A De la Sota no le sale una

Fin de semana complicado para el gobernador cordobés: la reunión fallida de gobernadores durante el partido de la selección argentina que lo iba a presentar al país como un nucleador de la expresión disidente del peronismo (apenas si pudo fotografiarse con Macri, Del Sel y la Niña Loly); soledad en el palco de la exposición de la Sociedad Rural de Río Cuarto, que además lo obligó a tener que justificar por qué no le sube los impuestos al Campo en vez de los que menos tienen ("Así la AFIP no mete mano", se le escapó); quejas desde la de Huinca Renancó debido a su ausencia no anunciada; y silbatina ese mismo sábado en el autódromo cordobés como hacía mucho tiempo no le sucedía: respuesta del común de los ciudadanos cordobeses, recortados en sus jubilaciones y que tienen que afrontar un aumento en los combustibles inconsulto; y ayer domingo, 46 intendentes cordobeses se niegan a firmar una solicitada que apareció en todos los diarios provinciales en apoyo del primer mandatario.
Hoy lunes, la historia iba a ser otra. Hasta alguno se entusiasmó con una respuesta favorable a los intereses delasotistas. Pero no. El previsible fracaso en la audiencia de conciliación por la caja de Jubilaciones de la provincia lo obligó a salir a las cámaras de TN para acusar de hacer uso de un "relato" a Lorenzino y Bossio antes que admitir que él y su socio Schiaretti no cumplieron con el acuerdo firmado con la Nación en su punto principal: armonizar las jubilaciones provinciales con las nacionales si querían recibir fondos federales de ayuda, sino debía afrontarlo su gobierno. Ni una cosa ni la otra.
Pero siempre habrá un periodista onda Venturita o Gonzalo Asís que pondrán el acento en cuán mala es Cristina que no quiere que los jubilados cordobeses gocen del 82%. Mientras, seguirá cosechando sinsabores De la Sota, más pendiente del 2015 que del día a día cordobés, cada vez más complicado por acción y omisión propia y societaria.