Laborda: "Días atrás, quienes asistieron a la grabación de un programa de televisión, observaron con sorpresa cómo Hilda "Chiche" Duhalde increpó en un pasillo del estudio de televisión a la diputada de PRO Gabriela Michetti por la falta de apoyo de Macri a la candidatura de su esposo.
También a Ricardo Alfonsín le agradaría contar con el aval del partido gobernante porteño, pese a que no hace mucho había sugerido que su "límite" era justamente Mauricio Macri. No fue casual que Silvana Giúdici y el propio Alfonsín declararan su apoyo al jefe de gobierno porteño después de la primera vuelta electoral del 10 de julio.
Las circunstancias políticas y los tiempos electorales van modificando las actitudes. Especialmente cuando una figura hasta no hace mucho denostada por algunos recibe un apoyo popular que la fortalece".
Clarín: "Ya algunos hombres de negocios aseguran que un hipotético triunfo del Frente para la Victoria en octubre no sería en la primera vuelta sino que debería pasar la prueba de un balotaje , algo que un mes atrás ni siquiera consideraban. Un sondeo personal que un empresario hizo entre una decena de colegas le dio que todos, sin excepción, votarán por Cristina. Sólo que desconfían de las posibilidades de la Presidente de obtener su reelección en primera vuelta. “Nuestro análisis es que en Nación ganará Cristina”, dijo el empresario a Clarín . “Pero ya sea en primera o segunda vuelta, es claro que a la vez asistimos a un fin de ciclo ”, sostuvo".
Barone: "Lo que se está dando hoy, brutalmente, es la reacción asqueada de los grandes medios dominantes y de los periodistas de esos medios- sean gráficos, audiovisuales, informáticos, o conspirativos- que coinciden en tenerle asco al kirchnerismo. No lo tragan. No les gusta. Se han brotado y los une todo lo que tenga que ver contra el kirchnerismo. Paradójicamente, por más repugnancia que los repugne hacia otros antikirchneristas, se la aguantan con tal de coincidir en el mismo sentido de repugnancia. Confluyen en su asco como si sintieran placer de sentirlo y lo transfieren a los lectores, oyentes y telespectadores. Los influyen, contagian e instigan. Y consiguen algunos resultados".
Majul (La Nación): "Ni los resultados de ayer, ni el batacazo de Miguel del Sel, ni la carencia de candidato a gobernador en Córdoba pueden servir para preanunciar una eventual derrota de la jefa de Estado.
Es que los votos para Ella no se encuentran allí, sino en la provincia de Buenos Aires, donde todavía el gobernador Daniel Scioli aparece como el mayor reaseguro para la victoria. No debe ser cómodo para una mujer tan autosuficiente, pero es la verdad.La Presidenta debe cuidar, de acá a octubre, a uno de los hombres que más humilló desde 2003".
Bruschtein: "El objetivo del ruido mediático con estas proyecciones tan mecánicas, y por lo tanto arbitrarias, es generar un clima de adversidad para la candidatura de Cristina Kirchner y facilitar que haya una segunda vuelta que dé más posibilidades a la oposición. Ese es un objetivo concreto, no es un disparate. La herramienta es artificial en este caso, porque son argumentos forzados con los cuales se machaca en forma insistente, pero el objetivo es posible.
Por ahora el esfuerzo granmediático se da en el plano de la futurología y las abstracciones. Y tratarán de hacer lo mismo con los resultados de las elecciones cordobesas y de las primarias de agosto. Siempre, parte de las pujas políticas pasa por convencer de sus límites al adversario (los resultados electorales adversos), y a los simpatizantes mostrarles sus horizontes (la posibilidad o la imposibilidad de llegar a una segunda vuelta). Hay una disputa en el plano de las ideas, de lo intangible, porque todas son suposiciones en la medida en que para concretarse necesitan primero encarnarse en una masa crítica que logre un consenso de mayoría".
Por ahora el esfuerzo granmediático se da en el plano de la futurología y las abstracciones. Y tratarán de hacer lo mismo con los resultados de las elecciones cordobesas y de las primarias de agosto. Siempre, parte de las pujas políticas pasa por convencer de sus límites al adversario (los resultados electorales adversos), y a los simpatizantes mostrarles sus horizontes (la posibilidad o la imposibilidad de llegar a una segunda vuelta). Hay una disputa en el plano de las ideas, de lo intangible, porque todas son suposiciones en la medida en que para concretarse necesitan primero encarnarse en una masa crítica que logre un consenso de mayoría".
