"En la Argentina, el eje no es derecha/izquierda, sino más bien
el eje denuncia/ propuesta. Existe una dinámica interna al campo
opositor que causa una deriva, lenta pero hasta ahora inexorable, que
traslada a las figuras opositoras desde los temas de política pública
más concreta (manejo de la macroeconomía o diversos temas de gestión)
hacia temas de denuncia declamativa sobre cuestiones republicanos que
culminan en la impugnación de la legitimidad del gobierno kirchnerista
in toto.
El problema, por supuesto, reside en que los resultados de las
últimas elecciones parece demostrar que en general la sociedad no tiene
un gran apetito por estos discursos más centrados en la denuncia
totalizante que en la discusión de temas de gestión; así, Elisa Carrió y
Eduardo Duhalde, los candidatos que más extremaron la denuncia,
convocaron un porcentaje mínimo de votos, mientras que Hermes Binner,
una figura mucho más moderada, salió segundo. Esto no quiere decir ni
mucho menos que la sociedad sea acríticamente kirchnerista o que el
Gobierno no pueda perder una elección, sino, simplemente, que la
sociedad parece estar dispuesta a juzgar a este gobierno con otros
criterios que no son los del eje autoritarismo/democracia".
Fuente
lunes, 7 de enero de 2013
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