martes, 8 de enero de 2013

Osvaldo Wehbe reclama por la antena de TV digital y gratuita que cerró De la Sota

"El Eugenio es el del súper, el que le decía al carnicero que no había podido ver a Boca porque el amigo de la otra cuadra que lo invita siempre se había ido de unos tíos a Moldes.
El Doctor es el del gimnasio. Sé que le dicen Doctor y es muy amable. Es el que me manifestaba que no sabía que había tanta gente que no tiene cable para ver tele, por estos pagos.
Sin ser puntas extremas, marcan cada uno de estos hombres una realidad que acompañaba a buena parte del país hasta hace un tiempo, tomando como referencia un tema puntual: ¿Quiénes ven el fútbol gratis en el país?
Escribo esto con la sensación de haberlo hecho tantas veces, de haberlo repetido hasta el hartazgo en las radios y los canales donde me ha tocado la fortuna de trabajar.
Si puedo calificar a lo mío de lucha (tal vez sea exagerado), la misma empezó con aquello del derecho de ver a la selección argentina por canal abierto.
Porque acá no llegó jamás Canal 7 por el sistema de aire. Nunca. A pesar que en algún momento, el mismo debió ser financiado para que, al ser el canal oficial, tenga que verse sin costo en todo el territorio. Algunas repetidoras dando vueltas y nada más.
Entonces se anunciaba la selección por el 7 para todo el país y acá no era así. Había que tener cable para verlo. Salvo que el canal abierto local dispusiese ese día ponerlo al aire ya que siempre contó con la posibilidad técnica de hacerlo.
Esto del canal local fue siempre esporádico. Y si bien a uno le gustaba que hubiese sido permanente, no se me ocurriría apuntar a ese medio privado como el “culpable”de la falta de la selección en todos los hogares como se pregonaba.
El Fútbol para Todos cambió la historia. Sé que es difícil pero le pido a Usted que me siga sin fanatismos ni broncas políticas. Hablo de ese resquicio que permitió multiplicar a miles a los hogares que ven el campeonato argentino con un par de agujas de tejer arriba del aparato de TV. Y de verdad se acrecentó de manera plausible, extraordinaria.
Un montón de gente como el Eugenio del comienzo pasó a tener a Boca en el comedor de su casa y a River en la pieza. Y eso es muy bueno.
Si el tironeo político con quienes antes manejaban el fútbol es el tema, creame que no cambió demasiado. El campeonato argentino al exterior, las copas Libertadores y Sudamericana, las europeas y hasta la primera B Metropolitana que importa a una inmensa cantidad de gente, sigue siendo televisada por los de antes.
El negocio no se les terminó. Por otro lado, la manera en la cual pone al aire el gobierno nacional el fútbol con publicidad oficial más allá de los gastos, es para quien esto escribe, al menos desmedida.
Pero la gente ve el fútbol. Y eso es lo que defiendo. Porque si nos sentamos a analizar esto con el Eugenio y el Doctor y este último dice que es patraña política y demás, el Eugenio tal vez conteste: pero yo lo único que quiero es ver a Boca en mi casa.
Y ahora, cuando Río Cuarto se aprestaba milagrosamente a tener el fútbol para todos vía TV Digital, una puja política se lo impide.
Con Alberto Cantero en las altas esferas del tema en el país, al menos Canal 7 se debería estar viendo hace tiempo en la ciudad. Las diferentes autoridades municipales no se movieron (salvo amagos) nunca jamás para ello.
Y ahora cuando la antena estaba puesta, la gente de EPEC se despertó una mañana y encontró una antena en el patio y dijo que no a lo que había dicho que sí.
Una lástima tanta pulseada política, de la cual no abro juicio en este lugar aunque tenga mi pensamiento al respecto.
Lo que me importa es el Eugenio y doscientos mil espectadores más en la zona que siguen sin ver el fútbol que por lo tanto no es para todos.
Ojala y no ojalá (sin acento como dice Julio Grondona), quienes tienen que resolver la situación cesen el fuego que les pega a los inocentes.
Que la TV Digital o como se llame (Córdoba Digital ó Río Cuarto ciudad de encuentros televisivos) se ponga de pie y empiece a funcionar.
Para que el Eugenio no tenga que ir más a la casa del amigo. Para que el Doctor se de cuenta si un día se cae la antena del cable que él paga, lo feo que es no ver a River en la casa.
Para que los nombres no manchen más la pelota. Que es de todos. Y era feo que el dueño (un gordito con plata) se la llevara cuando la mamá lo llamaba a tomar la leche.
Y uno lo aplaudía cuando la prestaba toda la tarde".
Fuente
Más información sobre el cierre de la antena de TV digital y gratuita que se iba a inaugurar el 7 de diciembre en Río Cuarto: aquí, aquí y aquí

1 comentarios:

Dr. Carlos A. Medina dijo...

Gorilas en la niebla.

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