Eliaschev: "Quienes asistimos al colapso deliberado del centro porteño resuelto por la Presidenta el martes 26 de julio para que algunos millares de bonaerenses traídos en colectivos de los municipios suburbanos presenciaran, como patética y silenciosa platea, la "inauguración" del mural luminoso de Evita en la Nueve de Julio, no necesitábamos que nos explicaran nada. ¿Cuántas personas agotadas tras una jornada de trabajo quedaron abulonadas en calles y avenidas, mientras la señora Fernández de Kirchner peroraba sobre la condición de ícono de la señora de Perón? ¿Era necesario tanto esmero para acentuar la irritación y la bronca del pueblo capitalino? Incomprensible torpeza o pulsión autodestructiva, no importa; resalta la noción dogmática de que las vanguardias terminan "esclareciendo" a las muchedumbres tontas, ignorantes y superficiales".
Van der Kooy: "El kichnerismo parece seguir sin advertir que los estallidos electorales de Capital y Santa Fe contienen problemas de forma y de fondo, que se vienen combinando, para ellos, de manera fatal. La forma pesa más de lo que supone: hay una fatiga social evidente con el estilo de la confrontación, la soberbia, la necedad y la mentira . Del enojo casi permanente y cotidiano con la vida. El fondo tiene relación con dos conflictos cuyo peso final en octubre resulta aún difícil de mensurar: el divorcio con el campo y las grietas que se abrieron entre el kirchnerismo y el PJ , sobre todo, por el diseño electoral que resolvió Cristina".
Russo: "Del Sel y Macri cerraron sus campañas en el living de Susana Giménez, la conductora que evita hablar de política porque dice que no sabe de política, pero que opera políticamente justo desde ahí, desde su falsa ignorancia, haciendo bandera de ella, como esos candidatos, que dicen representar cierta “frescura” que emana de los recién llegados a un ruedo que pretenden manchado y pecaminoso. Que sus verdaderos aliados políticos sean precisamente los que más la mancharon es un detalle que Susana disimula perfectamente. ¿Por qué habría de saberlo si ella ignora todo, hasta que los dinosaurios se extinguieron?".
Kovadloff: "Macri tendrá que demostrar que además de su futuro, sin duda promisorio, le sigue interesando el presente de esta ciudad que lo eligió por otros cuatro años. Hay en la plataforma programática de Filmus algunas buenas ideas que valdría la pena adoptar y, en lo posible incorporarlas a los programas propios. Más allá de lo que sin duda se hizo y de lo que en el orden urbano se siga haciendo, es imprescindible fortalecer cuatro frentes: el de la seguridad, el habitacional, la salud y la educación".
Rudman: "Desde su jefe de campaña, Humberto Schiavoni, pasando por el titular de la bancada macrista en la Legislatura, Cristian Ritondo, hasta Ramiro Tagliaferro, esposo de María Eugenia Vidal, todos hacen campaña por Duhalde.
El grupo que apoya a Ricardo Alfonsín es minoritario y está encabezado por el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi. Pero la pulseada interna del PRO quedará definida la semana próxima, cuando el PRO bonaerense de Jorge Macri realice un acto en la Capital Federal con Duhalde como principal orador. El expresidente cobija en su Frente Popular no sólo a Tagliaferro sino también a Cristian Gribaudo, quien busca renovar banca en la Cámara de Diputados en la lista duhaldista. Para el elenco opositor, estar pendiente de a qué candidato le dará su apoyo Macri para las elecciones presidenciales es casi un espasmo previo ante la debilidad propia. Si Macri y su asesor Jaime Durán Barba hubiesen tenido alguna intención de reforzar el staff antikirchnerista de octubre, podrían haber presentado un candidato propio o haber adherido ya a alguna lista".
