Kirschbaum: "En cada manifestación de la ira oficial por el fallo de la Cámara se
escapa esa concepción de que la Justicia que falla en contra de lo que
quiere el cristinismo es cualquier cosa menos justicia.
Por eso, hay miembros de la Corte, antes elogiados hasta el almíbar, que ahora han pasado a la categoría de personajes nefastos. No se salvan ni siquiera aquellos que, en algún momento, miraron con simpatía ciertas políticas estimuladas desde el poder".
Van der Kooy: "Los ánimos de la Corte con el Gobierno tampoco parecen ahora los mejores
. El kirchnerismo ha sabido abonar mucho ese malhumor. Los jueces
tomaron nota además de algo que el poder soslaya con obstinación: las
últimas protestas sociales, en especial la del 8N, donde la Justicia figuró con insistencia en la maraña de reclamos. No resultó casual que en medio de este clima de tensión entre Gobierno y la Justicia surgiera un manifiesto de todos los jueces
de la Nación exigiendo respeto a su independencia. Y el fin para las
campañas difamatorias. La queja se desparramó también a las Justicias
provinciales. Ese texto nació de la Comisión de Independencia Judicial
de la Corte. Y contó con las firmas de Elena Highton y Carmen Argibay.
Al menos otros tres miembros de la Corte se tentaron con suscribir la
declaración. Pero no hacía falta: para eso estuvieron las mujeres."
Blanck: "El litigio continúa, sólo que ahora encarrilado en el proceso legal. Es
una buena noticia: el Gobierno venía amenazando con actuar de facto,
aprovechando el vacío judicial que él mismo había provocado con
toda premeditación. A último momento trató desesperadamente de mantener
ese vacío atropellando a la Justicia. Así le fue".
Viau: "En el cuarto piso del Palacio de Tribunales domina la sensación de
que, si bien allí se libra una pulseada por la supremacía de la libertad
de criterio, esa batalla es apenas una pelea de semifondo y el combate
decisivo se dará en torno de la reforma constitucional y la
re-reelección. Aún cuando la atención se concentre en los pasos
que de aquí en más se den en la franja delimitada por la Corte y el
fuero Civil y Comercial, existe la impresión de que luego de estos
últimos dos meses el Poder Judicial no volverá a ser el mismo.
Los conocedores de ese mundo, de su pensamiento mayoritario, de sus
hábitos, sus tradiciones, sus prejuicios y sus narcisismos prevén que lo
hecho por los camaristas del fuero Civil y Comercial impactará en los
despachos de los jueces penales de Comodoro Py, donde se desarrolla una
especial sensibilidad para percibir el calor de las armas. La crema de
la magistratura (no por sus méritos académicos sino por su relación con
el poder) no querrá quedar por detrás de las muestras de independencia
dadas por sus colegas de más bajo perfil. “Nunca son los primeros,
afirma un profundo conocedor del paño, pero siempre son los que se
reubican con las medidas más aparatosas. Hay muchos temas candentes en
esas oficinas y muchas denuncias en puerta: crecimientos patrimoniales
inexplicables, los manejos discrecionales de Aerolíneas y de ANSeS.
Claro que no todos tienen una biografía impecable y Héctor Icazuriaga y
Francisco ‘Paco’ Larcher saben presionar con esos pecados”. El propio
Ricardo Lorenzetti, se comenta, ha sido monitoreado por la Secretaría de
Inteligencia y por la AFIP en relación a su vida personal y a sus
fallos".
domingo, 9 de diciembre de 2012
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