jueves, 27 de septiembre de 2012

De procesados y reelecciones

En medio del clima de amenazas y aprietes de los consensuales de siempre, está bueno volver a las fuentes: esas hermosas contradicciones que pasan inadvertidas por el accionar de una María Laura Santillán que llama "descarada" a la Presidenta de la Nación o una María Arece que en TN asegura que "el modelo que sigue CFK es el de Chávez" o un dr. Nelson que sostiene que Cristina es "poco preparada y soberbia intelectualmente", todo condimentado por una clara actitud de enrarecer todo para que finalmente explote ese Kaos que tan bien reclamaba la cacerolera del 13S que acabara. A los Grupos no les conviene abortar dicha escalada. Todo lo contrario. Si es necesario enviar a La Nata a NY para que coordine con venezolanos exiliados que ya sienten en su piel que nuevamente el Dictador va a ganar fácilmente o llorisquear ante la sociedad porque la Diktadora "contestó lo que ella quería" (tal el lamento de una periodista como la Santillán en el house organ de Canal 13, Telenoche) o que Roa niegue que alguna vez algún periodista haya salido de una conferencia de prensa del gobierno golpeando las puertas de la Casa de Gobierno, se hace. Ya están arrojados contra el tiempo, que corre al 7D sin inmutarse (como si en verdad el 8 todo se convirtiera en una panacea. No. Sólo que un Grupo económico se adecuará a una ley democrática sancionada por amplias mayorías. Sin chistar más).
El pavor que provoca la embestida de los violentos fácilmente podemos contrarrestarla climáticamente con estos dos cándidos ejemplos, inocentes casi; de esos que nunca serán expuestos en alta rotación por las empresas opositoras al gobierno, enceguecidas con sus padecimientos post 23O y asustadas de que con Milicos Aguad hay kirchnerismo para rato. Hasta con conferencias de prensa (tan reclamadas) de CFK ante estudiantes argentinos, no tan contaminados de raros sentimientos y preocupaciones patronales y más predispuestos a hacer preguntas simples: sobre inflación, inseguridad, patrimonio de la Presidenta, Oyarbide, Boudou y cualquier otro tópico supuestamente incómodo para la Primera Mandataria (excluimos, lamentablemente para el señor cacerolero, eso de quejarse porque no da ruedas de prensa. Es por obvias razones de decoro y seriedad, ¿no?), que ésta responderá como lo hizo en Georgetown, el lugar donde se develó la peor cara del lado cacerolil de la vida: ése que identifica la libertad y la seguridad en el país con la estatua de otro.
Que un procesado pueda ingresar a un estadio de fútbol (tal como otro pueda seguir dando clases de moral en La Nación, en Canal 26 otro, u otro en otro medio donde se azuza lo peor de aquellos que no tienen la suerte de sentirse representados), ¿qué tiene que ver con un "dirigente" que se levantará pronto contra la re-reelección de CFK (no anunciada por ella) estando 12 años siendo reelecto en una patronal agropecuaria?
Nada.
Eso: nada.
Tranquilos.

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