El grupo que apoya a Ricardo Alfonsín es minoritario y está encabezado por el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi. Pero la pulseada interna del PRO quedará definida la semana próxima, cuando el PRO bonaerense de Jorge Macri realice un acto en la Capital Federal con Duhalde como principal orador. El expresidente cobija en su Frente Popular no sólo a Tagliaferro sino también a Cristian Gribaudo, quien busca renovar banca en la Cámara de Diputados en la lista duhaldista. Para el elenco opositor, estar pendiente de a qué candidato le dará su apoyo Macri para las elecciones presidenciales es casi un espasmo previo ante la debilidad propia. Si Macri y su asesor Jaime Durán Barba hubiesen tenido alguna intención de reforzar el staff antikirchnerista de octubre, podrían haber presentado un candidato propio o haber adherido ya a alguna lista".
Morales Solá: "El electorado porteño de Macri, o una inmensa mayoría de él, es profundamente antiperonista. A pesar de que el fuerte discurso antikirchnerista de Duhalde consiguió conquistar a los sectores medios altos y altos de la Capital, todavía prevalece una clase media que mira al ex presidente como una expresión cabal del peronismo que reprueba. Alfonsín viene, en cambio, de un partido, el radicalismo, que los porteños votaron mayoritariamente durante décadas, hasta la gran crisis de 2001. El problema que tiene Macri con Alfonsín consiste en que el discurso de éste no representa al intenso y amplio sentimiento antikirchnerista de los porteños. Se mece entre la afinidad y el provecho (Elisa Carrió no será nunca una opción para él ni él para ella), pero esa conveniente incertidumbre se resolverá sólo con los resultados del 14 de agosto.
Macri podría inscribirse en esa corriente de peronistas (Daniel Scioli o Juan Manuel Urtubey, por ejemplo) que apuesta a un segundo y último mandato de Cristina Kirchner. Cualquier otro próximo presidente tendría potencialmente ocho años de eventual poder. Sin embargo, hay dos factores que frenan a Macri ante esa especulación. Uno es la certeza de que el país podría terminar muy mal si sobrevinieran cuatro años más de kirchnerismo. "Otro mandato sería insoportable para la Argentina", suele asegurar".
Macri podría inscribirse en esa corriente de peronistas (Daniel Scioli o Juan Manuel Urtubey, por ejemplo) que apuesta a un segundo y último mandato de Cristina Kirchner. Cualquier otro próximo presidente tendría potencialmente ocho años de eventual poder. Sin embargo, hay dos factores que frenan a Macri ante esa especulación. Uno es la certeza de que el país podría terminar muy mal si sobrevinieran cuatro años más de kirchnerismo. "Otro mandato sería insoportable para la Argentina", suele asegurar".
Esa consigna puede resultar efectiva en otros distritos, pero no en la Capital Federal".
Santaolalla: "Cuando en algunos blogs, o en algunos de los sitios más visitados de Internet salen comentarios insultantes hacia Daniel Filmus, y no me refiero a los intencionalmente creados y ya probados como falsos, sino a los que supuestamente son del hombre de la calle, me pregunto: ¿La gente que escribe esto lo conoce? ¿Sabe quién es? ¿Tiene idea de lo que piensa? ¿De su proyecto personal y político? ¿O simplemente está descalificándolo porque pertenece al gobierno nacional? ¿Es que la gente piensa que todos los que forman parte de una organización tan grande como el gobierno de un país piensan exactamente lo mismo? ¿Es que alguien de cualquier sector opositor al oficialismo se atreve a asegurarnos que si ellos estuvieran en el mando, toda la gente que ocuparía esa innumerable cantidad de cargos públicos pensaría igual y toda sería capaz y honesta? ¿Toda?".
Kirchsbaum: "El electorado porteño es autónomo: Macri lo reconoció anoche . La clave es cómo se construye esa mayoría en un tiempo en el que las formaciones partidarias tienen muy afectado su sistema de representación. Macri logró sintonizar y atraer al electorado con su propuesta de la “no política”. Muchos lo votaron por eso; otros, lo hicieron para castigar al Gobierno nacional".
Majul (El Cronista Comercial): "Parece contradictorio, pero no lo es. Cristina Fernández de Kirchner todavía está ganando en las próximas elecciones generales de octubre, pero a la vez ya parece formar parte del pasado.
Si se presta atención a las pocas encuestas serias que existen, la presidenta todavía gana, entre otras cosas, porque más del 50% del padrón que no la votaría nunca está disperso. Porque a su "vieja propuesta" aún no se le opone una "nueva alternativa" capaz de disputarle el liderazgo.
