Tener un hijo que entrega sus ideales sólo para sumar algunos votos aprovechando que el sector está enfrentado con el modelo socioeconómico actual.
De aquellos silbidos amenazantes de los dominadores de la economía de siempre, que luego le hicieron torcer el brazo a Alfonsín, a este hijo que balbucea: "Raúl Alfonsín hubiera estado hoy acá también. ¡Pero mire si uno se va a manejar con lo que ocurrió hace 25 años! Por favor, tratemos de controlar los sentimientos negativos y pensemos en el futuro", franqueado por el economista rural González Fraga y el dueño del predio
de la Rural, De Narváez.
Más derechizado que nunca (incluido un futuro apoyo explícito a Macri, su supuesto límite hasta antes de que el hijo de Franco ganara la primera vuelta en CABA con el 47% de los votos), el hijo de Raúl se hace el zonzo cuando en su cabeza le repican estas palabras de su padre:
Pero igualmente va a buscar la aprobación de los patrones del Campo y seguramente alabará el discurso de recién de la Vaca Mansa, reincidiendo en esa mentira histórica de emparentar el Campo con la Patria y el País, rescatando al Sarmiento de la Civilización y la Barbarie, donde él y sus compañeros de troperías están convencidos de que ellos no sólo son de la Civilización más civilizada, sino que la defenderán de los bárbaros de la más bárbara Barbarie, que osan pensar un país que no dependa solamente de sus materias primas, que diversifique su producción, que no exporte todo a costa del hambre de sus habitantes y que quiera redistribuir la riqueza de una forma más igualitaria, no apostando por el tan mentado derrame menemista.
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1 comentarios:
Este hijito, pretendida fotocopia con poco tóner del papá, tiene en cobos un buen espejo para mirarse.
Tiempo al tiempo, y octubre, para ponerlo en su lugarcito, chiquitito, chiquitito...
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