Raiz del mismo pensamiento, no ya de la naturaleza de opositor que debe destruir todo y jamás reconocer nada al gobierno al cual se opone, sino antes, devenido de una interpretación de clase que divide el mundo entre el puro liberalismo amante del funcionamiento correcto de la instituciones (correcto en la medida que responda a los intereses de la clase dominante) vs. el monstruo populista corrosivo de la República en favor de los corruptos estatales y del aplastante intervencionismo estatizante e izquierdizante que lleva a una tiranía inexorable.
Si la verdad ha arribado al caso Noble (en el intento ya ampliamente descripto de cerrar antes la causa) es a pesar del Gobierno, no porque funcione correctamente la Justicia tan declamada para cuando la misma tiene que responder a los requerimientos de los más poderosos.
Desde el enfrentamiento contra las patronales agrarias, se ha re-instalado este mecanismo discursivo por el cual, por ejemplo, en 2008, se afirmaba que la Argentina no sufría los embates de la crisis financiera internacional no por fortalezas de su economía a partir de llevar a cabo políticas que la hicieran depender más del mercado interno que el externo sino por su aislamiento del Mercado Global (leáse: el populismo antiliberal no deja que la libre empresa se desarrolle y por consiguiente no vienen capitales que confíen en este país y quieran invertir para crear trabajo y así derramar sobre las capas más desprotegidas de la sociedad).
En este marco, es muy educador, a 3 años, rever esa encuesta en Clarín. Nos sigue enseñando.
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