Héctor Guyot: "¿Nadie le ha recomendado unas verdaderas vacaciones a la Presidenta? ¿O acaso la revolución no puede regalarse un descanso? Es posible que pronto, como sugirió ayer Luis Alberto Romero en estas
páginas, la energía que consumimos en responder a sus provocaciones, en
refutar a sus cortesanos, encuentre un mejor destino. Durante ese retiro tal vez ocurra lo impensado: que aquella mitad de la
sociedad a cuyo corazón nunca pudo llegar sienta su falta y hasta la
extrañe".
Martín Caparrós: "A las víctimas de Once no les escribió ninguna carta. La semana pasada
la Presidenta habló mucho de los ferrocarriles, diciendo que va a
mejorarlos, etc., y no mencionó nada sobre la masacre de Once. Habló
media hora de los ferrocarriles, y no dijo una sola palabra sobre lo que
puso el tema de los ferrocarriles en el tapete. Incluso los familiares
de las víctimas se quejaron mucho de eso. Le respondió una carta a dos
palabras distraídas de Ricardo Darín y a ellos, nada. De todos modos, a
mí me parece que perdemos mucho tiempo en analizar la gestualidad de la
Presidenta y sus amigos. Los que tratamos de desarmar y entender las
trampas del relato estamos cayendo en la mayor trampa del relato, que es
hablar de ella todo el tiempo.
—Bueno, pero vos en tu cuenta de Twitter hablás de la Presidenta...
—Yo caigo en muchos errores y éste fue uno de ellos. Yo por lo menos
querría dejar de interesarme por la gestualidad de la Presidenta.
Insisto, me parece que es una trampa. Eso hace que no nos interesemos
por cuestiones más de fondo que están sucediendo. En cierta medida es lo
que pasaba en los 90 con la supuesta “transgresión” de Carlos Menem,
que hacía que habláramos de que se subía a la Ferrari o que jugaba al
básquet, en vez de que se hablara de las pequeñas corruptelas, como la
leche podrida. Ahora, de otra manera, estamos haciendo lo mismo. “¡Ay…
le habló a Darín!.” “¡Ay…fue a recibir a la Fragata!” “¡Ay… dijo tal
cosa!” Y mientras tanto están pasando cosas.
—¿Y por qué pensás que pasa eso? ¿Será que tiene una personalidad cautivante?
—No, porque es más fácil. Las cosas de las que habría que hablar no se
pueden decir en los 140 caracteres de Twitter. En cambio este tipo de
chicanas en las que estamos hundidos son ideales para eso".
sábado, 19 de enero de 2013
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