Así tergiversa La Nación

 

Durante el último festival de doma y folklore de Jesús María (Córdoba) se suscitó una interesante discusión acerca de la utilización de animales en actos que suponen su sometimiento y humillación, luego de que dos yeguas murieran en el campo central.
Justamente estos dos sucesos, criticados por grupos defensores de los animales y disparadores del resurgimiento de la temática, son borrados por La Nación en su editorial del domingo pasado, que inventa: "Lo absurdo es que esa reacción contra una de las tradiciones antiguas del campo argentino se ha suscitado por un accidente de tránsito en el que murieron ocho animales que eran transportados para su presentación en el Festival de Jesús María, en Córdoba. Con ese mismo criterio, debería prohibirse el fútbol, que tantos heridos y muertos ocasiona con alarmante frecuencia por asuntos que nada tienen que ver con las leyes de ese deporte, o el boxeo, u otras competencias de real riesgo".
Ese accidente obviamente nada tuvo que ver con el festival pero sí se dio en el marco de las discusiones provocadas por inclusive presentaciones judiciales que ya han hecho estos grupos de ciudadanos convencidos de que hay otras formas y ejercicios de destreza gauchesca que se pueden llevar a cabo en certámenes de esta naturaleza, que eviten el mal trato hacia los animales (delito contemplado en la ley Sarmiento).
Por lo tanto, no es que ellos desean acabar con Jesús María; sí con la doma (que no es tal, porque los animales ya están domados. En todo caso, se trata de jineteadas), y proponen cumplir con la normativa, además de seguir brindando un espectáculo de entretenimiento a los miles que se convocan año tras año en esa ciudad cordobesa como en otros puntos del país (en mi pueblo de origen, Intendente Alvear -La Pampa- cada año se hace un evento similar desde hace 45 años).
En este contexto, es clara la otra tergiversación ideológicamente interesada de La Nación, tan convenientemente atada a tradiciones como a la defensa de los grupos económicos con ella relacionados. El siguiente párrafo es representativo: "Está en entredicho, pues, la fiesta ancestral consistente en montar con alguna ayuda un reservado y soportar los corcovos y brincos tanto como se pueda y en lidia siempre con riesgos para la integridad física del jinete, hasta que los apadrinadores lo auxilien después de transcurrido un cierto tiempo.
Quienes han pedido la prohibición de este espectáculo de destreza, habilidades y coraje, por entenderlo cruel y abusivo, deberían comenzar por separar la paja del trigo".
La editorial en ningún momento cita la ley Sarmiento, que reprime "con prisión de 15 días a un año al que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales".
Durante esos primeros días de este año, en FM Las Higueras, realizamos una entrevista a Laura Baggio, presidenta de la Fundación de Protección de los Animales, que agrega otros aspectos enriquecedores a este debate: