El Indec de Estados Unidos

"Chris Martenson ha escrito The Crash Course. Sintetizaré la información contenida en un capítulo muy revelador, que da por tierra con la creencia general –que yo compartía– de que las estadísticas de Estados Unidos son confiables y trasparentes.
Por el contrario, sostiene que varias metodologías han sido adaptadas en los últimos 50 años, para mostrar que las cosas funcionan mejor de lo que sucede en la realidad.
Enumera los siguientes casos:
. El iniciador de la manipulación fue John F. Kennedy. No le gustaba el desempleo alto y por ello cambió el método. Se dejó de considerar desempleados a los desalentados permanentes, o sea a quienes están en condiciones de trabajar, pero por no conseguir ocupación dejaron de buscar. Este criterio se diseminó por el mundo y en la Argentina, por caso, tampoco se llama desocupado a quien no trabaja pero no busca trabajo.
. Lyndon Johnson, a su vez, creó el presupuesto unificado, por el cual los excedentes de la seguridad social se incluyen en el presupuesto anual. De tal modo, si el gobierno usa esos excedentes para gastos corrientes, a pesar que los debe a la seguridad, el déficit público computado es menor al real.
. Richard Nixon creó un sistema de medición de inflación paralelo, que no tiene en cuenta a los combustibles y a los alimentos, por ser afectados por variaciones bruscas, como si esas variaciones de cualquier manera no estuvieran.
. Bill Clinton, finalmente, a partir de 1996 hizo una serie de cambios en la medición de la inflación y consolidó cambios que se venían haciendo en la medición del producto bruto, que convierten a ambos índices en números dibujados. A saber:
. Se creó una comisión, que corrige lo que podría ser la forma simple de medir los precios de una canasta a lo largo del tiempo. Corrige con tres criterios:
1 – Sustitución: Cuando algún bien aumenta de precio –sobre todo alimentos-, coloca en su lugar un sustituto de menor variación. Lo hace suponiendo que eso es lo que hace el ciudadano medio. En 2007, por ejemplo, la inflación de la canasta tradicional de alimentos fue de 9.2%. Con el método de sustitución, el índice oficial fue del 4.9%.
2 – Compensación: Cuando algún rubro –no bien: rubro completo– aumenta mucho, se postula que la gente gasta menos en eso y por lo tanto se le da menor peso en el índice. A lo largo de los años, ese arbitrario criterio ha llevado a que a pesar que el gasto en salud representa el 17% del presupuesto de una familia tipo, su peso en el índice de inflación es el 6%.
3 – Hedonismo: Los bienes de consumo durables (televisores, autos, heladeras) tienen cada vez más prestaciones. Sobre esa base, si un televisor cuesta lo mismo dos años seguidos, pero se cambió el modelo y tiene algo mejor, la comisión reduce su precio a los efectos de calcular la inflación, porque sostiene que el ciudadano está recibiendo más por el mismo dinero. De un año a otro un televisor llegó a “abaratarse” hasta un 30%, con este sistema.
Martenson sostiene que si el 2010 se usara la metodología de 1980, la inflación en ese país sería 8% mayor.
Respecto del Producto Bruto se hacen dos tipos de ajustes, igualmente insólitos.
Hay un ajuste por imputación, que tiene en cuenta el mayor uso de dinero que el ciudadano medio haría en determinada circunstancia y lo computa como mayor PBI, a pesar que esa transacción no se produce. El caso más notable es que se computan los alquileres que pagarían los propietarios si no fueran dueños de su casa. Créase o no, en 2009, los ajustes por imputación representaron el 16% del PBI.
Hay también un ajuste por hedonismo, pero al revés de lo aplicado por inflación, ya que aquí se aumenta el PBI. Si una computadora de nueva generación vale lo mismo que la del año anterior, se le aumenta el valor para el cálculo del PBI porque brinda una mayor prestación. El 46% del PBI norteamericano está sujeto a “ajuste por hedonismo”, aplicado a todo tipo de bienes".
Fuente