En Córdoba, los candidatos a gobernador se arrodillan frente a las patronales del Campo

Los postulantes de la Coalición Cívica, el juecismo y el radicalismo (De la Sota no fue) rindieron examen ante los dueños del ruralismo cordobés y los llenaron de promesas sectoriales como en el 2009 cuando ganaron la elección legislativa nacional sin cumplirles en nada, a pesar de contar con mayoría en ambas cámaras del Congreso Nacional.
Así, la candidata naranja, Piñon Fijo y el Milico explicitaron que sus planes económicos responden al modelo agroexportador que las patronales agropecuarias quieren reimplantar en el país con los consabidos perjuicios para el colectivo social.
Desfilaron como dóciles dirigentes que se hincan ante el poder agrario y, ante no más de 50 personas (entre dirigentes y periodistas), admitieron que piensan en:
* Eliminar las retenciones (y baja de 10 puntos en el caso de la soja) y otros impuestos, cosa que lleva al desfinanciamiento del Estado.
* Abrir indiscriminadamente las exportaciones, acción que supone la desprotección de la industria nacional.
* Eliminar los controles, con lo cual se recrudece la evasión fiscal y el trabajo esclavo, muy altos en esta actividad económica.
* Oponerse a la ley en contra de la Extranjerización de la Tierra y a la Ley de Bosques.
* Otorgarle al sector créditos blandos a los cuales no acceden otros actores de las sociedad.
* Otorgarle el manejo de áreas públicas a los propios productores.
* Cambiar los planes educativos para que la formación sea de mano de obra para el Campo.
* Que el Estado adapte su legislación de tal forma que el capital privado puede obtener el máximo de ganancias.
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Aún así, desde Cartez, una de las entidades agrarias más duras del Campo cordobés, se mostraron insatisfechos.