Lanata y cómo robarle la plata a Clarín

Están locos con Abal Medina. Desde que les descalificó a sus caceroleros, se la agarraron sin cesar toda esta semana (y como para hacerlos enojar un poco más, ya que vieron que pican el anzuelo fácil los deseadores de muerte). Entonces, el ex enemigo número 1 de Clarín, ahora empleado, da una muestra rápida en su columna de hoy sábado de cómo escribir algo lleno de datos intrascendentes pero que todos juntos suman a la hora de construir esos monstruos que sacian el hambre de las fieras recoletianas.
Aquí va un desfiladero:
-"Abal Medina es de las personas que nunca se quedarían hasta el final de una fiesta: sabe irse a tiempo".
-"Ante La Cámpora le suma puntos haber sido sobrino de uno de los fundadores de los Montoneros".
-"“Es un soldadito obsecuente, un hiperquinético, de esos que te hablan todo rapidito”, se exaspera un ex funcionario del Gobierno. “Su poder reside en la obsecuencia. Es absolutamente cristinista, pero un oportunista”"
-"Fuma casi tres atados de cigarrillos negros pero evita hacerlo en Casa de Gobierno, temeroso de la reacción de la Presidente, ex fumadora conversa".
El resto de la columna, más de la mitad, es sobre el padre y el tío del jefe de Gabinete.
Al final, La Nata se entusiasma: "Se convirtió, sin quererlo, en el mejor propagandista de la próxima protesta".
El contrato de 650 mil pesos que le paga Clarín por mes seguramente incluía lograr organizar a los caceroludos a partir de consignas de este nivel intelectual, alimentadas por "columnas" propias de Seprín, desbordantes de datos sacados de las peores cloacas.
Mientras tanto, el perro faldero atiza en tapa: