Ahora aseguran que el peronismo no participó de los saqueos de 1989 y 2001

Bastó con que CFK lo denunciara, para adoptar inmediatamente la versión contraria, escandalizados (luego de años y años de darle crédito a la versión, ¿no?). Por su parte, no se encontró en los medios opositores al gobierno nacional ninguna línea que hablara elogiosamente por el acto de sinceramiento de una peronista. Problemas del Relato Anti K que le dicen... ¿O contradicciones flagrantes? Aunque, hay que rescatar, se cuidaron de no acusar de gorila a Cristina. Todavía no estaban los puentes discursivos de construcción de imagen como para hacerlo. Los agarró desprevenidos.
Roa, re caliente, como siempre: "Cristina Kirchner se coloca siempre en el papel de víctima: jamás se equivoca y nunca hay problemas que no sean producto de la maldad de los opositores. Atribuyó los saqueos a una conspiración análoga a la que empujó a De la Rúa hacia el abismo: le endilgó un complot al peronismo, que le respondió con dureza por boca de varios dirigentes".
"La palabra de la Presidenta hizo algo más grave: machacó en el prejuicio antiperonista sobre los intendentes del conurbano que supuestamente habrían sido los autores.
Al unir los intentos de estos días con los saqueos masivos del 19 de diciembre de 2001, el Gobierno da por sentada una historia nunca comprobada", acusa Felipillo (¿se acuerdan de él?).
¿Y para qué, no? Después de semejante afrenta histórica que Clarín quiere presentar como un episodio más de invento del relato K, salieron en filita todos (Milman se quedó afuera, con pucherito): "“Inconcebible, increíble, lamentable”. Fueron los calificativos que empleó el jefe de la CGT no oficialista, Hugo Moyano. El camionero le dijo a Clarín que a esta altura a él le quedan “mucha dudas” sobre el sentimiento peronista de la Presidenta.
El senador Adolfo Rodríguez Saá, efímero presidente después de la crisis que dejó la Alianza, le habló directamente a Cristina. “Que la señora presidente no nos lleve de nuevo al infierno, que rectifique sus políticas. Cuesta mucho salir del infierno”.
El pensador peronista Julio Bárbaro consideró que la exposición de Cristina “es un hecho cotidiano que consiste en culpar a los demás de sus errores. Si algo define la inmadurez es eso: cuando uno no asume su propia responsabilidad. Llega un punto en el que te tenés que hacer cargo. Este gobierno, después de muchos años en el poder, sigue buscando culpas en el pasado y en los que piensan distinto”.
El diputado del Frente Peronista Eduardo Amadeo sostuvo que le impresionó que la Presidenta “no tuviera ninguna empatía con los muertos ni con el dolor de sus familiares. No siente nada por el sufrimiento ajeno. Se ha masculinizado”.