En una semana furiosa (en la que llamó "fascista de izquierda" a Hebe de Bonafini) y en una empresa enojada con la vida (la editorial de hoy sobre el regreso de la Fragata es una muestra del clima que se vive en la redacción del diario de Bartolo, especialmente luego de quedar en la palestra pública otra vez por sus estafas al Estado Nacional), Reato la emprende contra la primera mandataria haciendo toda una parábola desde la "causa" de la ex Ciccone, a estas alturas el símil de un trozo de árbol en medio del mar para los medios opositores al gobierno nacional (Clarín hoy pide que Zaffaroni sea recusado cuando la causa llegue a la Corte Suprema de Justicia por haberse sacado una foto con Boudou. Y la "causa" casi que ni empezó y quedó reducida a lo previsible: un rejunte de supuestos y diretes del cual ya ni publica "Nico" Wiñazki...).
"La justicia brasileña utilizó
una novedosa tesis jurídica, la "teoría del dominio del hecho", para
condenar por corrupción a José Dirceu, la ex mano derecha de Luiz Inacio Lula da Silva en su gobierno
y figura emblemática de la izquierda brasileña. En la Argentina ya se
aplica esta tesis, pero sólo en los juicios por violaciones de los
derechos humanos durante la última dictadura.
Este paso de los derechos humanos a la política, de los
crímenes de lesa humanidad a la corrupción, podría poner en aprietos
tanto a la presidenta Cristina Kirchner como a sus principales
colaboradores si se repitiera también en este campo la natural
influencia que Brasil ejerce en la región. Es decir, si el juicio por
corrupción contra la cúpula del Partido de los Trabajadores (PT), en el
gobierno desde 2002, fuera imitado en la Argentina.
La "teoría del dominio del hecho" fue creada por el jurista alemán Claus
Roxin, muy citado en los diversos juicios al ex dictador Jorge Rafael
Videla y a otros jefes militares, pero también en la causa en Jujuy
contra el empresario Carlos Pedro Blaquier, presidente de Ledesma.
Ya no es necesario, según Roxin, encontrar pruebas directas, concretas,
irrefutables, fuera de toda duda razonable, sobre los acusados, quienes,
de acuerdo con su tesis, resultan en última instancia los principales
responsables de los delitos cometidos. Y son condenados a una pena
similar a la de quienes cometieron efectivamente esos crímenes, los
autores materiales. No es necesario que, por ejemplo, Videla haya
secuestrado, torturado o matado a una persona; la tesis de Roxin permite
condenarlo por su "rol decisivo en una organización delictiva".
En el caso argentino, tomando como hipótesis el caso Ciccone, ya no
sería necesario encontrar pruebas de la supuesta amistad entre el
vicepresidente Amado Boudou y el empresario Alejandro Vandenbroele; el
atajo jurídico creado por Roxin podría incluso estirar el caso hasta la
propia Presidenta", se ilusiona el confesor de Videla.
Un problemita: en la "causa" de la ex Ciccone todavía no se ha comprobado ningún ilícito.
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