Su propuesta es "vieja" porque la forma de hacer política y ejercer el poder tanto del ex presidente Néstor Kirchner (a quien sólo menciona con el pronombre El) como de Ella, ya cansaron a una importante cantidad de argentinos. Es prepotente, autoritaria, no tolera el diálogo, ni las críticas ni las diferencias".
Caletti: "Las diferencias ideológicas entre ambos electorados se hacen más nítidas cuando se indaga en torno de aspectos polémicos tales como a quiénes deben atender los hospitales públicos. Aunque es clara la orientación universalista de los porteños (“Atender a todos los que vayan”: 58,4 por ciento de las respuestas), la diferencia en el lugar que ocupa esta opción entre los caudales electorales de Macri y de Filmus es llamativa (43,5 versus 78,7). Consecuentes con esta diferencia, se desgranan en dos relativamente pequeñas cataratas de prejuicios las restricciones a la universalidad que impondrían unos y otros. Debe decirse: la catarata correspondiente a los macristas no es tan pequeña.
Una radiografía que puede vincularse con la anterior en relación con las diferencias ideológicas sobre cómo vemos nuestros problemas y a nosotros mismos aparece en torno de la ocupación de terrenos: 20 puntos de diferencia es lo que separa el señalamiento de la responsabilidad estatal entre los votantes de Filmus y entre los de Macri (56,7 a 36,3 respectivamente). En coherencia con el desbalanceo en esta opción, en las otras (que vinculan el problema con los inmigrantes o con la falta de control policial) son los votantes de Macri los más seducidos".
Fraga: "Los comicios cordobeses quizás plantean las dos alternativas posibles que tendría Macri si decide apoyar algún candidato a presidente: Duhalde y Alfonsín.
Con el primero, tiene una vieja relación desde sus inicios en la política, una década atrás. En 2002, el entonces primer mandatario le ofreció la candidatura a la presidencia, ofrecimiento que finalmente declinó.
Con Alfonsín, la relación es más difícil. En reiteradas oportunidades el candidato radical dijo públicamente "Mi límite es Macri", mientras negociaba con De Narváez como candidato para la gobernación bonaerense y, al mismo tiempo, pretendía que Hermes Binner fuera su compañero de fórmula.
Las primarias obligatorias no sólo serán una suerte de elección anticipada o gran encuesta verídica, sino que también representarán una especie de gran interna abierta de la oposición.
Quien quede primero en ese campo, pasará a tener fuertes posibilidades de polarizar el voto contra el kirchnerismo en las elecciones del 23 de octubre.
Hasta el momento, Alfonsín parece estar en esa posición y Duhalde, en segundo lugar.
La cuestión es que si Macri -como Reutemann- decidieran apoyar públicamente al ex presidente justicialista como su candidato en las primarias obligatorias -como hizo con Miguel Del Sel-, sus posibilidades de alcanzar a Alfonsín crecen significativamente.
El jefe de gobierno porteño puede no apoyar ningún candidato el 23 de octubre y tampoco hacerlo el 14 de agosto. Hoy, más de un dirigente en el PRO se pregunta si no hubiera sido correcto que compitiera por la presidencia en 2011".
Clemente: "La evidencia de lo actuado hasta el momento por el gobierno de Macri, especialmente en un área de su plena competencia como es la social, da cuenta de un profundo desprecio por el rol de la institución pública como garante de justicia distributiva. Según los resultados electorales, podríamos acordar que entre la mayoría de los vecinos de la ciudad, aun los más pobres, hay conformidad con la propuesta del gobierno porteño respecto del lugar restringido y selectivo que debe ocupar el Estado como proveedor de bienestar. Afirmación, que por concepto, se debe rechazar, evitando así caer en pensamientos reduccionistas".
Carrasco: "La anécdota y el cotillón interesado dominará (y está bien que así sea) las interpretaciones de este triunfo de Macri. Pero comprender el voto segmentado, el voto cruzado y los comportamientos sociales por debajo de la algarabía de las pasiones tácticas, permite discernir quizás hacia dónde la soberanía popular quiere ir conduciendo los destinos complejos de nuestro país. Y de su capital federal".
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