Primero, el intento de pedido de juicio político por tener la osadía de estar asesorando al gobierno K en reformas de leyes (siendo juez de la Corte).
Como no surtió el efecto esperado, ahora la movida es menos institucionalista y más porno.
Ambas jugadas mezquinas, para erosionar uno de los últimos bastiones que le quedan al kirchenrismo de reconocimiento social a su favor: la renovación de la Corte Suprema de Justicia.
Así operan, aunque se tengan que llevar puestas instituciones vitales para el funcionamiento de esa República que tanto dicen defender. Les importan tanto como a Carrió su nivel de efectividad a la hora de tirar una nueva predicción. El objetivo es asaltar el Poder para ofrendárselo a sus Patrones.
sábado, 30 de julio de 2011
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