde hace veintiocho años, hay albergues nocturnos y comedores populares, en uno de los cuales presto mis servicios, también desde hace veintiocho años.
Ofrecemos una comida caliente y consistente, un lugar donde sentarse a la mesa con dignidad, un lugar para escapar del frío.
Cuando las puertas del comedor St. Thomas More abren, a las 11:30, la gente se apresura a entrar.
Son centenares, personas afectadas por la pobreza y la mala salud, algunas con enfermedades crónicas, algunas que no saben dónde pasarán la noche y, hacia fin de mes (cuando ya se han agotado los cupones de comida y la cuenta de luz se vence), algunas mujeres con hijos pequeños. Algunos vienen desde que empecé a trabajar en el comedor, pero son muchos más aquellos para quienes todo esto es algo nuevo , víctimas desconcertadas de nuestra actual recesión. A veces me pregunto cómo sería un ensayo de George Orwell sobre el comedor popular de éstos, nuestros días".
James Petras: "La aparición de los indignados es interesante, son una expresión de frustración hacia la institucionalidad. Según una encuesta, el 9% de la población estadounidense tiene una visión positiva del Congreso, mientras que un 91% tiene una visión negativa del Congreso, incluyendo a ambos partidos. Nunca hemos visto un desprestigio tan grande entre el público hacia la institucionalidad. Hay un desgaste total. Pero mientras tanto no surgen alternativas. Los ocupas de Wall Street son una protesta simbólica, no tiene una proyección política, hacen una marcha aquí, allá, agrupan a 5000 sindicalistas en California. No obstante, frente al desierto existente es un paso positivo. Es una exteriorización de la frustración. Pero como formación política, con un liderazgo y una proyección con una política gobernante, no existe todavía. Hay que ver cómo van a desarrollar y elaborar este proyecto, ver si queda como sólo en la protesta y rechazo. No creo que tenga mucho futuro.
En Europa, la centroizquierda está descartada, tanto el socialismo en Grecia, como en España y Portugal. Tienen una porción importante de la responsabilidad, ellos eran gobernantes e introdujeron los programas de austeridad y cumplimiento con la deuda. Son en muchos casos responsables por la crisis y no ofrecen ninguna solución. Más allá de los socialdemócratas de centroizquierda, la izquierda más radical es muy minoritaria. La izquierda que expresa alguna fuerza es la de los movimientos de desocupados, los jóvenes, algunos sindicalistas que por lo menos ofrecen una resistencia y rechazo. Pero tienen que consolidar una expresión política, ese el próximo paso. Sabemos contra qué se oponen, pero no tienen un proyecto propio político y social para desplazar a la centroizquierda que ya está descartada".
Michael Moore: "Nosotros, el pueblo estadounidense, debemos aprobar tres enmiendas constitucionales que conformarán el largo camino hacia la solución de los problemas centrales que actualmente tenemos: Incluirán:
a) Una enmienda constitucional que transformará nuestro actual sistema electoral mediante:
1) Quitar completamente las contribuciones a las campañas electorales
2) Requerir que todas las elecciones se financien públicamente
3) Trasladar las elecciones a los fines de semana para incrementar la asistencia de votantes
4) Hacer que todos los habitantes se registren como votantes en el día de su cumpleaños.
5) Prohibir el voto por computadora y exigir que todas las elecciones se hagan con votos en papel.
b) Una reforma constitucional que establezca que las corporaciones no son personas y que por lo tanto no tienen los mismos derechos constitucionales que los ciudadanos. Esta enmienda establecerá que los intereses del público y de la sociedad deben estar siempre antes que los intereses de las corporaciones.
c) Una reforma constitucional que deberá funcionar como “segunda declaración de derechos” como propuso el presidente Franklin D. Roosevelt: que todos los estadounidenses tienen derecho al empleo, al cuidado de la salud, a una educación gratuita y completa, a respirar aire puro, a tomar agua limpia y a comer alimentos saludables y a que los traten con dignidad y respeto en la vejez".
Ignacio Ramonet: "La sociedad debe reflexionar para seguir defendiendo que otras soluciones son posibles. Hay que volver a planteamientos keynesianos (estimular el crecimiento económico inyectando dinero público). No lo digo yo. Lo dicen (Paul) Krugman y (Joseph) Stiglitz. Hay que hacer políticas anticíclicas, encontrar soluciones para salir de la situación. Veo difícil que se adopten en el contexto actual pero, si los gobiernos no se deciden, vamos a la catástrofe. Quizás si Francia pierde la triple A, Alemania verá que se hunde la última barrera que los protege. Los eurobonos podrían ser una solución a la crisis de la deuda, pero por otro lado habría que prohibir los hedge funds (fondos de alto riesgo), implantar la tasa a las transacciones, no operar con bancos que utilicen paraísos fiscales. Quién lo va a hacer si no hay autoridad. El euro es la única moneda que no está respaldada por una autoridad política, no tiene Gobierno y los mercados se han dado cuenta, han visto que se podían enriquecer fácilmente.
Es posible que una parte de la sociedad, teniendo en cuenta que muchos medios de comunicación dominantes insisten en que la línea de la ortodoxia es la única, acepten la idea de los recortes. El pánico a que el euro desaparezca genera mucha disciplina. Se ha visto en Catalunya en estas elecciones. Una parte del electorado piensa que es o recortes o caos, y votan recortes. El problema es qué pasará cuando no pase nada. Cuando los sacrificios no hayan puesto fin a la situación de crisis. Esa es la preocupación".
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