Sergio Dattilo: "América Latina se ha convertido en una especie de meca para los mercados internacionales. Con cinco países en «investment grade», altos niveles de crecimiento en el último quinquenio y la posibilidad cierta de que esta bonanza se mantenga durante al menos tres lustros más, la región atrae a empresas de sectores tan diversos como la banca y la producción agropecuaria. Este hecho fue resaltado en el X Simposio Santander América Latina que concluyó ayer en esta ciudad. Economistas, banqueros y dirigentes empresariales cantaron casi a coro loas a las posibilidades casi ilimitadas de la región, en un momento en que Europa lucha por mantener su unidad.
Llamativamente, el único país que tuvo un pasaje del encuentro dedicado exclusivamente a su situación fue la Argentina: al economista Miguel Kiguel se le encomendó la tarea de explicar qué puede pasar en el futuro en nuestra economía. Esto podría leerse como una señal del interés que provoca la Argentina, pero también como «la necesidad de comprender por qué todavía no alcanza el techo de sus potencialidades».
La única voz de alarma que se escuchó en el aula magna de la Universidad Menéndez y Pelayo fue la del economista uruguayo Ernesto Talvi, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, quien advirtió que los dos factores que podían obstaculizar el panorama brillante que pintaron casi todos los demás expositores era la falta de mano de obra calificada y el crecimiento de una población «analfabeta funcional que va a resultar inempleable».
Otros expositores destacaron las inversiones chinas en campos en el sur argentino, y el propio Luzón se congratuló por la eventual llegada del banco estatal chino ICBC. También se elogió la alta diversificación de la economía brasileña, que le permitiría capear mejor que otras de la región una posible (pero que no se ve en el horizonte) caída del precio de los commodities agropecuarios y no agropecuarios (el cobre chileno, por caso). En sentido inverso, se dijo que México y los países de Centroamérica podrían presentar mayores riesgos por su cercanía con Estados Unidos. O sea, todo lo contrario de lo que se afirmaba hace un par de décadas.
Felipe Ramírez Mallat: "Según un informe de Ecolatina, la Argentina está en medio de un sostenido proceso de pérdida de atractivo para la inversión extranjera directa. Según el último informe de la Cepal, durante 2010 Argentina recibió u$s 6.193 millones, una reducción de 36% con respecto a 2008 que representan un 5,3% respecto de los u$s 113 mil millones recibidos por Latinoamérica en su conjunto y un 7,3% respecto de los u$s 85 mil millones concentrados en Sudamérica.
El informe sostiene que si bien en la Argentina "en promedio su flujo de capitales externos registra cierto crecimiento, en los últimos años evidencia una continua pérdida de participación en relación a sus vecinos". De esta forma, lo recibido el año pasado equivale apenas a 5,5% del total de los capitales entrantes en la región, el nivel más bajo de las últimas dos décadas (a excepción del período de crisis 2001-2003).
De esta forma, la abundante liquidez y las bajas tasas de interés en los países desarrollados, sumadas al fuerte crecimiento de los países emergentes, han creado un contexto muy favorable para el ingreso de capitales en los países de América Latina donde la Argentina no está recibiendo la parte de la torta que tradicionalmente le correspondía. De ser históricamente el tercer país de la región en términos de recepción de inversión extranjera -detrás de Brasil y México-, en el lapso 2006-2008 ocupó el quinto puesto y en 2009 y 2010 descendió al sexto lugar.
"El contexto mundial permite que América Latina sea considerada como un 'vecindario de moda' para concretar inversiones. Sin embargo, la Argentina no está capitalizando las circunstancias con el mismo éxito que sus vecinos", sostiene el informe.
En cambio, países como Chile o Perú más que duplicaron la suya en los últimos cinco años. Es que, razona, "existen parámetros sobre los cuales el país exhibe muy malas calificaciones y son de gran importancia para atraer los flujos de inversión extranjera directa".
Según el ránking de facilidad para los negocios elaborado por el Banco Mundial, la Argentina aparece en la 115 posición de un total de 183 países, mientras que en el índice de competitividad del World Economic Forum, se ubica en el puesto 87 entre 139 naciones, por debajo de los tres países comentados en este informe. "Las decisiones de inversión se materializan luego de evaluaciones más amplias que las que presentan estos indicadores. Pero los mismos no configuran una buena carta de presentación del país en el extranjero y son reflejo de cuestiones que también limitan la inversión a nivel local".
En una sintonía similar se encuentra Martínez Burzaco, quien de todas formas destaca las potencialidades de la economía nacional. "Existen áreas, como la infraestructura del sector energético, donde la inversión sería altamente rentable en un escenario, por ejemplo, de liberalización de las tarifas. Aunque esto es improbable con el curso del actual manejo económico", dice. Otra área con potencial podría ser la explotación de recursos naturales, pero en el contexto actual el economista estima que una de las áreas que seguirá atrayendo la inversión será el retail, "sobre todo porque el consumo está ocupando una parte cada vez mayor en la torta del PBI nacional"".
“Un país no es serio si no tiene un presupuesto”
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