Culpando al destinatario del "equívoco".
Sirvén: "Es verdad que fue aviesa la edición del racista chiste
sobre bolivianos contado por Luis D'Elía, que se vio en el programa de
Jorge Lanata, al ser suprimido el contexto real donde condenaba esa
situación. El conductor de Periodismo para todos tuvo que reconocer el
grave error. Eso no quita que el dirigente social defendido ayer con
ardor en los spots de Fútbol para Todos repitiera la pretendida humorada con innecesario regodeo. No debió hacerlo.
Es cierto, además, que en el mismo ciclo se mostraron los recibos de los sueldos de los tres hijos mayores de D'Elía
en la Anses, sin aclarar que se los veía más abultados por los
aguinaldos. La tergiversación, sin embargo, no mejora que sea un
flagrante abuso que el ex maestro pueda haber ubicado con tal facilidad
en tan importante organismo público a sus más directos descendientes
(que incluyen a dos hijos más, de menor edad). En todo caso, D'Elía
está probando su propia medicina: para fogonear el linchamiento en
redes sociales por parte de militantes virtuales, hace unos meses
distribuyó una lista apócrifa de ingresos de periodistas críticos (nunca
aclaró la fuente) que, sin ir más lejos, triplicaba graciosamente el
valor real del salario de quien esto escribe.
Si editamos las notas como Diego Gvirtz lo hace en
6,7,8, nos convertimos en él, una tentación que hay que evitar a toda
costa, aun cuando siempre será mucho más grave que los errores o
manipulaciones sean emitidos desde un canal público (porque nos
pertenece a todos), que desde una parcialidad privada, que sólo se
representa a sí misma".
Calvo: "A nosotros también nos da risa. Que justamente el actual
vicepresidente de la Nación y su pareja consideren poco serio a este
diario nos da mucha risa. Sólo que preferiremos no sacarnos una foto en
la redacción y subirla a nuestro Twitter.
Tenemos un estilo muy diferente al de ellos, en todo.
Repasemos nuestra supuesta falta de seriedad. Ayer, este diario informó
sobre los rumores de crisis entre Amado Boudou y Agustina Kämpfer. No
fue una nota en nuestra sección Protagonistas, sino en Política, porque
no se trata de una relación cualquiera. Relatamos allí la preocupación
que genera en el Gobierno cualquier alteración de ese vínculo: tanto el
vice como su novia están siendo investigados por la Justicia por
enriquecimiento ilícito, nada menos, y en ciertos pasillos del poder
inquieta que un problema de pareja se convierta en una posible y
escandalosa cuestión de Estado.
PERFIL aplicó estrictamente su Manual de Estilo también en este caso,
porque no hay temas menores o mayores, sino tratamientos rigurosos o
no. Así fue que hablamos con funcionarios y allegados a la pareja,
quienes desmintieron una ruptura pero reconocieron que hubo una crisis
que alteró algunos ánimos oficiales.
Intentamos contactar al vicepresidente, que es tan serio que no quiso
atendernos. Fuimos a buscar a Kämpfer, que es tan seria que sólo nos
preguntó de qué medio éramos: cuando lo supo no volvió a dirigirnos la
palabra.
También consignamos ayer la advertencia de las fuentes consultadas
acerca de que, si publicábamos algo, la pareja se mostraría feliz para
aventar cualquier sospecha. Y allí aparecieron con una foto vía Twitter
espléndidos, felices, sonrientes, desde el piso que comparten en Puerto
Madero.
A propósito, deberían explicar en algún momento cómo hicieron para
comprar ese y otros bienes cuantiosos, siendo él funcionario público
desde hace 15 años y ella una inexperta y mediocre periodista. O acaso
ocurra que entendimos todo al revés respecto de qué o de quiénes se
están riendo los serios de Boudou y Kämpfer".
PD: ¿ A esto le llamarán "capacidad de autocrítica" cuando se la reclaman a los otros?
domingo, 28 de octubre de 2012
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