Quien hasta hace unos meses había traicionado los valores republicanos y democráticos al votar junto al gobierno y rompiendo así la paridad en el Senado (por plata, obvio), ahora es presentado por los medios (de siempre) como un valiente que se le animó a la Dictadora y esto puede ser una señal del final de este régimen autoritario que azota a todos los argentinos y que NO DEBE ganar en octubre porque sino se viene la profundización del populismo y además con esos jóvenes malignos de La Cámpora que vienen a apropiarse de las ganancias de las empresas y a cobrar impuestos más altos y a llevarse toda la guita, bah.
"El control personal y autoritario de las listas de candidatos es un proceso nacional del kirchnerismo, que está profundizando el verticalismo inaugural del peronismo. Sin embargo, para Verna, un hombre que prefiere la sombra a la luz, a quien se conoce más por sus actos que por sus palabras, se trata de una venganza personal de la propia Presidenta", se alarma Joaco, ya sin cartuchos disponibles, y augura entusiasmado: "En política se pueden hacer muchas cosas, casi cualquier cosa. El conflicto inevitable son las consecuencias y, sobre todo, las facturas políticas de viejas deudas impagas. Llegan siempre, antes o después".
Y por supuesto que el peronismo no es el único enojado. También Moyano, que ahora mágicamente ha dejado de ser el cuco victimario de las calles argentinas y ha pasado a simoblizar a esas pobres víctimas del dedo presidencial. Van der Fernández sale en su defensa y lo desafía a que se rebele contra CFK: "La limitación, en el caso del líder camionero, es su situación judicial y el manejo de los tiempos que hace de ella el juez Norberto Oyarbide. Las más sonada de esas causas refiere a la mafia de los remedios. Pero está el exhorto suizo, que la Cancillería se encarga de demorar, que solicita información sobre Moyano a raíz de una investigación sobre lavado de dinero en aquella nación.
Moyano proclamó, en aquella reunión, que el movimiento obrero es invencible en la Argentina. La discusión, a la luz de los sucesos, tal vez no sea esa. Sería, en todo caso, la representatividad del líder camionero y su capacidad real para hacer valer el poder que, asegura, tiene entre manos".
La pluma del Instrumento ahora duda de que los jóvenes de La Cámpora sean una renovación de la política, que tanto él mismo ha reclamdo desde hace años: "A la política en general y al peronismo le haría falta una renovación. ¿Es La Cámpora la expresión de esa renovación? ¿Lo sería una corporación financiada con dineros del Estado? ¿O se trata sólo de la incondicionalidad que la Presidenta demanda? Esos interrogantes están abiertos. Más, tal vez, que el concepto casi absolutista para comprender el poder y la política que trasunta Cristina".
Para enmarcar esta nueva contradicción de las plumas del establishment sirve este análisis de Morielli: "Se mencionó poco a la juventud, pero mucho a La Cámpora. Se busco profundizar el sectarismo y la visión sesgada sobre una institucionalización oficial de los jóvenes, en detrimento de una maniobra renovadora. La propia presidente dijo en la presentación de su candidatura que iba a intentar ser el “puente de plata” entre las viejas y las nuevas generaciones. Todos estaban avisados.
Sin embargo, lo que podría haber sido una novedad o un dato original del armado, no fue tal. Al kirchnerismo se le achacó los espacios brindados a los jóvenes y los medios opositores dejaron de lado los cuestionamientos a la “vieja política”, que aceptaron para los sectores políticos que buscan destronar al gobierno, con nombres de empalagosa trayectoria.
Marcadores de agenda de la realidad, el periodismo –cualquiera sea su direccionamiento político- se atribuye el derecho de ser un interpretador de la sociedad. En ese sentido, hasta hace muy poco tiempo atrás, algunos sectores reclamaban a viva voz que se le quite poder a Moyano y a los eternos jerarcas del conurbano. Esta maniobra de la lapicera K podría recibirse como un gesto en post de este pedido. Pero por el contrario, no recibió buenos rebotes".
El Censurado Exportador de Dólares ya lo avisaba por enésima vez el domingo:" “La lista debe ser encabezada por un militante de La Cámpora” –ordenó la voz que hablaba en nombre de la Presidenta.
“No hay ninguno” –respondió el interlocutor, un dirigente calificado de la sexta sección electoral de la provincia de Buenos Aires.
“¡Búsquenlo!” –insistió el emisario del poder.
Este diálogo, ocurrido en las decisivas horas en las que se debía finalizar el armado de las listas para las elecciones, ilustra el personalismo extremo que se ha instalado como forma de ejercer el poder. Es también un anticipo de lo que vendrá. Nada de esto se puede entender si no se contextualiza con el plan de acción que se viene pergeñando dentro del Gobierno. Es fundamental recordar que el proyecto original compartido por Néstor Kirchner y su esposa era el de una permanencia en el poder de, por lo menos, veinte años. La forma de instrumentarlo era a través de una alternancia recíproca entre los cónyuges en el ejercicio presidencial. El fallecimiento de Kirchner puso fin a esa instrumentación, pero no al plan original. Por lo tanto, ahora hacen falta nuevas herramientas para lograr concretar la posibilidad de que el kirchnerismo pueda acceder a esa larga estancia en el poder.
Ahí aparece, entonces, la reforma de la Constitución de la que, a destiempo, salió a hablar hace unos meses la diputada oficialista Diana Conti. Para ello es importante un triunfo del oficialismo en primera vuelta y por un margen amplio. La idea que más entusiasma al Gobierno es la de establecer un sistema semiparlamentario que permita la reelección indefinida de Cristina Fernández de Kirchner y la conformación de una elite dirigencial surgida de las filas de La Cámpora a modo de albacea del así llamado “modelo” K".
Hoy, el marido de la amiga de la esposa de Ciro James es más drástico aún: "El peronismo ha quedado tan sujeto al poder que, no importa la ideología, apuesta al reacomodamiento en el aparato estatal que se usa, en los hechos, como un partido político.
No hay todavía evidencias de desplazamientos sigilosos hacia otros rumbos ni los habrá hasta el momento propicio .
En las primarias de agosto, ese descontento puede manifestarse con crudeza. Sería una advertencia bastante seria de lo que puede llegar a pasar en la primera vuelta del 23 de octubre.
Para que la “minoría intensa” del oficialismo se convierta en mayoría, Cristina debe ganar en la primera vuelta para no tener una sorpresa ingrata en el balotaje".
Pero Moreno no se resigna: "Según varias encuestas, el oficialismo gana donde esté, no importa el color que vista: en Capital, en la provincia de Buenos Aires, en Santa Fe, en Córboba, a nivel nacional .
Tierra del Fuego sería la muestra del botón.
Será que la prédica presidencial por cadena nacional acerca de lo maravilloso que andamos, convence. O que nos conforma vivir en una sociedad con la mitad de la población dentro o cerca de la pobreza, inflación en alza, estadísticas oficiales falsas y una inseguridad que mete pavura".
Mientras, en La Pampa, el héroe se va con la cabeza gacha (o la cola entre las manos), algunos le recuerdan su verdadero perfil y el PJ pide tiempo. Otros, los que están lejos de todo, se contentan con que el otro fracase antes que ellos tengan éxito.
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